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Francisco Martínez fue, durante siete campañas, preparador físico de Holguín. Autor: Carlos Rafael Díaz Borges Publicado: 12/09/2020 | 01:04 pm
A finales de 2019, el profesor Francisco Martínez entrenaba a las chicas del béisbol de Primera Categoría de Holguín, cuando, también por esas fechas, fue colocado al frente del conjunto de los Cachorros, con vistas a la Serie Nacional 60.
Durante siete temporadas, a cargo de la preparación física del colectivo nororiental, se desempeñó anteriormente Martínez, quien, a sus 62 años, se convertirá en el decimosegundo mánager de la novena holguinera en la máxima competición de la pelota en la Isla.
«Paquito», como todos lo llaman, integró el cuerpo de dirección del último elenco holguinero que ha tomado parte en playoff (en la Serie 48) y dirigió por más de dos décadas al combinado del municipio de Rafael Freyre en lides provinciales, además, prestó colaboración técnica en par de períodos en tierras venezolanas.
Al mentor debutante no le asustan los cerca de 10 años alejado del ámbito beisbolero nacional, por ello expresa a JR que es consciente de que el rol asumido es bastante difícil, «pero haber estado distanciado me ha hecho actualizarme seriamente, porque el desarrollo tecnológico ha marchado de forma apresurada en nuestro deporte. Me ha tocado adaptarme y trabajar en base a las transformaciones de dicha etapa».
Para él es un reto que enfrenta «aplicando un gran deseo, amor y mucho corazón». Conocedor de que esta es una provincia con un público exigente, admite que eso demanda mucha voluntad de su parte.
«Las autoridades de acá han confiado en nosotros, como cuerpo de dirección, y responderemos a ese compromiso. Si ganamos en aspectos como disciplina e inteligencia, podremos cumplir», argumenta.
Los Cachorros se han planteado retornar a la postemporada. Foto: Nelson Rodríguez Roque
-Ha declarado que tendrán en el pitcheo una fortaleza. ¿Mantiene esa afirmación?
-Nos hemos reunido con los lanzadores y les comunicamos la responsabilidad que tendrán. Ellos deben ser la base fundamental del conjunto. Esperamos que el staff esté apoyado por una ofensiva efectiva. La exigencia con los pítchers ha sido alta, dado el nivel que poseen algunos.
«Decidimos sumar al lanzador zurdo Luis Ángel Gómez (llevaba dos temporadas fuera de los Cachorros), quien es muy inteligente sobre el box. Cuando se entrega a pitchear es difícil doblegarlo en nuestra pelota. Su comportamiento ha variado positivamente y el mejoramiento es visible en varios aspectos, como el peso corporal y la velocidad de sus envíos, que volvió a rondar las 85 millas por hora. Será uno de los cinco abridores, junto a Carlos Santiesteban, Rubén Oris, Rubén Rodríguez y Yusmel Velázquez, mas tenemos en franca recuperación de una lesión a Wilson Paredes, que en la tercera o cuarta subseries es probable que realice alguna apertura».
-Regresó Yeison Pacheco, luego de varias temporadas sin participación. ¿Pudiera ser él algo más que un atleta establecido?
-Es muy admirado por los integrantes del equipo y es uno de esos jugadores al cual siguen sus compañeros. Es «pícaro», carismático y muy trabajador en sus entrenamientos. Además, ha tenido resultados y se ha ganado el aprecio. Pacheco es un complemento de Franklin Aballe, nuestro capitán.
-¿Cómo rediseñaron la preparación para la Serie 60, tomando en cuenta las singularidades de la misma y los inconvenientes previos?
-Los peloteros, por supuesto, han notado el cambio en la preparación, diferente a las anteriores, por razones lógicas de duración de la competencia. Afrontarán muchos, por primera vez, un campeonato extenso y agotador.
«Estas semanas de reincorporación las hemos dedicado, en gran medida, a los juegos con tareas. Por ejemplo, situar corredor en tercera base sin out para buscar un fly de sacrificio, colocar hombres en primera y segunda almohadillas y concretar el toque de bola, perfeccionar la mecánica contra el doble robo, y otras variantes ofensivas y defensivas. El tiempo de preparación, en la etapa pos-COVID-19, ha sido muy corto, por eso se les ha puesto énfasis a la táctica y la técnica, sin descuidar la parte física, aunque nunca exigiendo grandes cargas».
