Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Una vida entregada con amorosa humildad

Por su ejercicio consciente de la ética, voluntad para aprender y una buena dosis de humor criollo, Salvador Wood vivirá en los cubanos para siempre

Autor:

Mileyda Menéndez Dávila

Este sábado falleció en La Habana Salvador Wood Fonseca, uno de los actores más queridos por el público cubano, al que entregó su talento durante seis décadas con amorosa humildad.

El 24 de noviembre pasado había cumplido 90 años de edad. En 2016 recibió el Premio ACTUAR, otorgado por la Agencia Artística de Artes Escénicas, y en 2018 el Premio Nacional de Televisión, en ambos casos por la Obra de la Vida.

Su debut en la radio fue en 1943, en su natal Santiago de Cuba, donde también se estrenó en las tablas, en 1945, con la comedia Don Juan Tenorio. Desde entonces procuró dar un sutil matiz gracioso a todos los personajes que eligió representar, en especial las figuras campesinas. 

Llegó a la capital en 1946 con el sueño de cautivar a la audiencia radial nacional, y en 1952 su tímida y contagiosa sonrisa apareció por vez primera en la televisión. Aunque sus aportes más conocidos en el cine son los filmes La muerte de un burócrata y El Brigadista, actuó por vez primera en el celuloide en un documental en 1960.

La muerte de un burócrata, una de las películas que consagró a Salvador Wood. Foto: Archivo de JR

Junto a la actriz Yolanda Pujols, su coterránea y novia de siempre, echó raíces en el pueblo marinero de Cojímar y demostró que arte, familia y liderazgo gremial pueden crecer en armonía cuando se acompañan de un ejercicio consciente de la ética, voluntad para aprender y una buena dosis de humor criollo. 

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