Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Zaguera, pero solo en la cancha

Juventud Rebelde propone un acercamiento a la joven frontenista Yasmary Medina Armenteros, quien se mantiene entre las mejores a nivel continental

Autor:

Lianet Escobar Hernández

Cuando se cuente la historia completa de Matanzas, hay muchos nombres propios que deberán ser citados en la primera oración. Además, como parte de esa «novela», habrá que dedicarle al menos un capítulo a sus más grandes atletas de todos los tiempos, entre quienes se incluye la joven pelotaris Yasmary Medina Armenteros, una mujer que no merece silencios y que llena de orgullo la  Atenas de Cuba.

—A inicios de 2020 tuviste buenos resultados en el Open de Panamá; sin embargo, llegó la COVID-19 y los planes de preparación se frenaron…

—En enero pasado en ese torneo hicimos algo inédito, que fue competir en la categoría para hombres, aunque los de tercera línea, pero obtuvimos oro, al igual que entre las féminas. Cuando llega el nuevo coronavirus todos nos vimos obligados a partir hacia nuestras casas y desde ahí seguimos cumpliendo con la preparación mediante un plan de entrenamiento que nos enviaba nuestros entrenadores vía online y así nos mantuvimos. Ha sido un poco difícil porque en 2020 teníamos la Copa del Mundo clasificatoria para los próximos Juegos Panamericanos, que debe celebrarse este año.

—Tu carrera deportiva es inmensa, ¿cuáles han sido tus mejores resultados?

—Sin duda los más importantes son las tres medallas de bronce en citas del orbe, más tres preseas de plata en Juegos Panamericanos y un segundo y un tercer lugar en Centroamericanos.

—Hace más de una década que defiendes la pelota vasca cubana, ¿qué se necesita para mantenerse por tanto tiempo en el equipo nacional de un deporte y, además, con grandes resultados?

—Disciplina, entrega y mucha disposición; esa ha sido siempre mi fórmula.

—Ustedes compiten de manera individual y a dúos, pero tanto el equipo femenino como el masculino son una gran familia, ¿crees que esto ha sido esencial en los resultados relevantes de la disciplina?

—Pues sí, para el plantel femenino el conjunto varonil constituye un eslabón muy importante en nuestra preparación, el jugar partidos con ellos eleva nuestro nivel puesto que no tenemos mucho roce internacional, además, siempre están dispuestos a ayudarnos, todos somos un gran equipo. Y entre nosotras está de más decir que somos muy unidas.

—¿Cómo ves el ascenso de la nueva generación de muchachas pelotaris?

—Sinceramente veo lejos la posibilidad de contar con un relevo seguro. A mi juicio se ha perdido mucho la competitividad, esas ansias de ganar, por ejemplo, en los juegos nacionales, que son el principio de todo atleta, el nivel ha bajado en demasía. Creo que es hora de rescatar esas ambiciones en la base.

—Cuando se habla de pelota vasca en Cuba muchos recuerdan las cinco finales de Lima 2019…

—Ese certamen me dejó muchas gratificaciones, entre ellas la de haberme estrenado como delantera en paleta, algo que siempre quise hacer y no había podido debido a que mi posición natural es como zaguera, la otra fueron las medallas de plata. Insatisfacciones solo una, la de haber estado en dos finales y no haber podido «agarrar» ningún oro, pero me fui muy contenta porque sé que lo di todo sobre la cancha.

—¿Qué significa el profesor Alejandro Placer en tu carrera?

—Todo. Mi otro motor de impulso. Además de ser mi entrenador lo considero mi amigo e incluso mi padre. Fue él quien me captó en mi provincia para el equipo nacional y desde ese entonces hemos trabajado juntos, y unidos hemos enfrentado disímiles obstáculos. Creo que sin Alejandro Placer no tuviese los resultados que poseo en la actualidad.

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