Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Cuba no debiera ser objeto de las pugnas entre republicanos y demócratas

Debe actuarse antes de que sea demasiado tarde, expresó en conferencia de prensa el ministro de Relaciones Exteriores cubano

Autor:

Marylín Luis Grillo

Las familias cubanas no debieran ser rehenes de las luchas políticas en Estados Unidos, aseveró el canciller de la Isla, Bruno Rodríguez Parrilla, al condenar las medidas coercitivas impuestas por Washington, y realizar un llamado «a la comunidad internacional a detener la insensatez y la irresponsabilidad» de ese país.  

Debe actuarse antes de que sea demasiado tarde, expresó en conferencia de prensa el ministro de Relaciones Exteriores. Esta peligrosa escalada ha de ser detenida por el bien de los pueblos de Cuba, de Estados Unidos, de la región y de todos los del planeta.

El mundo no puede permitirse permanecer impasible mientras se convoca a destrozar países impunemente, como ha ocurrido en otras regiones del planeta y ocurre hoy, agregó.

Al iniciar su intervención, Rodríguez Parrilla puntualizó que amanecimos este jueves con la noticia por parte del Departamento de Estado de la actualización de la llamada lista de entidades restringidas o sancionadas, que, según la cuenta de ese país, suman 219 con la incorporación de cinco supuestamente nuevas.

«Todas las medidas anunciadas castigan a las cubanas y cubanos, castigan a todas las familias, sin excepción, en Cuba. Castigan también a las familias estadounidenses y a las personas de buena voluntad en ese país», dijo.

«Constituyen, en particular, incentivos a la migración irregular e insegura de ciudadanos cubanos, alientan el tráfico de personas, alimentan a las bandas que se dedican a la trata de personas y crean condiciones de riesgo que costarán vidas a personas que desean utilizar esas vías irregulares».

Denunció que las familias cubanas no debieran ser rehenes de las luchas políticas intestinas en Estados Unidos, de la política inmoral y sucia que hoy prevalece en ese país, de los odios y rencillas que la política oficial atiza; no debieran ser rehenes de la competencia feroz entre republicanos y demócratas.

Y Cuba —aseveró el Canciller—, que no tiene relación alguna con esa lucha partidista, no debiera ser en modo alguno objeto de las pugnas entre republicanos y demócratas.

Los cubanos confiamos en la fuerza de la verdad, del derecho y de la justicia, afirmó el Canciller y apeló a los gobiernos, parlamentos, fuerzas políticas, movimientos sociales, populares, reivindicativos, indígenas, a los representantes de la sociedad civil, a los escritores y artistas, académicos, científicos, periodistas e intelectuales.

«Esperamos la acción de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de la Organización Mundial del Comercio y de otras instancias multilaterales. Esperamos solidaridad del Movimiento de Países No Alineados, del Grupo de los 77, de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, de toda la comunidad internacional y de la opinión pública mundial».

Una Política Condenada Al Fracaso

«Al igual que en el pasado, la política que ahora se endurece está condenada al fracaso y a acrecentar el aislamiento del Gobierno de EE. UU.», sentenció Rodríguez Parrilla, y mencionó los daños que generan las nuevas directrices de la Casa Blanca.

Cuando el señor John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, anunció restricciones de viajes a la ya muy limitada libertad de viajar de los ciudadanos estadounidenses al prohibido destino de Cuba, no lo hizo teniendo en cuenta la opinión de los electores, en particular de los 650 000 ciudadanos norteamericanos que visitaron nuestro país en 2018, ni en el medio millón de cubanos residentes en ese país que también lo hicieron, comentó el Canciller.

Cuando anuncia restricciones a las remesas, prosiguió, no solo lastima los intereses en ingresos de nuestro pueblo, lesiona la libertad y el derecho de las personas de los EE. UU. de enviar las remesas. Esas medidas dañarán al sector cuentapropista.

Con la eliminación de los servicios consulares, con el incumplimiento de la obligación jurídica del Gobierno de EE. UU. de concedernos no menos de 20 000 visas anuales para migrantes y con la suspensión de las visas temporales de entradas múltiples para cubanos se lesionan los derechos de nuestros ciudadanos y de los residentes en Estados Unidos, de sus familias y de los propios norteamericanos, enfatizó.

La esencia de las medidas anunciadas implican también un reforzamiento del bloqueo mediante la estricta aplicación de la Ley Helms-Burton, precisó en otro momento de la rueda de prensa.

