Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Dos strikes sin un swing

Comisión Nacional de Béisbol se compromete a superar dificultades organizativas en el inicio del torneo sub-23

Autor:

Norland Rosendo

Antes de que el árbitro dijera play ball el sábado, ya la 6ta. Serie Nacional sub-23 tenía un strike cantado: Holguín no pudo viajar a Santiago de Cuba porque no le garantizaron alojamiento para esa subserie. Dicho así, muchos pensaron que era un problema organizativo de las autoridades locales, porque de otra instancia nadie se adjudicó, al menos de manera pública, la «culpa».

Pero estos son otros tiempos, lo que antes no rebasaba las fronteras de la prensa provincial, ahora trasciende con las redes sociales: la directora de Deportes en Santiago de Cuba, Alina Sánchez, colgó un post en su muro en Facebook el 20 de abril en el que dejaba claro que en el torneo sub-23 la sede asegura el alojamiento de su equipo y desde la Comisión Nacional se gestiona el del elenco visitante.

El domingo, los atletas de Las Tunas tuvieron que ir caminando desde el hotel hasta el estadio Julio Antonio Mella porque no estaba el ómnibus que debía moverlos. Un día después, se suspendió un juego en Matanzas porque no había árbitros en el terreno a la hora de empezar. Hubo quien quiso mojar el parque beisbolero con un aguacero que nunca fue para evitar la lluvia de críticas.

Entonces llegó una escuetísima nota a nuestra Redacción firmada por la Comisión Nacional de Béisbol asumiendo la responsabilidad por los juegos suspendidos.

Las autoridades de nuestro deporte nacional desaprovecharon una excelente oportunidad para informar, más que las sanciones aplicadas que tampoco se dicen cuáles fueron ni a quiénes, cómo van a evitar que se repitan hechos de esa envergadura.

Y cito el texto íntegro:

«La Dirección Nacional de Béisbol ha analizado en las últimas horas las causas que ocasionaron la suspensión de varios partidos en el inicio de la 6ta. Serie Nacional sub-23 años.

«En tal sentido queremos informar que la responsabilidad de esos sucesos es totalmente nuestra y se han tomado las medidas disciplinarias correspondientes.

«Ratificamos el compromiso de superar estas dificultades y llevar a feliz término el evento».

Y ya. Ni una línea más. Solo confirmaron lo que todo el mundo sabía. 

Hablamos de un torneo que merece prioridad, porque en él participa la mayoría de los talentos con los que cuenta Cuba para revertir sus malos resultados internacionales en los años más recientes.

De la lista de 34 que la Federación Cubana liberó para que pudieran negociar un pacto con algunas de las franquicias de Grandes Ligas antes de que Trump bloqueara sin argumentos sostenibles el Acuerdo con la MLB para regularizar el fichaje ordenado, natural y desde Cuba de los jugadores, solo uno, Norel González excede la edad límite (y por apenas un año) para vestir el traje de su respectiva provincia en este campeonato.

Que los muchachos dispongan de las condiciones previstas para que jueguen, disfruten y se sientan protagonistas, no puede ser un slogan ni una rutina. Lleva pensamiento, estrategia, previsión. También demanda disciplina y personal capaz en la organización.

El béisbol es un juego muy serio para los cubanos. Y en todas las categorías.

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