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La cultura también da más PIB

El desarrollo y potencialidades de las industrias culturales y creativas en Cuba fueron analizados durante un análisis del programa cultural, encabezado por Díaz-Canel. La cubana tiene que ser antihegémonica, emancipadora, dijo. El Presidente cubano chequeó también el programa para la preservación de la Memoria histórica

Autor:

René Tamayo León

La producción, promoción, difusión y/o la comercialización de bienes y servicios culturales cuyo origen es la actividad creativa que se realiza a través de sectores que se organizan y especializan para ello, es a lo que se le llama «industrias culturales y creativas».

No es un concepto criollo, mucho menos nuevo. Lo sustenta la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). También se le dice «economía creativa».

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que la bautizó como «economía naranja», en 2018 ya aportaba el tres por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y ocupaba el quinto lugar en las exportaciones, solo por debajo de los combustibles y los minerales, los equipos electrónicos y eléctricos, las maquinarias, y los vehículos.

Datos de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) refieren que las exportaciones de la industria pasaron de 208 000 millones de dólares en 2002 a 509 000 millones en 2015. Y en 2018 había alcanzado 592 000 millones de dólares a pesar de las tensiones económicas internacionales por la crisis arancelaria entre EE.UU. y China (más bien del primero contra el segundo).

«Pese a crisis o recesiones, la gente está deseosa de cultura y entretenimiento», asevera la UNCTAD. Un sucinto pero enjundioso artículo del verano anterior en la edición digital del periódico mexicano La Jornada (Economía naranja, con crecimiento vertiginoso), y que usamos para los datos, señala:

«El comercio mundial de los productos y servicios creativos ha resultado más resiliente que otros sectores productivos. Enfrentó mucho mejor la crisis financiera de 2009, porque sus ventas sólo cayeron 12 por ciento, en contraste con el desplome de 40 por ciento de las exportaciones petroleras».

¿Y qué pasa en Cuba?

El desarrollo y las potencialidades de las industrias culturales y creativas en Cuba fueron analizados durante uno de los sistemáticos chequeos sobre el Programa cultural que realiza el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y en el que participaron el viceprimer ministro Roberto Morales Ojeda y el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Víctor Gaute López.

En la presentación realizada, y que lideró el ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau, se indicó que las «industrias culturales y creativas en Cuba tienen como sustento y base conceptual el carácter democratizador de la Política cultural de la Revolución Cubana, que legitimó, fomentó y desarrolló, desde los primeros años del triunfo, las diferentes manifestaciones del arte y la cultura».

Además de sus dimensiones económicas y organizativas, entre las características de la industria están que en ella se debe velar porque los bienes y servicios sean portadores de valores estéticos, éticos, políticos e ideológicos acorde a nuestros principios; se armonice lo local con lo nacional, lo regional y lo universal; estar en función del desarrollo sociocultural del país y la protección a la identidad y diversidad cultural; y porque son un alternativa cultural antihegemónica.

Más tarde, en el debate del tema, Díaz-Canel subrayaría que el concepto de «industria cultural» debe ser defendido como tal, pero despojándolo de la visión hegemónica (por lo general —recuerda este redactor— se asocia a las grandes transnacionales del entretenimiento, con Hollywood como «su madre»).

«Tenemos —orientó el estadista— que dotar a este concepto de un contenido descolonizador», por lo que hace falta conceptualizarlo más, debatirlo e impregnarlo de un carácter emancipador, que es tener por parte de nosotros un discurso propio.

La cultura y el PIB  

Para el año 2020 el plan de exportación de las industrias culturales frisa los 25 millones de pesos. El 91,7 por ciento será por servicios y el resto por bienes, aunque se estima que el potencial de estos últimos es mucho mayor, por lo que se requiere un mayor esfuerzo para continuar ampliándolos.

Durante el chequeo también se analizaron temas puntuales como el turismo cultural, el comercio electrónico y las redes sociales, la sustitución de importaciones, las proyecciones de negocios con capital extranjero, las acciones de cooperación internacional, y los planes para incrementar exportaciones.

