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Tras las huellas de una ciudad maravilla

Con más de cien opciones recreativas para disfrutar del verano en familia regresa Rutas y Andares. Las entradas estarán a la venta a partir del 2 de julio

 

Autor:

Aracelys Bedevia

Una nueva edición de Rutas y Andares, organizada por la Oficina del Historiador de la Ciudad en saludo a los 500 años de La Habana, dará inicio el próximo 3 de julio con más de cien opciones recreativas para disfrutar del verano.

Los museos del centro histórico capitalino, la Quinta de los Molinos, el Centro A+Espacios Adolescentes y otras instituciones abrirán sus puertas a este programa público que acerca a la familia al patrimonio histórico cultural a través de paseos temáticos que enseñan y, al mismo tiempo, divierten.

Katia Cárdenas, directora de Gestión cultural de la Oficina del Historiador, anunció que para la ocasión se han organizado ocho rutas, cuatro andares, 136 andares virtuales y 169 talleres de verano.

El Andar Patrimonio Musical Habanero, con salida desde El Templete, a las 10:00 a.m.  dará inicio a las actividades de la actual edición. La Directora de Gestión cultural dijo que los museos de historia se acercarán a los monumentos y espacios que marcaron las ceremonias fundacionales de la antigua villa de San Cristóbal de La Habana, para explicar la evolución de estos rituales y sus símbolos. Los de arte abordarán las prácticas culturales de la sociedad colonial y republicana habanera y los de farmacia rememorarán la labor de las antiguas boticas de la ciudad, con la exposición de antiguos instrumentos utilizados en ellas.

Una ruta especial llegará a las principales fortalezas de la ciudad. Habrá, igualmente, recorridos y visitas a inmuebles y lugares públicos que evidencian la evolución arquitectónica de La Habana y permiten ver obras recién restauradas.

Los museos etnográficos proponen la ruta Migraciones, religiosidad y huellas, mientras que el Centro Hispanoamericano de Cultura aproximará a los participantes a emblemáticos escritores, subrayó Cárdenas.

Otras propuestas

Adriana Díaz, especialista del Centro de Gestión cultural, destacó, por su parte, la ruta especial infantil De la mano de los niños guías del patrimonio (Palacio del Segundo Cabo y Capitolio) y Niños guías del patrimonio natural (Quinta de los Molinos); el Festival Habana Titiritera (retomado para Rutas y Andares); el andar para adolescentes Contigo somos+ y el andar infantil Somos uno (en este último propone un paseo nocturno para niños, adolescentes y jóvenes que por sus padecimientos no pueden exponerse a la luz solar).

Para los adolescentes se han organizado, además, safaris fotográficos y talleres creativos, mientras que los jóvenes disfrutarán, entre otras opciones, de recorridos por La Habana en bicicleta con los proyectos Citykleta y Ha’Bici.

Los adultos mayores tendrán programas intergeneracionales para compartir con los nietos, así como los tradicionales andares virtuales. También las personas con discapacidad auditiva disfrutarán de Rutas y Andares gracias al proyecto Cultura entre las manos, que ofrecerá el servicio de sus intérpretes en la lengua de señas.

Enfatizó la especialista en que este año Rutas y Andares estará especialmente dedicado a la influencia de culturas foráneas en el mapa habanero, haciendo énfasis en las tradiciones y costumbres de la ciudad.

Se otorgará un premio único a las familias que realicen diez recorridos entre rutas, andares, talleres o combinaciones de todas las modalidades. Los ganadores recibirán recorridos guiados por el Capitolio Nacional, espectáculos en el Teatro Martí y la acreditación como Familia Rutas y Andares, con acceso gratuito por un año a los museos, conciertos y otros encuentros culturales.

Avalado con el tercer reconocimiento del Premio Iberoamericano de Educación y Museos en  2010, este proyecto de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHC) recibió el pasado año a 16 805 personas. Rutas y Andares cuenta con un equipo interdisciplinario (investigadores socioculturales, comunicadores, promotores culturales, museólogos, historiadores, arquitectos y guías) en sus diferentes etapas de trabajo, desde la concepción, planificación y organización hasta su puesta en práctica y evaluación.

Tuvo su primera edición en el año 2001. La idea inicial se centraba en visitas libres a museos que tomaron el nombre de rutas y fueron aceptadas desde un primer momento por cientos de personas. Luego se sumaron los andares o recorridos especializados, modalidad que enriqueció esta opción de turismo cultural, que llega cada año acompañada de nuevas propuestas.

 

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