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Un telón que se niega a bajar (III)

Esta vez JR se acerca a nuevos teatristas y coreógrafos de la capital y más allá, quienes han respondido a las tres preguntas que han dado cuerpo a nuestra encuesta continuada

 

Autor:

Frank Padrón

Si hay artistas a los que nada ni nadie detiene (ni siquiera una crisis sanitaria tan devastadora como la que conocemos) son los de nuestras artes escénicas. Esta vez JR se acerca a nuevos teatristas y coreógrafos de la capital y más allá, quienes han respondido a las tres preguntas que han dado cuerpo a nuestra encuesta continuada: ¿Cuál fue tu último trabajo pre-COVID-19?, ¿qué hiciste profesionalmente durante la pandemia y qué preparas para el retorno?

El conocido actor, humorista y director teatral Osvaldo Doimeadiós nos revela: «El anuncio de la presencia de los primeros casos de la COVID-19 en Cuba, me sorprendió justamente en medio de una función de Oficio de Isla, en la sala alternativa del Complejo Cultural Bertolt Brecht, como parte de la programación de la muestra internacional Traspasos Escénicos. Era el 11 de marzo. Había comenzado los ensayos de una obra de H. Ibsen con el joven director Jazz Martínez Gamboa, proceso que quedó detenido. Asesoraba otra puesta en el teatro y me preparaba para grabar un paquete de programas para la TV.

 «Durante esta etapa de aislamiento y confinamiento relativo —caza/recolección/cueva, le llamo yo—, mi trabajo ha estado orientado en varias direcciones: participación en spots y otros materiales audiovisuales para radio y TV tanto nacionales como provinciales, lo mismo humorísticos que “serios”… Aprovechando la vuelta a la fase 1 en la ciudad, me inserté como actor en el rodaje de El conde Drácula, cuento para la pequeña pantalla bajo la dirección de Alberto Luberta Martínez.

«Ahora que entramos en la tercera fase en la capital o “nueva normalidad” en otros territorios, pretendemos seguir las presentaciones de Oficio de Isla en los predios habaneros, y en lo posible, llevar la obra a otros escenarios en el interior del país. Debo continuar asimismo el trabajo de asesoría con el proyecto teatral El Portazo. En la TV, tengo propuestas de intervenir en series de ficción que realizarán los directores Rudy Mora y Magda González Grau, así como en un paquete de programas sobre tema histórico, también con Luberta Martínez a la cabeza».

La coreógrafa coterránea de Doimeadiós, la holguinera Maricel Godoy, directora de la compañía Codanza, es otra que ha estado superactiva. Cuenta la maestra que «entre septiembre y diciembre de 2019 estrenamos dos piezas: Imaginen et Similitudinem, del creativo y joven coreógrafo Yoel González, y Árbol de fuego, del experimentado y medular Pepe Hevia. Ambas piezas cerraron el año con una temporada en el Teatro Eddy Suñol.

Codanza, de Holguín, ya cumplió 28 años. Foto: Cortesía del grupo

«El 25 de diciembre partimos hacia Alemania en una gira de dos meses con el espectáculo Don’t stop the music, auspiciado por el Centro Nacional de Música Popular, el Consejo Provincial de las Artes Escénicas de Holguín y la compañía alemana New Metropol Concerts GmbH. Regresamos a Cuba el 2 de marzo después de muchos éxitos no solo en este país europeo, sino también en Austria y Luxemburgo. Días después aparecieron los primeros casos de COVID-19.

«Tras un mes de vacaciones —en 28 años Codanza jamás las había tomado— comenzamos a realizar un videoarte en apoyo a la campaña Quédate en casa. Fue dirigido por el realizador Juan Gabriel Gordín y se pasó en varios programas de la Televisión provincial y nacional, así como por diferentes redes sociales. Hicimos un trabajo de mesa y diseñamos un plan para que cada bailarín se entrenara en casa. En todo el mes de agosto nos dedicamos a darles herramientas a los bailarines y fortalecer la interpretación.