En el debate se trajo a colación palabras del Presidente de la República durante el reciente congreso de la UNEAC, donde expresó que la «cultura puede y debe aportar al Producto Interno Bruto del país y para eso están sus empresas. Hay mucho, mucho que trabajar en ese sentido. Y ustedes tienen el talento, la fuerza y el conocimiento para hacerlo crecer, aportando al país recursos imprescindibles para su desarrollo».

El ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz, comentó que el potencial de las industrias culturales en Cuba es mucho mayor que lo identificado.

Reflexionó sobre las reservas que aún se tienen en el turismo internacional, y exhortó a incrementar las alianzas con ese sector. «El turismo —añadió— tiene que ser más “agresivo” para ofertarle a los visitantes otras opciones».

En La Habana, ejemplificó, son habituales las temporadas de ballet, conciertos, exposiciones y otros hechos artísticos de primer nivel mundial y eso debe ofertarse a los viajeros.

Díaz-Canel enfatizó que tanto en la capital como en los polos turísticos de otras provincias debe perfeccionarse la promoción cultural para los visitantes. «Lo mejor del talento cubano —señaló— no cabe ni puede ponerse en un hotel», sino que el hotel debe llevar a los turistas ha donde se hace nuestro mejor arte.

El turismo tiene que ser más agresivo en la oferta a los visitantes extranjeros de las opciones culturales que se ofrecen en las diferentes provincias del país y La Habana. Foto: Nancy Reyes Suárez

El Presidente cubano destacó las ideas presentadas por el Ministerio de Cultura para la exportación de bienes y servicios culturales, pero indicó que todavía debemos ser más proactivos. «En el mundo se está consumiendo y vendiendo mucha cultura cubana, pero no lo estamos haciendo nosotros», dijo.

Otros temas

Durante la reunión de chequeo de la política cultural, el mandatario fue informado de los resultados de sus indicaciones en reunión anterior relativas a los procesos de comunicación hacia el interior del Mincult y al público general de conjunto con el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).

Alexis Triana, director del Centro de Desarrollo y Comunicación Cultural del ministerio, informó sobre la actualización de la estrategia de comunicación del organismo, que incluye un crecimiento en la calidad de las publicaciones propias, la presencia en las redes sociales, así como un mayor y mejor ejercicio de la crítica artístico-literaria.

Explicó sobre la mejoría en la difusión de la cultura a partir de las jerarquías profesionales e institucionales, especialmente de la música, y calificó de satisfactorio el vínculo establecido con el ICRT tras las orientaciones de Díaz-Canel.

Además de los chequeos al programa de la Ciencia y al Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático (Tarea Vida), del que dimos cuenta en información anterior, el pasado miércoles el Presidente también revisó el programa para la preservación de la Memoria Histórica de la nación cubana.

En esta ocasión se le informó sobre las acciones para la conservación del patrimonio documental en el Ministerio de la Construcción (Micons) y el grupo empresarial Biocubafarma.

Las inversiones realizadas, la capacitación y otras acciones acometidas en ambos organismos, dieron cuenta de los grandes avances que se producen en este sentido en el país.

Industrias culturales y creativas en Cuba

— Según la caracterización del Ministerio de Cultura, las industrias culturales y creativas en nuestro contexto se  caracterizan por:

  • Estar insertas en el sistema institucional de la cultura y que cada una de sus manifestaciones es atendida por estructuras organizativas creadas al efecto.
  • Sus utilidades son sostén de programas, proyectos culturales e instituciones que no generan suficientes ingresos para su gestión.
  • Ser reguladas por la política cultural, que vela porque los bienes y servicios sean portadores de valores estéticos, éticos, políticos e ideológicos acorde a nuestros principios.
  • Armonizar lo local con lo nacional, lo regional y lo universal.
  • Estar en función del desarrollo sociocultural del país, la protección a la identidad y diversidad cultural y son un alternativa cultural antihegemónica.
  • Constituir un potencial como sector económico del paí

— Las industrias culturales identificadas en Cuba son: artes plásticas y aplicadas; artesanías; cine y videojuegos; literatura; música; patrimonio; y diseño.

— Los servicios identificados a dar por las industrias culturales incluyen: turísticos culturales; cinematográficos y
audiovisuales; presentaciones artísticas; royalty y licencias; profesionales y técnicos; académicos; derechos de autor; formación y capacitación; de museos; de representación; comerciales; y editoriales.

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