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La Revolución Cubana continúa empeñada en elevar la calidad de vida, el bienestar y la justicia para el pueblo

La Isla confirmó ese propósito cuando su canciller,  Bruno Rodríguez Parrilla, presentó la víspera el Informe Nacional de Cuba al Tercer Ciclo del Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos (CDH), con sede en Ginebra

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Juventud Rebelde

GINEBRA, mayo 16.— El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, ratificó el firme compromiso del país con las garantías para el ejercicio de los derechos humanos, y afirmó que «a pesar de los logros alcanzados por Cuba en materia de promoción, protección y realización de los derechos humanos, tenemos insatisfacciones y nos esforzamos para resolver las dificultades».

Durante la presentación del Informe Nacional de Cuba al Tercer Ciclo del Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos (CDH), con sede en Ginebra, la víspera, Rodríguez Parrilla también señaló al recrudecido bloqueo de Estados Unidos como principal obstáculo para el desarrollo económico y social de su país, y denunció que esa injusta política viola los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, y representa una flagrante, masiva y sistemática violación de los derechos humanos de todo el pueblo cubano, a la par que califica como acto de genocidio, a la luz de la Convención para la prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948.

El titular de Relaciones Exteriores también explicó que el derecho a la vida ha continuado siendo una prioridad para su país y expuso que la Revolución Cubana continúa empeñada en elevar cada vez más la calidad de vida, el bienestar y la justicia para el pueblo materializando todos los derechos humanos.

También aseveró que el modelo de desarrollo económico y social cubano busca construir una nación «soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible, por medio del fortalecimiento de la institucionalidad de nuestro sistema político, de carácter genuinamente participativo, con pleno apoyo popular».

«La dignidad de los cubanos era mancillada y la cultura nacional agredida», apuntó el Ministro al recordar la Cuba después de la ocupación de EE. UU. y antes de 1959, y agregó que la Revolución Cubana, liderada por Fidel, transformó esa realidad. Esa voluntad de proteger la dignidad humana, proveer igualdad de oportunidades, y «conquistar toda la justicia», ha sido invariable e inquebrantable hasta hoy.

El Ministro cubano del Exterior dio cuenta de los pasos de Cuba para perfeccionar su modelo de desarrollo económico y social, y del fortalecimiento de la institucionalidad de su sistema político, del que destacó su carácter genuinamente participativo, con pleno apoyo popular, así como el fortalecimiento del marco jurídico-institucional.

El fortalecimiento de la atención a la ciudadanía; el reconocimiento del derecho a la integridad física y a la inviolabilidad de la persona; el cumplimiento de las garantías del debido proceso; la no existencia de venta ni de tráfico de armas de fuego, fueron otras de las realidades cubanas expuestas por el Canciller.

Se refirió además al fortalecimiento de la participación popular en la toma de decisiones gubernamentales y el ejercicio de las libertades reconocidas en la Constitución y las leyes, incluyendo los derechos civiles y políticos, que están plenamente protegidos, afirmó.

En el país hay una amplia pluralidad de ideas, y existe un rico debate acerca de los más diversos temas de la vida política, económica, social y cultural de la nación, dijo, y evocó el proceso de consultas de los documentos sobre la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, y las Bases para el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, en el que participaron más 1 600 000 cubanos.

El ejercicio democrático en Cuba es continuo, sobre la base de nuestro modelo de democracia, legítimamente constituido, participativo y popular, en tanto se incrementa la efectividad del control ejercido por la ciudadanía sobre la actividad de los órganos estatales, los representantes electos y los funcionarios públicos, señaló.

No existe un único modelo de democracia, ni una fórmula preestablecida o acordada sobre este concepto, afirmó más adelante, y recordó que en las recién concluidas elecciones de los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, acudió a las urnas el 86 por ciento de los electores, con un 94 por ciento de boletas válidas. En la Asamblea Nacional está representada la sociedad cubana en su amplia diversidad, señaló.

Igualmente se refirió a los avances alcanzados en la promoción del derecho a la plena igualdad; y en la lucha contra elementos de discriminación por el color de la piel y contra la mujer, que subsisten en la conducta de algunas personas. Se trata de un objetivo permanente, dijo.

En igual sentido se pronunció acerca de la prevención y el enfrentamiento a manifestaciones de discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género, y el fortalecimiento a los programas de atención y protección a la niñez y la adolescencia, a las personas de mayor edad y a las personas con discapacidad.

La sociedad civil cubana se consolida como un actor cada vez más importante, aseguró el Ministro, quien dijo que el espacio asociativo cubano abarca más de     2 200 organizaciones, y se fortalece.

