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El reloj de la Covid-19 va más aprisa que el de Trump

Ya Estados Unidos tiene el número uno en casos positivos de la pandemia global y en la Casa Blanca el interés mayor es salvar la economía del país y no precisamente las vidas humanas

Autor:

Juana Carrasco Martín

«Usted no marca el tiempo, el virus lo hace». Así ha dicho el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, una alusión directa a los intentos del presidente Donald Trump y algún que otro político estadounidense de poner límites de tiempo concretos a la pandemia del SARS-CoV-2.

Un periodista de la cadena CNN le preguntó sobre diferentes proyecciones de Estados y jurisdicciones que han dado plazo a las medidas de distanciamiento social y los cierres de instalaciones para prevenir la propagación del nuevo coronavirus. 

Lamentablemente, la Covid-19 confirmó la ostentosa pretensión del presidente Trump «America First», y el jueves llegó a ese escalón cimero, al confirmarse por el registro de las Universidad John Hopkins más de 82 400 casos positivos, sobrepasando a China con 81 782 casos e Italia con 80 539 del letal virus.

El viernes, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) totalizaba 85 356 positivos al virus y 1 246 fallecidos.

También el jueves, por fin los senadores aprobaron el proyecto presentado por Trump para impulsar la economía del país, la prioridad del mandatario frente al combate de la pandemia, lo que le ha valido críticas de muchos porque pensar primero en los capitales que en la vida humana.

El viernes la Cámara de Representantes, no sin gran debate, dio también su visto bueno a la enorme partida de dos billones de dólares (dos millones  de millones) de los cuales lo más sustancioso va a manos de los industriales  más afectados por la pandemia (500 000 millones de dólares) e  igual suma para pagos directos de hasta 3 000 dólares a cada familia estadounidense. Otros 350 000 millones de dólares en préstamos para pequeños negocios, 250 000 millones de dólares de ayuda al desempleo y solo, fíjese bien, solo 75 000 millones de dólares para hospitales.

Muchos de los representantes liberales criticaron el proyecto de ley porque favorecía a los corporativos (aerolíneas y hoteles, preferentemente) sin disponer mayores protecciones a los trabajadores, como ampliación de vacaciones pagadas y la seguridad, «particularmente para los  trabajadores médicos en las primeras líneas de diagnóstico y tratamiento del coronaviru», reportaba The Hill.

Los demócratas también habían presionado para incluir más fondos para pensiones, cupones de alimentos y atención médica para quienes contraen el virus, agregaba la publicación, que citaba el anuncio anticipado de la Speacker Nancy Pelosi, de que estas serán parte de una cuarta ronda de alivio al coronavirus en las proximas semanas.

Todas esas provisiones, le dijo Pelosi en una llamada del jueves, será parte de la siguiente cuarta ronda de alivio del coronavirus en las próximas semanas.

Volviendo al comentario del  Dr. Fauci, dentro de un par de semanas se sabrá quien tiene la razón, si Trump quien de manera  desatinada ha dicho que la economía se abrirá para la festividad de la Pascua, porque para entonces descenderá la curva de la infección.

Pudiéramos decir que como le dicta habitualmente su prepotencia, Trump ignora a expertos ante las serias amenazas de la pandemia.

El mandatario, en el más reciente presupuesto del país, se preocupó más por incrementar el  gasto militar, mientras redujo sustancialmente las partidas para la investigación de enfermedades, haciendo caso omiso a los  expertos. Como es lógico, esto haría más difícil el enfrentamiento a cualquier emergencia sanitaria, y resulta que apareció el SARS-CoV-2, transformándose rápidamente en una pandemia global a la cual debiera hacérsele frente de manera mancomunada por todas las naciones, única vía efectiva para darle respuesta a la situación. 

Russia Today, en uno de sus numerosos reportes sobre lo que ocurre en el mundo en la actual crisis, divulgaba la apreciación de la profesora de Políticas y Finanzas Públicas de la Universidad de Harvard, Linda J. Bilmes, para quien Trump hizo justamente lo contrario a lo recomendado por los expertos y en un artículo publicado en The Conversation, la académica señalaba el recorte de 1 300 millones de dólares al presupuesto anual del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) del Departamento de Salud de EE.UU. La reducción representa un 20 por ciento del presupuesto de 2019.

«Como especialista en presupuestos, reconozco que hay muchos reclamos sobre los recursos públicos. Pero cuando se trata de salud pública, creo que es vital invertir en prevención. Dejar al CDC sin recursos críticos hará más difícil para el Gobierno reaccionar rápidamente a una emergencia sanitaria», escribió la especialista.

El problema mayor es que esa ha sido una decisión recurrente del magnate desde que asumió el control de la Casa Blanca.

Citaba  Russia Today otra precisión de la profesora Bilmes: se redujo el presupuesto de las investigaciones del CDC en materia de enfermedades zoonóticas (transmitidas de animales a los humanos) una categoría en la que la Covid-19.

Con la enorme bolsa aprobada por el Congreso, posiblemente el presidente Donald Trump este ya firmando la legislación y publicitándola como un triunfo sobre la Covid19, pero lo real es que ahora la norma la dicta el nuevo coronavirus.

Las autoridades de salud, incrementan sus advertencias, pues están profundamente preocupados por el brote que ya ha desbordado los hospitales de la ciudad de New York, como si un gusanito estuviera horadando a la Gran Manzana.

De igual manera se teme que ocurra en otras ciudades de Estados Unidos y Anne Schuchat, subdirectora principal de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, dijo que su agencia está viendo señales tempranas de que el número de casos en otras ciudades ya está empezando a aumentar.

En un forcejeo constante, Trump se mantiene en su deseo de reabrir la economía estadounidense y aproximarse a una vida normal…

…Aunque en ese zigzagueo constante al que tiene acostumbrado este último viernes de marzo el jefe de la Casa Blanca dijo: «China ha pasado por mucho y ha desarrollado una fuerte comprensión del virus. Estamos trabajando estrechamente juntos. Mucho respeto!»

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