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Pasan de 15 millones las infecciones por COVID-19

Los registros de la Universidad Johns Hopkins confirman la velocidad con que se propaga la enfermedad en el mundo y en Estados Unidos, Trump recurva ante la crisis

Autor:

Juana Carrasco Martín

EL miércoles en la tarde el mundo sumaba 15 000 424 contagiados con la COVID-19 y 617 832 fallecimientos, según los datos de la Universidad Johns Hopkins, y Estados Unidos liderando tan lamentables números. Sin embargo, The Guardian afirmaba que las cifras pueden ser mucho mayores, debido a que no se hacen las suficientes pruebas en busca de contagiados.

En EE. UU. contaban 3 915 780 personas que han enfermado en la pandemia,  seguido de Brasil con 2 159 654 y la India ya tenía 1 193 078; mientras que el Reino Unido, aunque con mucho menor  número de casos confirmados: 297 951, ocupa el tercer puesto en la lista de muertes con 45 586.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó una sesión de preguntas y respuestas en vivo y al preguntársele sobre las mascarillas protectoras o nasobucos, la doctora Maria Van Kerkhove, la principal técnica sobre la COVID-19, dijo que la agencia recomendaba su uso, especialmente para los trabajadores de la salud, aquellos que presentan síntomas del coronavirus, en situaciones donde no es posible el distanciamiento físico, y particularmente en reuniones en lugares cerrados.

Por su parte, el doctor Mike Ryan, director ejecutivo de los programas de emergencia de la OMS, advirtió que las escuelas son un microcosmos de la sociedad cuando se trata de la propagación de la COVID-19.  Si hemos propagado el virus en nuestra comunidad, y esa propagación es intensa y generalizada, entonces esa enfermedad también se propagará a través de la escuela, informó The Guardian.

Sabemos que los niños pueden propagar la enfermedad. Afortunadamente, la gran mayoría de los niños no sufren una enfermedad muy grave, pero eso no significa que no puedan participar en el proceso de transmisión, subrayó el especialista.

Entretanto, la prensa estadounidense —entre ellos The Hill— reportaba el nuevo cambio de posición del presidente Donald Trump ante la pandemia, luego de un largo periodo en que ha recibido fuertes críticas de expertos, políticos y la opinión pública, por lo que se estima —con razón— una negligente respuesta al peligroso virus.

Esto le ha llevado a un bajón en su popularidad con vistas a las elecciones de noviembre próximo, poniendo en riesgo su reelección y el martes celebró la primera rueda de prensa de la Casa Blanca sobre la situación, desde el mes de abril.

Ahora Trump reconoció por primera vez que la situación «desgraciadamente empeora en lugar de mejorar» y, aunque hasta el momento ha hecho todo lo contrario, asevero que su administración «no se detendrá ante nada para salvar vidas y proteger a los vulnerables».

Otra primera vez de Trump llegó desde su cuenta en Twitter @realDonaldTrump cuando publicó su foto usando el tapabocas, y saludándolo como una cosa «patriótica» para hacer.

Hipócrita y oportunista —pues durante largos meses se vanaglorió de sus anticientíficos criterios sobre la pandemia a la que consideraba desaparecería por si sola o para la cual proponía algunos absurdos métodos para combaltirla—, el mandatario dijo ante los periodistas: «Le pedimos a todo el mundo que cuando no seas capaz de distanciarte socialmente, usa una máscara».

En la gran mayoría de los estados de la Unión hay un alarmante resurgimiento de los casos, con nuevos récords diarios de contagios, y suman más de 140 000 personas que han fallecido, pero no pocas personas han estado siguiendo las percepciones negativas de Trump sobre la pandemia y contribuido a la propagación, incluidas protestas armadas de extremistas seguidores del magnate-presidente contra gobernadores demócratas que habían impuesto fuertes restricciones para evitar el contagio.

Podrá Trump cambiar ahora la situación, esa es una preocupación para los republicanos que señala The Hill, pues ha sido mucho tiempo de no tomar seriamente la crisis catastrófica en la que está sumergida esa nación, por demás cada vez más polarizada en este y en otro muy serio y estructural problema: el racismo.

La cosa es bien seria para sus aspiraciones, téngase en cuenta que una encuesta de su aliada Fox News revelo el domingo que Joe Biden tiene una ventaja de 51 a 34 sobre Trump respecto a quien ha hecho mejor trabajo en el tema de la COVID-19.

Sin embargo, aunque la motivación sea tan espuria, es positivo que por fin el presidente —si es que no da otra marcha atrás como acostumbra—, mire el problema con los pies sobre la tierra, por la seguridad de quienes residen en Estados Unidos.

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