Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Buscar dentro de nosotros mismos

La agenda desarrollada este viernes por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, como parte de la tercera visita gubernamental a la provincia de Matanzas, deja en pie la certeza de que solo con fuerzas propias romperemos los cercos y nudos que enlentecen el avance al bienestar

Autor:

Alina Perera Robbio

El único modo de romper cercos, de resolver problemas, de incluso dar el salto hacia niveles superiores de bienestar, radica en ser muy celosos con nuestra capacidad de eficiencia, y con impregnar cada tarea con el sello de una calidad probada.

Cuba vive la hora de convertir cada unidad productiva, polo de investigación o entidad donde nazca un beneficio, en verdaderos vórtices de los territorios, de las comunidades donde las personas sientan que son el sentido de cuanto el país proyecta y realiza.

Es algo que lleva, como decía en la provincia de Matanzas el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, un «pensamiento distinto» que mire a metas superiores, al tiempo de no aceptar decrecimientos en las capacidades de crear.

Ese es el espíritu que viene marcando el paso del trabajo de la dirección del país, y que en lo particular puso el tono este viernes a la visita gubernamental, la tercera a la Atenas de Cuba que encabeza el Jefe de Estado y que, como suele suceder, pulsa indicadores económicos y sociales de importancia.

Muy temprano en la mañana llegó el mandatario al central azucarero Jesús Rabí en el municipio de Calimete, para conocer detalles de la zafra que se avecina. Fidel Carballea Socorro, director de esa Unidad Empresarial de Base (UEB), había estado conversando antes con un grupo de periodistas, a quienes había comentado que el central —donde se espera que en día no lejano exista una bioeléctrica— debe arrancar con su zafra el próximo 1ro. de diciembre.

En el central Jesús Rabí, del municipio Calimete, inició la agenda de trabajo como parte de la 3ra visita Gubernamental a Matanzas. Foto: Tomada del perfil en Twitter de la Presidencia

Allí, dijo, hay un plan abarcador, teniendo en cuenta que el año pasado no pudieron cumplirse las metas productivas. Y para hacerlo se han hecho reparaciones profundas y los trabajadores se han estado preparando.

Se espera que en el Central se enrolen más de 400 obreros. Ya alistando detalles hay más de 300, según enunció a los reporteros el director, quien destacó una variable clave si de hacer azúcar se trata: «El estado de ánimo es muy bueno, a pesar de todo lo pasado con la pandemia. Hay un espíritu de batey, diría yo. Este es un ingenio cumplidor, de mucho arraigo popular, y hay que recuperar el espíritu de triunfo».

Rato después, al conversar con directivos del mundo azucarero, Díaz-Canel subrayó la necesidad de detener todo decrecimiento productivo, teniendo en cuenta, por ejemplo, que el país dispondrá de menos fertilizantes. Por eso también indagó acerca del plan de siembra para este año; y recordó ideas importantes, como esa según la cual, cuando un área es de bajos rendimientos, tal situación se puede salvar resembrando. Son ideas ya escritas, pero que deben ser puestas en práctica.

¿Por qué a veces se planifican rendimientos bajos?, reflexionó el dignatario en lo alusivo al tema de la zafra. Él apuntó a una potencialidad que sería imperdonable desaprovechar: la posibilidad de una molida alta y de buena calidad. Sobre la maduración de la caña, sobre cómo marchan los preparativos de construcción de la futura bioléctrica preguntó Díaz-Canel, quien se interesó además por cómo viven los habitantes del batey.

En este último asunto el Presidente invitó a seguir embelleciendo, a seguir conectando a la universidad con lo que se haga en la zona, y a potenciar la participación popular. El central, como corazón del batey, debe ser mirado en esa dimensión social desde la cual no se olvide que la caña y el azúcar están unidas a los ánimos de las gentes, y que es deber aprovechar el mapa de organizaciones y entidades desde las cuales es posible la gobernabilidad local y la vida de un escenario vital como el municipio.

Con el pueblo

No lejos del central, un centro de elaboración de productos alimenticios, con el mismo nombre del coloso, recibió después a la visita gubernamental. Allí había producciones a partir de la yuca, el maní, la guayaba o el ajonjolí. Y una vez en las inmediaciones del batey, donde esperaba el pueblo, el Presidente explicó motivaciones de esta visita que incluye a todos los municipios matanceros.

Sobre el hecho de haber comenzado la agenda por un central azucarero, Díaz-Canel dijo: «Queríamos ver cómo se va a comenzar la zafra, las perspectivas (de la misma); y también nos han enseñado algunas experiencias de la zafra como la minindustria».

Él quiso saber si los pobladores tenían acceso a lo que nace de la minindustria. El sí fue unánime. Y entonces compartió con los pobladores algunos conceptos que trascienden la suerte de un municipio para convertirse en preocupaciones de un país.

