Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

No basta con tener a los buenos: hacen falta los mejores

En quienes dirijan desde las filas del Partido Comunista de Cuba, lo esencial será poseer vocación de servicio, profundo amor patrio, y otras cualidades que no podrán medirse en modelo estadístico alguno. Con ese tono se dieron las reflexiones, durante el primer día del 8vo Congreso de la organización política de vanguardia, desde la comisión No.3 que versó sobre Política de Cuadros y que estuvo encabezada por el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez

Autor:

Alina Perera Robbio

«A nosotros nos hace falta que lleguen a cuadros los mejores, las mejores compañeras y los mejores compañeros que tienen más cualidades revolucionarias, más cualidades ideológicas y más cualidades profesionales, de carisma, de trabajo, de experiencia, para conducir los principales procesos». Este viernes en la tarde, en una magnífica reflexión colectiva que fue ganando en pasión y profundidad mientras avanzaba, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, compartía esa expresión.

Lo dijo en la Comisión que versó sobre Política de Cuadros. Hizo énfasis en que, en cuestiones de dirigir, más allá de visibilizar a los buenos lo que está haciendo falta es visibilizar a quienes más cualidades tengan.

El liderazgo dentro del Partido Comunista de Cuba entraña un asunto vital y estratégico. Encontrar a los idóneos para que asuman responsabilidades es una necesidad que no espera; pero ese hallazgo, como se expresó desde las sesiones del 8vo Congreso de la organización política de vanguardia, no es asunto de un día sino fruto de una labor aguda y permanente.  

En torno a ese eje conceptual se dieron las reflexiones, desde el capitalino Palacio de Convenciones, en la comisión —una de las tres del cónclave— sobre Política de Cuadros, que tuvo como punto de partida el documento que llevó más de un año de trabajo, cuyo título es «Valoración acerca de la Política de Cuadros del Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas, las organizaciones de masas, el Estado y el Gobierno. Papel del Partido para alcanzar resultados superiores».

Durante la jornada que estuvo encabezada por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, los delegados expresaron ideas en torno a la atención del cuadro partidista, su desempeño y los modos de evaluarlo, así como la disciplina y el comportamiento ético que deben serle consustanciales.

Se fueron engarzando las ideas de los delegados sobre un asunto que apasiona: Maribel Fernández López, del Comité Municipal del Partido en Cienfuegos, recordó la pertinencia de que a los cuadros les distingan la preparación técnica y profesional, y la ética. Quienes dirigen, enfatizó hermosamente trayendo al Che a colación, son la pieza maestra del motor ideológico que es el Partido Comunista.

Atender, controlar y educar a quienes tengan una responsabilidad, llevarlos por el camino de la profilaxis, entender que un error en ellos impacta en la organización política, se sumaron como conceptos a un encuentro donde no se obvió la arista —expresada por la miembro del Comité Provincial del Partido en Matanzas, Susely Morfa— según la cual hay que seguir trabajando con intencionalidad la entrada de los jóvenes a las filas del Partido, pues ellos son los futuros cuadros.

«No es renovar por renovar, dijo ella, debemos tener mucho cuidado, tiene que ser una renovación acompañada de un tránsito, con personas de sobradas cualidades».

¿Por qué a veces nos pasan por delante los problemas, y vemos cuadros que cometen errores éticos?, preguntó en algún momento de la jornada Abelardo Álvarez Gil, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y Jefe del Departamento de Organización y Política de Cuadros.

Esa interrogante resultó ser rampa de lanzamiento para que varios delegados comentaran sobre el valor de evaluar el desempeño de los cuadros de manera sistemática, lo cual es antídoto frente a procesos en los cuales se desdibujan los valores éticos sin que haya una crítica oportuna o una llamada de atención que detenga la caída moral.

Al respecto el Presidente Díaz-Canel hizo referencia a que, cuando compañeros de lucha, de batalla, cometen un error, hay que alertarles a tiempo, y además hay que darles la posibilidad de rectificar. «Cualquiera de nosotros se puede equivocar; (pero) si uno demuestra que tiene capacidad de solucionar los problemas, también está expresando que en uno pueden confiar».

Otras de las esencias planteadas tiene que ver con enseñar a hacer, con dar espacios a la ejecutoria mientras se suman los ingredientes de la ciencia, la creatividad y el sentido práctico.

El Presidente cubano compartió su certeza de que la Política de Cuadros es un sistema de gestión, tiene componentes relacionados entre sí; y cuando estos se violan se rompe la conducción de la política.

