Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El momento del frente más amplio

Que la nueva Carta Magna siente las bases de un Chile nuevo dependerá ahora de los consensos del progresismo

Autor:

Marina Menéndez Quintero

No hubo sorpresas. El descreimiento de tantos chilenos en la política tradicional e, incluso, en los partidos menos viejos, ha tenido su expresión en la elección de quienes integrarán la Convención Constituyente: con 48 asientos del total de 155, quienes más curules ocuparán serán los candidatos independientes.

Empero, la primera lectura tras la votación del fin de semana para elegir a los encargados de redactar la nueva Carta Magna —peleada bajo las balas— muestra un voto de castigo a la derecha que era evidente ya en las protestas: una derrota de la cual el presidente Sebastián Piñera asegura haber tomado nota…

Con 37 aspirantes electos, Chile Vamos, la única coalición derechista, resultó la agrupación más votada. Sin embargo, los sufragios alcanzados no le proveyeron del tercio más uno que necesitaba para impedir postulados radicales en el texto que se redacte,  pues cada artículo necesitará de dos tercios para aprobarse.

Es esa coyuntura la que grafica el sonado fracaso de quienes quieren mantener al Chile pinochetista igual y, también, la que obliga a las fuerzas opuestas con asiento en el foro —léase antineoliberales— a rebasar los límites de las parcelas estrechas que les impidieron concurrir en bloque a la elección, y buscar en lo adelante los amplios consensos.

Estarán en esa posibilidad los representantes de Apruebo Dignidad, que obtuvo 28 escaños y está integrada por el Partido Comunista y el Frente Amplio, entre otras organizaciones de izquierda; los de la lista Apruebo, con la presencia del Partido Socialista, Partido por la Democracia y el Partido Radical, así como los 17 constituyentistas que representarán a los pueblos originarios.

La misión no es de poca monta cuando se sabe que no hay una propuesta de texto pensado, al menos, entre todas esas fuerzas distintas a la derecha.

Pero los desafíos todavía pueden ser mayores si se repara que la mayoría antisistema tendrá su más amplia base, precisamente, en los candidatos independientes.

Aunque la mayoría de los analistas les ubica en la acera opuesta al actual modelo chileno y algunos de ellos han surgido precisamente de la lucha social, ya han saltado observadores que advierten sobre la esperada posibilidad de que la derecha bregue por captar su voto cuando empiece la redacción, y haya que aprobar o rechazar...

No todo está hecho. Pero ello no demerita el nuevo triunfo sobre del modelo neoliberal, que primero se palpó en las calles y ahora se confirma. Y muchos apuestan a que en la nueva ley de leyes vendrán preceptos que potencien lo social y el papel del Estado en la sociedad.

El que se asoma a las puertas será un Chile distinto, ostensible también en los resultados de las elecciones regionales, que se efectuaron simultáneamente, y donde también fue notorio el fracaso del estatus quo.

Por ejemplo, resulta casi escandaloso que la derecha obtuviera 57 alcaldías menos que en 2016, entre las que perdió algunas tan emblemáticas como el centro urbano de Santiago, ganado por el Partido Comunista, y las de las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar, donde se impuso el joven Frente Amplio…

A apenas seis meses de las presidenciales, el torneo megaelectoral del fin de semana constituye, además, una gran advertencia —casi un adelanto—, para las fuerzas derechistas… Y una exhortación a la unidad del progresismo.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.