Aunque cada año los clubes españoles juegan la pretemporada en Estados Unidos, a partir de 2018 podrían disputar partidos oficiales. Autor: Tomada del sitio web del Real Madrid Publicado: 25/08/2018 | 09:07 pm
Recién comenzada la temporada futbolística en España, el ambiente se empieza a poner gris. Resulta que la publicación a unos días de la noticia de que se disputará un partido oficial de La Liga en territorio estadounidense, ha provocado un enorme desacuerdo entre los miembros de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y los encargados del principal torneo ibérico.
Los jugadores, representados por el exatleta David Aganzo, alegan que tal decisión —fruto de un acuerdo entre La Liga y la empresa Relevant— no respeta sus intereses ni sus opiniones.
«No podemos permitir decisiones unilaterales», declaró Aganzo, luego de la reunión realizada este miércoles, en la cual participaron los capitanes de la mayoría de los clubes que integran la Primera División.
El presidente de la AFE ha calificado como «una falta de respeto que La Liga no cuente con los jugadores en decisiones de peso que les afectan directamente», y además expresó la existencia de un consenso entre los congregados en torno a una posible huelga, situación a la que no querrían tener que llegar, dijo.
No obstante, tal comentario tuvo su réplica por parte de los propios capitanes, quienes luego declararon que a pesar de haber manifestado sus quejas y mostrar su indignación acerca de la decisión de La Liga, en ningún momento hablaron de proponer una huelga, hecho que sí podría concretarse de cara a un encuentro programado para los próximos días.
En lo referente a la mencionada negativa, tampoco es que se trate de una oposición total a la realización de partidos oficiales fuera del país. Si así fuera, recientemente la Supercopa Española, disputada a partido único en Tánger, Marruecos, no hubiera sido posible. Tal idea, en la que todos estuvieron de acuerdo —AFE, Federación y La Liga— no es el problema, sino el cambio que implicaría cruzar el Atlántico, con las correspondientes adaptaciones a horarios y fechas, que terminarían lastrando el rendimiento y el estado físico de los protagonistas.
Claro que el tema no solo influiría en los deportistas, sino también en las aficiones, que se verían seriamente afectadas en caso de que sus equipos se trasladaran a miles de kilómetros para jugar.
Aún están pendientes las conversaciones de la AFE con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y con el Consejo Superior de Deportes del país ibérico, y de momento no se ha logrado tampoco que todas las escuadras de la élite se sumen a la iniciativa, ya que en la reciente reunión se ausentaron los representantes de Deportivo Alavés, Athletic Club, Eibar, Girona, Celta de Vigo y Sevilla.
¿Cómo terminará esta novela? Esperemos que la respuesta llegue pronto y sea satisfactoria para ambas partes: futbolistas y afición, a ver si de una vez los supuestos «dueños» del deporte se deciden a ponerse en el lugar de quienes realmente aman saltar cada semana a la cancha.
