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Francia gusta, y asusta

La selección gala se impuso a Bélgica en el otro partido semifinal de de la UEFA Nations League y se medirá a España en la final del próximo domingo.

Autor:

Luis Autié Cantón

Si tiramos de ránking, en la actualidad, hay poquísimos partidos que superen en calidad e intensidad a un encuentro que ponga campo de por medio a las oncena de Francia y Bélgica. Los Bleus, campeones del mundo e inquilinos del tercer escalón de la tabla elaborada por la Fifa. Los Diablos Rojos, de un juego tan vertical como ofensivo, líderes del escalafón. Ayer, en el Allianz Stadium turinés, hogar de la Juventus, la historia fue fiel a los pronósticos y la tarde nos regaló un encuentro fascinante correspondiente a la semifinal de la UEFA Nations League 2021, en el cual los monarcas del orbe supieron remontar un 2-0 en contra e imponerse tres goles a dos.

El equipo dirigido por Roberto Martínez salió al campo enfocado en revertir el resultado de hace tres años, cuando en el partido semifinal de la Copa del Mundo de Rusia los dirigidos por Didier Deschamps vencieron un gol por cero y los dejaron a un paso de probar la gloria. El recuerdo de aquel martillazo de Samuel Umtiti con la cabeza, a inicios del segundo parcial en el Estadio Krestovski, le taladraba la sien a cada jugador belga mientras se escuchaban los himnos nacionales. En aquel duelo estuvieron Courtois, Eden Hazard y Carrasco por el bando belga y Varane, Mbappé y Griezmann por los franceses.

La memoria y la sed de venganza se hicieron notar desde los primeros compases del partido. Cuando apenas corría el minuto tres el arquero francés Hugo Lloris evitó el gol de Kevin De Bruyne, tras un error del defensor Jules koundé. Una mano espectacular, abajo, pegada al palo, en la unión de la hierba con el metal, donde es muy difícil para los porteros.

Los franceses, aupados por los galopes vertiginosos de Kylian Mbappé y Paul Pogba, se acercaban al área rival con una economía de toques escandalosa. Pero Bélgica, con la adrenalina revuelta por el recuerdo y la rabia de la eliminación previa, golpeó primero.

Con 20 minutos en el reloj, y la convicción de bajar las marchas y crear asociaciones más certeras, los belgas se encomendaron a De Bruyne y Eden Hazard como elementos desequilibrantes y creadores. Y dio resultado. Siete minutos después, de la nada, Yannick Carrasco apareció, y de un remate de derecha, a la altura de la palma de una mano, logró batir a Lloris, para poner el 1-0 en el luminoso.

Los belgas, en el culmen de su juego, no le dieron tiempo a Francia para reaccionar. Romelu Lukaku, una bestia en el campo, marcó un golazo desde la derecha, entrando al área después de un control dirigido soberbio. Dos cero para Bélgica al descanso, y para los franceses, la sensación de tener por delante los 45 minutos más largos en mucho tiempo.

No obstante, la selección gala tiene dos elementos que la hacen muy peligrosa: la capacidad de jugar todos los partidos como si fueran una final…y a Mbappé.

El jugador del Paris Saint Germain, virtuoso donde los haya, se sacudió a la defensa y le sirvió el balón a Karim Benzema quien, rodeado de cinco defensas rivales, se sacó un gol soberbio.

Luego, el propio Mbappé fue el encargado de cobrar un penal—previa revisión del VAR—pitado tras una caída de Griezmann en el área. Y lo cobró duro, perfecto, a la izquierda superior del arquero. Imparable. Desde el punto de cal dibujado a once pasos de la red también se anotan golazos.

A partir del empate, el juego se escoró aún más hacia la mitad del campo defendida por Bélgica. Los Diablos volvieron a sacar las garras, por única vez, en los últimos tramos del partido, pero el VAR sentenció un milimétrico fuera de juego de Lukaku que hubiera supuesto, quizá, el final del partido. Y digo quizá porque, repito, Francia sabe sufrir, le gusta sufrir. Y ganar, ganar le encanta.

Justo después de que un tiro libre de Pogba arrancara la pintura al larguero defendido por Curtois, Theo Hernández firmaría, quizá, el momento más importante de su carrera, hasta la fecha. En el minuto 90 el jugador del Milan descerrajó un zurdazo imparable, para poner a los del «gallo» en la final frente a España. Cabe destacar que Theo y Lucas, que jugaron los noventa minutos sobre el césped turinés, son los primeros hermanos que comparten la titularidad en la selección francesa desde 1974.

La final de la UEFA Nations League se disputará el domingo próximo en el histórico San Siro, sede de los varias veces titulares de Europa, el AC Milan y el Inter. En esta edición tendremos a un nuevo monarca, toda vez que el vigente campeón, Portugal, no se clasificó a la fase decisiva.

 

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