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Góngora, el domador de Leopardos

A Góngora le vendría muy bien el mote de Domador de Leopardos, aunque reconoce que es un equipo difícil. «No hago nada especial contra ellos, solo busco cada victoria con mis mejores armas».

Autor:

Norland Rosendo

LAS TUNAS.- Parece que Dariel Góngora no sigue las noticias deportivas. No sabía que su nombre era titular casi todos los días desde que Las Tunas y Villa Clara pasaron a final. Tampoco nadie se lo dijo, y él, sin saber lo que estaba haciendo, impuso este domingo un récord para las series nacionales: le ganó seis veces al mismo rival en la misma temporada.

«Ni imaginaba que eso no lo había logrado nadie, solo me enfoqué en lanzar bien, en darle a mi equipo su segundo éxito en la final y ponerlo más cerca del campeonato. Después que gané fue que me enteré por el periodista Aurelio Prieto Alemán cuando me entrevistó», reveló en exclusiva para JR este joven de 26 años que estuvo a punto de no jugar más pelota porque los entrenadores decían que su tamaño y su peso no eran para este deporte.

Cuenta que con 11 años era jardinero central y también pitcher, pero le gustaba más batear. Fue cuando le cerraron las puertas de la EIDE en Camagüey debido a su físico y le dijo a su papá que hasta ahí llegaba su carrera como pelotero.

El viejo, más testarudo e iluminado que los técnicos, le respondió «de eso nada, tú no vas a dejar el béisbol», y siguió practicándolo por su cuenta.

«Es que el que nace para una cosa, por mucho que le quieran torcer el rumbo, siempre vuelve al camino», asevera el protagonista de la proeza monticular.

«Cuando tenía 17 años el entrenador Rafael Ofarril me dijo que le hacía falta un pitcher zurdo para el torneo juvenil, tuve un buen campeonato provincial y me incluyeron en el equipo de Camagüey bajo la dirección de Felipe Sarduy, un hombre que me inculcó disciplina y rigor, por eso lo que he logrado en mi carrera se lo debo a él, a mi familia y otros preparadores que también me han ayudado mucho.

«Ahí empezó todo de nuevo», dice el líder en juegos ganados en esta campaña con 14, aunque sigue siendo el mismo muchacho con libras de menos en su cuerpo.

«La falta de masa muscular la suplo con entrenamiento, trabajo el doble, esa es mi fórmula y entre los ejercicios que hago esta correr mucho», argumenta.

Góngora no tiene una recta que cruce, pero su secuencia de pitcheos habla de su inteligencia, pues combina su rompimiento y un cambio de velocidad incorporado a su repertorio con la recta en las zonas más vulnerables para los adversarios. «No me distraigo cuando estoy lanzando, casi no me muevo en el montículo, trato de no perder el enfoque», explica.

A Góngora le vendría muy bien el mote de Domador de Leopardos, aunque reconoce que es un equipo difícil. «No hago nada especial contra ellos, solo busco cada victoria con mis mejores armas. El sábado me pasé todo el juego analizando sus bateadores, porque ahora tienen una ofensiva más fuerte con la entrada de Stayler Hernández y Yunior Paumier».

Bronce con los Cocodrilos de Matanzas en la serie pasada, este año ya superó aquel resultado. «Las Tunas es un equipo muy unido con el que me siento cómodo, y si en definitiva gana será lo más grande en mi carrera deportiva», concluye Góngora, quien tiene entre sus ídolos del montículo a Adiel Palma y Vicyohandri Odelín.

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