Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Tarde cruel para el tenis de mesa cubano

Daniela Fonseca y Jorge Moisés Campos estuvieron a punto de conseguir su boleto rumbo a los Juegos Olímpicos

Autor:

Eduardo Grenier Rodríguez

Hay una barrera finísima entre la gloria y el cataclismo. Fue una tarde infausta la de este miércoles para el tenis de mesa cubano, una radiografía de la crueldad impostada en el rostro de dos grandes deportistas. Jorge Moisés Campos y Daniela Fonseca acariciaron la clasificación olímpica, mas esta, reacia, se les escurrió entre los dedos como si fuera agua corriente.

Y pese a todo, deberían estar orgullosos los entrenadores y el resto de la comitiva criolla presente ayer en las instalaciones deportivas de la ciudad de Rosario, en Argentina, sede del Preolímpico continental de la disciplina.

El organigrama había amenazado con dejarlos fuera antes, mucho antes, situándoles a rivales de mayor alcurnia del otro lado de la mesa, pero tanto Campos como Fonseca mostraron su mejor cara, pelearon punto a punto como jabatos y casi pudieron oler el agradable tufo del olimpismo. Quedaron a un paso.

Jorge Moisés avanzó contra todos los vaticinios antes del duelo definitorio. Había derrotado al jamaicano Kane Watson (4-0), al paraguayo Marcelo Aguirre (4-0) y al ídolo local y favorito del duelo Gastón Alto (4-1), antes de chocar con el frontón puertorriqueño Brian Afanador en siete peleadísimos sets, incluso el último de ellos con el margen más cerrado posible.  

El habanero, que ya estuvo en la cita estival de Río, apostó todas sus armas y nunca fue inferior a Afanador, mas incluso un punto «caprichoso» a favor del boricua, al tocar la pelota el borde de la mesa en los últimos compases, atentó contra su afán de alcanzar el cupo hacia Tokio.

Lo de Daniela Fonseca tiene todavía más mérito. Apenas 18 años tiene la jovencita de Perico, Matanzas, y ya rozó con la yema de los dedos el gran sueño de su vida: asistir a unas Olimpiadas. En el partido final contra la puertorriqueña Melanie Díaz estuvo por encima 3-0 en la pizarra, antes de ver desmoronarse su ventaja y caer 4-3.

Jorge Moisés todavía conserva opciones de asistir a Tokio. Foto: Tomada del perfil de Facebook de la Unión Latinoamericana de Tenis de Mesa.

Antes, la yumurina había dejado detrás a la chilena Daniela Ortega (4-3) y a la mexicana Mónica Muñoz (4-0). No obstante, tanto ella como Moisés tienen todavía opciones de clasificar a la magna cita multideportiva, pues este preolímpico tiene la particularidad de estar dividido en dos certámenes.

Los cuatro cupos a otorgar por sexo para Japón son para los finalistas de cada torneo. En el segundo de ellos, que inicia este jueves, no estarán los que consiguieron su propósito en el primero y sí todos los eliminados de dicha justa, por lo que, además de Fonseca y Campos, Cuba volverá a contar con Idalys Lovet y Andy Pereira.

En todo caso, hay notas agradables que, suceda lo que suceda, quedan para beneplácito de los aficionados. Hace unos años, en entrevista publicada por JR el 22 de julio de 2017 cuando Daniela Fonseca tenía 15, mientras competía en la Ciudad Deportiva un evento caribeño de categorías inferiores, le inquirí sobre sus metas a largo plazo: «Por lo pronto, mi sueño es participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020», me dijo.

—¿No te parece demasiado ambicioso?, repliqué en aquel entonces.

—No, yo se lo dije a mi mamá antes de los Juegos de Río y tengo el deber de darle esa alegría a mi familia, a la gente del barrio.

El tiempo casi le da la razón. ¿O se la dará? El viernes tendremos la respuesta. 

 

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