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Erislandy Savón intentará en Rusia despejar la nebulosa que dejó su triunfo en Lima. Autor: Osvaldo Gutiérrez/ACN Publicado: 07/09/2019 | 10:36 pm
Cuando mañana suene el primer campanazo de los jueces sobre los rings del Centro de Exposiciones de Ekaterimburgo, en Rusia, habrá comenzado el 20mo. Campeonato Mundial de Boxeo y, a la par, echarán a correr las aspiraciones del combinado cubano de reeditar el título logrado hace dos años en Hamburgo, Alemania.
Julio César La Cruz va por su quinta corona mundial.Fotos: Osvaldo Gutiérrez/ACN
En esta ocasión, en la ciudad conocida como la Ventana de Asia, la justa planetaria estrenará el formato de divisiones aprobado para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (52, 57, 63, 69, 75, 81, 91 y +91 kilos) y según declaraciones de las máximas autoridades de este deporte, los encerados rusos verán pelear a más de 400 concursantes de 87 países. Como consecuencia de esta repartición de divisiones, los dos debutantes cubanos en los recién finalizados Juegos Panamericanos de Lima, el minimosca Damián Arce (49 kg) y Osvel Caballero (56), este último titular regional en Perú, no podrán participar.
En la edición germana de este torneo en 2017, los nuestros se instalaron en la azotea del medallero gracias a cinco medallas de oro y dos subtítulos.
En Hamburgo, la tabla general por medallas cerró con los nuestros coronados por delante de Uzbekistán y Kazajistán. Los rusos y estadounidenses, históricos ocupantes junto a los caribeños de los lugares cimeros en estas lides, decepcionaron.
De la manita dorada en Hamburgo repiten en el equipo, en esta ocasión, Yosbany Veitía (52), Andy Cruz (63), Julio César La Cruz (81) y Erislandy Savón (91). El elenco cubano se completa con Lázaro Álvarez (57), Roniel Iglesias (69) y Arlen López (75). Además, en Rusia Savón tendrá la oportunidad de quitarse de encima las críticas por su oro limeño, quizá la presea más discutida y puesta en duda de todas las ganadas por nuestros púgiles en esa ocasión. Talento para ello hay.
El pinareño Lázaro Álvarez buscará en Rusia engrosar sus vitrinas con otro título. Foto: Tomada de Zimbio
La categoría de más de 91 kilogramos quedará desierta para los nuestros en esta ocasión, toda vez que el representante cubano en esa división, José Ángel Larduet, abandonó la base de entrenamiento que el equipo cubano realizaba en Alemania como preparación para la justa del orbe.
En nota enviada a los medios por la Federación Cubana de Boxeo, las autoridades criticaron su decisión, al expresar que «seleccionado para defender la división de más de 91 kilos, Larduet dio la espalda a ese compromiso y dejó en siete el número de atletas de una selección que condenó su actitud y ha ratificado el propósito de luchar sin tregua por retener el reinado conseguido en la versión precedente».
En la parada preparatoria en tierras germanas, los nuestros concretaron sesiones de trabajo arduas, con vistas a pulir las deficiencias mostradas en Perú, y ajustar las máquinas para una competencia que a todas luces es por mucho más complicada que unos Panamericanos, por los rivales a enfrentar.
Al respecto, el timonel Rolando Acebal aseguró hace unas jornadas al diario digital JIT que sus pupilos desarrollaron dos sesiones diarias, con todos los requisitos necesarios, y cada jornada incluyó sparrings con atletas de Alemania, Irlanda, Tailandia y Holanda.
En el Mundial, los rivales más complicados para los Domadores, a priori, son los locales, junto a kazajos, estadounidenses, búlgaros y azeríes. Pero no hay rival chiquito en esto de «danzar» sobre el ring. Los nuestros no deben confiarse, toda vez que solo aspiramos a siete medallas de 13 posibles. Digo esto porque, además de las ocho programadas para los hombres, se disputarán cinco entre las mujeres (51, 57, 60, 69 y 75). Y Cuba, bueno…
Creo que, dada la situación actual de nuestro movimiento deportivo en la arena internacional, es hora de que las autoridades competentes muevan ficha con respecto al boxeo entre mujeres. Son medallas potenciales que dejamos a otros y, más importante aún, sueños truncados para muchas atletas.
Cabe recordar que las citas mundialistas otorgaban previamente la clasificación olímpica, pero el Comité Olímpico Internacional (COI) retiró esta posibilidad debido a su enfrentamiento con la AIBA, por problemas de mala gestión y hechos de corrupción en el seno de la entidad boxística.
Como consecuencia, las primeras plazas cubanas para los Juegos Olímpicos de Tokio se definirán en el torneo clasificatorio de América convocado del 24 de marzo al 5 de abril del próximo año en Argentina.
Aunque se pinta difícil el cuadro para reeditar la actuación de hace dos años en Hamburgo, la historia muestra que nunca ha habido medias tintas para los púgiles cubanos a la hora de enfrentarse a un rival sobre el ring. Pase lo que pase en Rusia, los nuestros seguirán comandando la tabla histórica de medallas para estas citas universales y, de paso, tendrán una mesa de cata perfecta para ver qué dulces y qué huesos les esperan en Japón, el próximo verano.