Esta Ley, explicó el Ministro, junto con las acciones específicas que ahora se anuncian, crearán necesariamente efectos financieros, dañará a las entidades cubanas, generarán mayores dificultades y carencias a nuestro pueblo.

«La meta declarada es asfixiar la economía, castigar al pueblo cubano en su conjunto con la finalidad de arrancar concesiones a nuestro pueblo. Así ha sido siempre y ahora lo será aún más», afirmó.

Pero a pesar del indudable impacto económico, no podrán mover un ápice la firme determinación de resistencia de cubanas y cubanos, ni acercarán en lo absoluto a la realidad el viejo anhelo —el espejismo—, de derrocar la Revolución Cubana y controlar los destinos de Cuba, sentenció.

Rodríguez Parrilla precisó, además, que la Isla garantizará las condiciones jurídicas y honrará todos sus compromisos, seguirá impulsando el acercamiento con quienes han establecido líneas de intercambio económico, comercial, de beneficio mutuo. Afirmó: «favoreceremos y continuaremos ampliando los vínculos entre la nación y la emigración».

Las mentiras de un imperio

«El Gobierno de Estados Unidos, a falta de argumento o razón alguna, tiene que acudir nuevamente a las mentiras más descarnadas para intentar justiciar sus acciones», sentenció el Canciller cubano.

Siempre lo ha hecho, prosiguió al hablar de las coartadas infundadas, pero ahora lo hace de una manera más desvergonzada que nunca: ha acusado a Cuba de atacar a los diplomáticos estadounidenses, de violar los derechos humanos, de ser responsables de la situación que experimenta Venezuela, de constituir una amenaza para los EE. UU. y de representar los intereses de potencias extrarregionales en nuestro hemisferio.

Denunció que el Departamento de Estado se afana en decenas de capitales, en todas las latitudes del planeta, en movilizar esfuerzos para agredir económicamente a la Mayor de las Antillas, y mencionó un documento clasificado del Gobierno de EE. UU. en el que expresan como argumento de las medidas adicionales del bloqueo económico, político y comunicacional contra Cuba la presencia de militares y servicios de inteligencia, de oficiales del ejército de la inteligencia cubanos en el Estado venezolano.

«Es una vulgar calumnia que otra vez desmiento. Cuba no posee tropas ni fuerzas militares ni participa en operaciones militares ni de seguridad en la hermana República Bolivariana de Venezuela».

«Ese propio memorando dice que se celebró el despliegue de unidades de fuerzas especiales cubanas hacia la frontera de Colombia y Venezuela para la realización de ejercicios militares provocadores. Miente, le invito a que presente evidencia». 

El infame documento dice que los cubanos se han insertado fuertemente en PDVSA, de donde desvían recursos petroleros hacia Cuba, disimula el señor Bolton, asesor de Seguridad Nacional, el robo desvergonzado de la filial Citgo de los dividendos del petróleo venezolano, acusó el titular de Relaciones Exteriores.

El documento de Washington solicita a los Gobiernos condenar públicamente la conducta de Cuba y los llama a utilizar todos los instrumentos diplomáticos y económicos a su alcance contra nuestro país. No obstante, ante la prensa nacional y extranjera, el diplomático agradeció las expresiones de Gobiernos de distintas partes del mundo y las voces que desde Estados Unidos se han pronunciado claramente en rechazo a estas medidas. Celebro que entre esas voces están muchos cubanos que allí residen, dijo.

La Sombra Monroe

«Nadie debiera olvidar que la Doctrina Monroe ha estado históricamente asociada al uso de la fuerza por parte del imperialismo norteamericano en América Latina», precisó Rodríguez Parrilla.

La política exterior de Estados Unidos constituye una real amenaza sobre la región, que decidió soberanamente declararse como Zona de Paz. Quienes hoy conducen la política exterior de EE. UU. se han empeñado en convertir el área en una zona de conflictos y amenazan la paz y la seguridad internacional, agregó.

El PIB de Estados Unidos, ejemplificó el Canciller, es más de 200 veces el de Cuba, su territorio multiplica por 89 veces el de esta pequeña Isla, su población es 30 veces mayor. Hay 87 veces más teléfonos celulares en EE. UU. que en Cuba, hay 38 veces más usuarios de redes; y ese país, que alberga un cuarto de millón de soldados en 800 bases militares en 80 países y que ejerce hoy como una superpotencia en el planeta, amenaza a una isla pequeña pero resguardada por el valor y la unidad de sus pueblos y el extraordinario simbolismo de su historia.

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