«Si todo esto, dijo, lo aprovechamos en proyectos de desarrollo local, con las propias fuerzas y el talento de los territorios, nos vamos haciendo independientes también a nivel local, nos vamos haciendo autónomos, y eso va potenciando el desarrollo de cada lugar, tener empleo, podemos aprovechar más la fuerza de trabajo, y si aprovechamos todas las potencialidades, fuerza de trabajo calificada, las cosas pueden ir mejorando, independientemente de la situación que tengamos que enfrentar (…) por el tema del bloqueo. (…) Tenemos que ir buscando alternativas dentro de nosotros mismos».

Intercambio con pobladores del batey del central Jesús Rabí. Foto: Tomada del perfil en Twitter de la Presidencia

Verdadera cultura del detalle

Toda acción debe apuntar a que la vida de las personas mejore. Y así como no debe haber una máquina de riego subutilizada, un pedazo de tierra que no rinda, un resquicio que la creatividad no ocupe, tampoco debe faltar una utilidad que, si es jugosa, sea repartida lo antes posible entre las manos de quienes la generan.

Con esa inquietud discurrieron los diálogos que sostuvo el Presidente en la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Gispert, en el municipio de Colón.

Perteneciente a la Empresa Integral Agropecuaria de Matanzas, en la UBPC se siembran viandas, hortalizas y granos, se producen carne y leche, y se ha incorporado la producción de carbón para cerrar el ciclo productivo con el aseguramiento de insumos a través de la exportación.

La unidad ostenta, entre otras fortalezas, la condición de rentable durante siete años consecutivos, distribuye sus ganancias al cierre de cada cosecha, y cuenta con respaldo material para obtener créditos bancarios.

En este escenario productivo el dignatario apreció una verdadera cultura del detalle, y reconoció la capacidad que sus trabajadores tienen para solucionar problemas que afloran por igual en otros lugares de la Isla y que a veces no tienen iguales puertas de salidas. Otra vez eso demuestra lo que vale la voluntad de los seres humanos.

Díaz-Canel conoció del trabajo en la UBPC Gispert, en el municipio matancero de Perico. Foto: Tomada del perfil en Twitter de la Presidencia

Ciencia constituida

Especial punto en la jornada fue la llegada del Presidente a la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey. Es ese un lugar lleno de simbolismos, y de logros concretos, ubicado en el municipio de Perico e inaugurado por el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, el 8 de marzo de 1962.

La Estación Experimental fue la primera dedicada a la investigación agropecuaria en la Cuba revolucionaria. Desde su nacimiento tuvo entre sus principales propósitos la obtención de variedades de pastos y forrajes, el desarrollo de nuevos alimentos para la ganadería, y el fomento de sistemas sostenibles con los cuales intensificar la producción pecuaria y la generación de servicios ambientales, así como el estudio de los aspectos socio-económicos, de gestión e innovación tecnológica en el entorno rural.

La Estación ya en una entidad de ciencia, tecnología e innovación, categorizada como un centro de investigación perteneciente a la Universidad de Matanzas. Allí, luego de un recorrido por varios lugares en los cuales pudo apreciar cuánto se hace desde la tierra, y también para ella desde la ciencia, Díaz-Canel extendió una valoración al colectivo de trabajadores: «tienen los conceptos de cómo se puede gestionar la actividad agraria (…) yo diría que (este) es uno de los enfoques más integrales que tenemos en el país desde una unidad de ciencia, tecnología e innovación».

El Presidente cubano visitó la Estación Experimental «Indio Hatuey». Foto: Tomada del perfil en Twitter de la Presidencia

El Jefe de Estado destacó el valor que hay en que los gobiernos locales asuman la labor de tomar decisiones, siempre como algo consustancial a la demanda de innovación. De ese modo, dijo, podríamos «avanzar mucho más rápido».

Sobre lo visto del manejo de un rebaño vacuno en condiciones agroecológicas, sobre los experimentos de las gramíneas y las plantas proteicas, Díaz-Canel expresó que esa es la ganadería, sostenible, a la que podemos aspirar hoy; «lo podemos hacer», ratificó.

Los problemas más complejos que presenta el país, como el alimentario, tienen sus soluciones en lugares como la Estación Experimental. Se trata, como dijo Fidel y recordó este viernes el Presidente de la República, de implementar, de la manera más inmediata posible, todo el conocimiento acumulado.

«Ya esto es ciencia constituida», definió el Jefe de Estado a lo que se hace en una entidad promisoria para el desarrollo local y territorial. Promisoria en el mejor camino que puede asumir Cuba: buscar bien profundo dentro de sí misma, sobre todo si de saberes se trata.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.