Cuando en un lugar se acude a un cuadro que no se conoce, argumentó el Jefe de Estado, eso es improvisación. Lo contrario —explicó—, lo correcto, es visualizar a las personas con condiciones, alistarlas para  cuando estén en condiciones de ser promovidas, y a partir de los resultados, de una evaluación contante, ir perfeccionando el trabajo.

De conocer bien a quienes se tiene como propuestas para dirigir habló el mandatario como premisa cardinal. Hacer lo contrario engrosa los «defectos que nosotros tenemos que ir puliendo», dijo, para subir «a un nivel distinto de consecución, en la misma medida en que haya más conciencia sobre la importancia de lo estratégico que es para la Revolución, para el país, la Política de Cuadros».

Ellos tienen el mayor desafío

Fotos: Juvenal Balán

Miguel Díaz-Canel Bermúdez subrayó la certeza de que «para que se cumplan los propósitos, las proyecciones de este Congreso», el mayor desafío está sobre los hombros de los cuadros.

Si se evalúa con sistematicidad, apuntó el dignatario, en qué estadios están los cuadros, qué perspectivas presentan, los problemas no sorprenden. Debe conocerse, dijo, el arte de tener claridad sobre quiénes están bien y pueden avanzar a ser promovidos, quienes están bien pero ya no están en condiciones de ser promovidos, y quienes no han tenido un buen desempeño y necesitan ser liberados de la responsabilidad.

Cuando no se trabaja de ese modo, explicó el Jefe de Estado, los problemas caen de golpe por falta de previsión;  «entonces no aparecen los cuadros por ningún lado porque hay que mover a varios, no los tenemos preparados dentro de la organización y hay que irlos a buscar en otro lugar».

En otro momento de sus reflexiones Díaz-Canel Bermúdez habló sobre la trascendencia de preparar cuadros que puedan afrontar etapas prolongadas de adversidad, «porque con el enemigo que nosotros tenemos», generalmente los procesos adversos a los cuales hay que sobreponerse en el país «son históricos, están en nuestra historia».

«Entonces —dijo sobre nuestros cuadros—, (…) no es solo que  sepan dirigir, que tengan las herramientas; es que tienen que tener también la capacidad para enfrentar con aliento, con pasión, con decisión, con firmeza, etapas prolongadas que son complejas».

Aquí el problema es no rendirse, recalcó el mandatario, «aquí no nos podemos rendir nunca»; y definió que la cuestión es cómo mantener «esa capacidad de confianza en que podemos vencer situaciones prolongadas de adversidad». No solo se trata de confianza, subrayó: también se trata de «que vamos a vencer siempre que enfrentemos esas condiciones adversas, y que lo que tiene que ser retador para nosotros es eso, que tengamos esa capacidad, que podamos salir de esas situaciones, que las podamos sobrepasar aportando victorias para la Patria. Eso es lo que tenemos que alimentar como convicción y es uno de los elementos que debemos tener en cuenta en la preparación de los cuadros».

Otras voces sobre un tema vital

Cuba necesita jefes que interactúen con sus trabajadores, que sepan pulsar los estados de ánimo de sus subordinados. De eso habló Marcia Cobas Ruiz, funcionaria del Consejo de Ministros. «Aquí la autoridad no la dan los cargos, la autoridad la da el trabajo. Para nosotros los revolucionarios lo importante es ser útil, lo importante es actuar, es ser útil para el pueblo», afirmó.

Abelardo Álvarez Gil sumó la idea de que ser cuadro político no es un empleo sino un sentido muy alto de compromiso con la vocación de servir.

Jorge Luis Broche, miembro del Comité Central del Partido Comunista, exhortó a enfocar la Política de Cuadros como un sistema; y recordó que un cuadro que se corrompe no suele darle la cara a la gente, no es transparente. Son fenómenos, alertó, sobre los cuales hay que tener profunda capacidad de análisis.

Los tiempos de pandemia que Cuba vive y sufre son vívida muestra, como se dijo en el encuentro, de que la Revolución tiene sobrado capital humano para contar con buenos cuadros, y que toca a los más jóvenes usar la experiencia de las generaciones históricas y las herramientas que se atemperen al momento presente.

«Hay muchas potencialidades en nuestros jóvenes», afirmó Díaz-Canel. Los encuentros sostenidos por la dirección del país con jóvenes en todas las provincias, con quienes han estado participando en las tareas de enfrentamiento a la COVID-19, «nos da a todos nosotros una lección».

La tarde de pensamiento de este viernes, que tiene continuidad desde esta mañana, dejó en claro que en un cuadro lo principal es ser un patriota y poseer cualidades que jamás podrían medirse en modelo estadístico alguno.

Fotos Relacionadas:

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.