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Nacido encima de un escenario

Víctor Alfredo Cruz Fernández, ganador del Premio de actuación Adolfo Llauradó (2019), da pasos importantes en el teatro y la televisión

Autor:

Yasel Toledo Garnache

La primera vez que manifestó sus deseos de ser actor terminó llorando. Era apenas un niño, cuando en la mesa del comedor de su casa expresó ese sueño. Su padrastro, a quien quiere y admira como a su padre biológico, le explicó, de manera muy realista y objetiva, que eso resultaba casi imposible, pues tratándose de un holguinero como él debía ser muy bueno o hijo de algún artista famoso, por lo cual estaba «embarcao». Entonces empezaron las lágrimas.

El pequeño practicó gimnasia artística y hasta participó en dos Juegos Pioneriles Nacionales, en los cuales su equipo obtuvo el tercer lugar... En su memoria permanecen imágenes de la niñez, cuando solía bailar y dibujar, iba de un lugar a otro y disfrutaba crear en un ambiente de sonrisas y cariño. Todavía conserva un cuadro pintado por él, pero la actuación ha sido siempre su mayor pasión.

Víctor Alfredo Cruz Fernández, ganador del Premio de actuación Adolfo Llauradó (2019), otorgado por la Asociación Hermanos Saíz, da pasos importantes en el teatro y la televisión. Actualmente interpreta el personaje del maestro Diego en la serie Lucha contra bandidos: La otra guerra, que se transmite los domingos por el canal Cubavisión.

Hace muy poco lo vimos también en el estreno del telefilme Pasos firmes, en el cual encarna a Gustavo, un joven ciego que se esfuerza para lograr la clasificación a los Juegos Paralímpicos, en medio de otros conflictos que enriquecen la historia.

Él asegura que su experiencia como deportista fue favorable para ese rol, pues conoce el nivel de esfuerzo y dedicación de los atletas para perseguir sus metas. «Pasos firmes me brindó la posibilidad de un protagónico, algo deseado desde hace mucho, y lo más importante: cuando leí el guion descubrí un personaje lleno de posibilidades, con cabida para crecer como actor y persona, para demostrarme a mí mismo que puedo con este tipo de retos.

«Sabía que no sería fácil, y eso también me motivaba, pues me gustan los desafíos. El guion era de Amílcar Salatti, fortísimo y bien pensado, no podía pedir más, solo quedaba aceptar y hacer mi mayor esfuerzo», expresa con satisfacción quien forma parte de la compañía Teatro El Público, a la cual considera su casa creativa, espacio para soñar.

Agrega que está feliz con el resultado de Pasos firmes y más con la aceptación tan positiva en los televidentes. «Cuando supe que lo repetirían por petición del público apenas tres días después del estreno, di gracias a la vida y al equipo. Me siento muy orgulloso por ser parte de esta obra», manifiesta con satisfacción.

Admirador de los actores cubanos Fernando Hechavarría, Osvaldo Doimeadiós y Luis Alberto García, habla siempre con humildad y un brillo especial en los ojos.

Respecto a la serie Lucha contra bandidos..., la considera otra de sus escuelas. «Compartir escenas con artistas de tan alto nivel me exigió estudio y disciplina, lo cual agradezco infinitamente», dice y levanta la mirada como si gracias a la memoria estuviera en una de aquellas escenas de filmación.

Narra que cuando estudió el guion estaba muy contento por cuestiones obvias, pero con el paso de los días y los capítulos se adentró en un mundo real y conmovedor, que lo atrapó también como cubano.

«Recuerdo que al terminar de leerlo en una de las clases con mi maestro y padre en lo personal, Fernando Hechavarría, que en aquel entonces era mi profesor de cuarto año de la Escuela Nacional de Arte, me senté junto a él y le expliqué de una manera muy sincera lo que me sucedía. Le dije que al principio quería hacer la serie por cuestiones e intereses profesionales, pero ya sentía una deuda con la historia, lo sentía en mi piel, era algo personal».

Según sus palabras, obtener el Llauradó por su interpretación de Alan Strang en la obra EQUUS, le causó una sana alegría. «Comprendí que era una señal, un regalo de la vida para estimularme a seguir esforzándome y dándolo todo por lo que más amo y disfruto... Fue un plus para continuar creando», añade y recuerda en voz alta momentos de los ensayos y las puestas en escenas como alma de un personaje cuya esencia es su mundo interior.

Cruz Fernández obtuvo el Premio de actuación Adolfo Llauradó (2019) por su su interpretación de Alan Strang en la obra EQUUS

En su conversación con JR vuelve una y otra vez a El Público, en el cual se siente con mucha confianza. «Su director y los demás integrantes me acogen como a un familiar, desde el principio me han brindado absolutamente todo: obras, personajes, horas de ensayo, amistad, exactas notas para crecer… ¿Qué más puedo pedir?».

Refiere que los procesos en ese conjunto son hermosos, llenos de ilusión, «siempre guiados por un Carlos Díaz que ama el teatro y posee un don especial. Transmite una energía muy fuerte y eso lo sentimos sus actores. Nos empapa de su talento y nos deja crear».

Amante de las pastas y la malta con leche condensada, para este soñador el tiempo de pandemia ha sido complicado, pero no ha dejado de crear y superarse. «Lamento que muchos proyectos estén en pausa. He aprovechado para estar con la familia en Holguín, también para leer, investigar, hacer ejercicios y estudiar proyectos venideros», admite con tranquilidad.

Víctor Alfredo Cruz, aquel niño que defendía hasta con lágrimas su anhelo de ser actor, no recuerda la primera vez que se presentó ante un público, pero prefiere la metáfora de su maestro Carlos Díaz: «...tu mamá te parió encima de un escenario...», y era muy pequeño como para evocarlo. Seguramente seguirá durante mucho tiempo sobre las tablas, y también entre cámaras y aplausos.

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