Rodríguez Parrilla afirmó que la garantía para el ejercicio de los derechos humanos es una obligación prioritaria del Estado cubano y que cada esfera de la vida social cuenta con miles de defensores de estos derechos, cuya labor tiene el reconocimiento y apoyo gubernamental.

Pero aclaró que, al igual que en muchos otros países en los que también existe el Estado de Derecho, en Cuba no se puede quebrantar la legalidad o intentar subvertir, al servicio de una agenda externa de cambio de régimen, «el orden constitucional y el sistema político que los cubanos hemos escogido libremente». 

Quienes así operan, no merecen el noble calificativo de defensores de los derechos humanos, sino califican como agentes de una potencia extranjera, según buena parte de las legislaciones occidentales».

También recordó que su país ha continuado fortaleciendo su cooperación con los mecanismos de la ONU que atienden el tema de derechos humanos y ha cumplido con rigor los compromisos y obligaciones adquiridos, al tiempo que ha continuado promoviendo iniciativas en el Consejo de Derechos Humanos y en la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU en defensa de los derechos humanos, incluidos el derecho al desarrollo y a la paz.

Nos hemos opuesto, consistentemente, a los intentos de manipular políticamente dichos órganos; a la selectividad y los dobles raseros, advirtió.

En cuanto a las insatisfacciones y las dificultades persistentes, el Ministro dijo que «somos conscientes de las dificultades y carencias en la vida de nuestros compatriotas. Como señaló el entonces Presidente Raúl Castro Ruz en diciembre pasado, cito: «En este período se ha reforzado e intensificado el trabajo con una mayor integralidad y alcance, de modo que seamos capaces de, a la par que unificamos el sistema monetario, superar las distorsiones existentes en materia de subsidios, precios y tarifas mayoristas y minoristas y, como es lógico, las pensiones y los salarios del sector estatal de la economía», fin de la cita.

«Asimismo, se realizan ingentes esfuerzos para, en condiciones financieras adversas, preservar el poder adquisitivo de los salarios y pensiones, mejorar el acceso a la alimentación, la vivienda adecuada y el transporte público, al igual que se preserva e, incluso aumenta la calidad de la educación y la salud públicas con cobertura universal y gratuita. En Cuba, jamás quedará nadie desamparado».

Rodríguez Parrilla recordó los daños que el bloqueo ocasiona a Cuba, mas, afirmó que se continuará avanzando, con paso firme y seguro, sobre la base de la voluntad política y el empeño del Gobierno y el pueblo cubanos, en la construcción de una sociedad cada vez más libre, democrática, participativa, justa y solidaria.

Estamos abiertos al diálogo y brindaremos aquí las informaciones necesarias sobre la base del respeto y la objetividad que deben caracterizar a este ejercicio, dijo.

No a la manipulación

De nuevo en el uso de la palabra luego de las intervenciones que siguieron a la presentación del Informe cubano, Rodríguez Parrilla agradeció a los oradores y a quienes realizaron recomendaciones sobre la base del respeto a los principios de soberanía y no injerencia en los asuntos internos, aunque «un número significativamente minoritario de recomendaciones tienen un carácter injerencista y contrario al ánimo de cooperación y respeto en que se basa este ejercicio», dijo más adelante.

El Ministro cubano consideró «lamentable» que algunos países continúen manipulando la cuestión de los derechos humanos con fines políticos, para justificar el bloqueo a Cuba y el «cambio de régimen».

No tienen ninguna autoridad moral y, por el contrario, son autores de amplias, bien documentadas e impunes violaciones de los derechos humanos; atentan contra los objetivos del Examen Periódico Universal e insisten en la selectividad, los dobles raseros y la politización de los derechos humanos, denunció.

Esas prácticas, que en estos años se han empezado a reproducir, hundieron en el descrédito a la extinta Comisión de Derechos Humanos e impusieron su sustitución por este Consejo, recordó Rodríguez Parrilla. Por mal camino transitaremos si permitimos que esas desviaciones se consoliden en sus labores, alertó.

El diálogo respetuoso, con apego a los principios de objetividad, imparcialidad y no selectividad, y el respeto a la libre determinación de cada pueblo para decidir su propio sistema político, económico, social y cultural, y su modelo de desarrollo, es el sustento imprescindible de la cooperación internacional en esta materia, dijo, y aseguró que su país examinará con profundidad las recomendaciones que se le formularon y les daremos respuesta en septiembre de 2018, aseguró.

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