«Tuvimos la suerte de tener aquí al actor Víctor Garcés, de Trébol Teatro y Argos Teatro, quien impartió dos talleres: Expresión corporal. Estados físicos y La emoción en el movimiento, mientras que el profesor del ISA, Roberto Carlos, nos acercó al tema: Imagen, palabra, cuerpo, que tiene la misma intención, pero en este caso trabajamos además la palabra, tan importante para mis bailarines, pues en Codanza montamos piezas coreográficas donde no solo la utilizamos, sino donde los bailarines también cantan».

Ahora mismo Codanza recupera dos piezas poco vistas por el público: Árbol de fuego (una vez) e Imaginen et Similitudinem (tres), para la que iba a ser nuestra primera presentación en la ciudad como parte de la temporada de aniversario, y que se suspendió por el rebrote. Realizamos, además, del 21 al 25 de septiembre, Memorias de un Festival, un espacio para recordar momentos del Concurso de Danza del Atlántico Norte y Grand Prix Vladimir Malakhov, que tiene lugar cada dos años en Holguín, auspiciado por el mítico príncipe de la danza, pero que por la situación de la  COVID-19 que atraviesa el mundo tuvimos que posponer para 2021. Hicimos Memorias de un Festival a través de los medios de comunicación y las redes sociales.

«Mientras tanto, continuamos trabajando en Segundo sexo, de la bailarina y coreógrafa Vianki González, fundadora de la compañía. Queremos consolidarla dramatúrgicamente para presentar esta obra el próximo año en el Festival Internacional de Cine de Gibara.

Otro holguinero, aunque como Doime asentado hace algún tiempo en la capital, el dramaturgo y director teatral Yunior García Aguilera, director de Trébol Teatro, nos habló también de sus experiencias en esta difícil coyuntura:

«Justo una semana antes, habíamos estrenado Hembra, nuestra más reciente producción teatral. Los teatros, como es lógico, fueron los primeros en cerrar en casi todo el mundo. En Cuba, los teatristas entendimos de inmediato esa decisión y no solo la aceptamos, sino que nos despedimos de nuestros públicos antes de la fecha pautada.

«Hoy puedo afirmar que mi confinamiento ha sido de todo, menos sabático. A mi correo llegaban varias solicitudes de obras para ser leídas en Instagram. En WhatsApp se aglomeraban mensajes, desde otras geografías, de personas que habían podido ver en YouTube nuestros Jacuzzi o Pasaporte y deseaban dialogar sobre las obras. Facebook se inundó de fotos de espectáculos que generaban decenas de comentarios. Nos sorprendió observar tantas visitas a la copia disponible en Vimeo del cortometraje Cerdo, a solo unas horas de haberlo compartido públicamente.

«Un grupo de actores latinos radicados en Nueva York me pidió un nuevo texto para representar. Otros me invitaban a sumarme a proyectos de guiones dramatizados para la Televisión en Cuba y en Estados Unidos. Y me avisaban que una producción brasileña, a partir de un texto que escribimos entre cinco autores, estaría durante un mes en el Museum of Contemporary African Diaspora Arts, en Brooklyn. He dormido menos, en estos días de “cuarentena”, que en aquella mal llamada “normalidad”.

«El teatro, aunque encuentra su finalidad sobre la escena, es también literatura. Cuando decidí abrir en Telegram un canal para ir publicando algunas obras, el número de visitas superó mis expectativas. (Los textos están disponibles en t.me/yuniorgarciateatro).

«Poco a poco, el mundo se prepara para salir de esta fase. Y aunque es seguro que nada volverá a ser como antes, el teatro, como siempre, resistirá. Ya volverán a abrirse sus puertas al gran público y los actores regresaremos a las tablas. Allí, a pocos metros del espectador, es donde nuestro arte cobra verdadero sentido. Solo allí… cada frase resulta irrepetible y cada función se vuelve única. Allí quiero invitarte, desde ahora, para seguir construyendo sueños. Al final de la función, hablaremos… y nos daremos al fin, después de mucho tiempo, un abrazo real. ¡Hasta entonces!». 

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