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Estados Unidos insiste en su burda injerencia en los asuntos internos de Cuba

Denuncia el Canciller Bruno Rodríguez Parrilla, en conferencia de prensa, los nuevos ataques calumniosos y las presiones ejercidas contra terceros países en un intento de que se sumen a ese carro de mentiras 

Autores:

Juana Carrasco Martín
Marina Menéndez Quintero

La inmoderación verbal y en comunicados del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba fue denunciada la víspera en conferencia de prensa por el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, quien aseguró que el Gobierno de Biden no tiene autoridad moral para reclamar a Cuba en materia de derechos humanos.

El Canciller hizo referencia a un comunicado de esa administración de este jueves en que invoca a la ley Magnitsky para imponer sanciones financieras al ministro de las FAR, general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera, y a la Brigada Especial del Ministerio del Interior, que en los acontecimientos del 11 de julio actuó con estricto apego a la ley, con moderación, con respeto al derecho de los ciudadanos, y con el respaldo de todo nuestro pueblo.

Rodríguez Parrilla desmintió que hubiera habido un acto de represión contra el pueblo cubano y tampoco admitió que haya habido un estallido social, como dicen, y denunció la mendacidad de medios asentados en EE. UU. y en España y la profusión de calumnias, enredos, mentiras y trucos baratos que han utilizado en las redes sociales.

Señaló que el Presidente de EE. UU. ha cambiado de opinión y ahora ha declarado a Cuba como una prioridad absoluta para su Gobierno con la intención de mantener las 243 medidas adicionales de bloqueo impuestas por Trump, para estrangular la economía cubana, aprovechando la situación generada por la pandemia de la COVID-19.

Estados Unidos no tiene autoridad moral alguna para pedir que se liberen a personas detenidas en Cuba, en un acto de injerencia en nuestros asuntos internos, y mienten cuando aluden a que fueron ciudadanos pacíficos y que no hubo actos violentos por parte de quienes intentaron subvertir el orden.

Dijo que el Presidente Biden hacía mejor en ocuparse del racismo sistémico en su país, la represión a la protesta social, al frío asesinato de ciudadanos afrodescendientes, los 500 periodistas que sufrieron lesiones mientras cubrían las manifestaciones y la brutalidad policial.

En su intervención ante periodistas de medios extranjeros y nacionales, el Canciller cubano emplazó a Biden a identificar a los supuestos desaparecidos luego de los incidentes violentos y a los supuestos menores presos por esos hechos, como aseguran los funcionarios estadounidenses y medios de prensa, como parte de la guerra mediática en la que están involucrados medios importantes de EE. UU. como las cadenas CNN en español y Fox News.

Reiteró que es sabido que las autoridades cubanas y en especial la autoridad de orden interior y policial actuaron con apego a la ley, con el mínimo de fuerza ante actos vandálicos y violentos que ocasionaron lesiones a oficiales de la policía y a ciudadanos civiles cubanos que proclamaron su apoyo a la Revolución o al Gobierno cubano o enfrentaron los actos de violencia y vandalismo en algo más de una docena de locaciones específicas el 11 de julio.

Resaltó la normalidad en la vida usual del pueblo en medio del pico pandémico que sufre el país.

El Ministro emplazó a las autoridades gubernamentales de Estados Unidos a que presentaran un solo caso de desaparecido y se comprometía en pocas horas a desmentirlo. En contraste, expuso que el Gobierno de EE. UU. ha sido muy tímido para referirse a los miles de asesinatos y desaparecidos, en el mundo y en especial en América Latina, de líderes sociales y otros.

No es Cuba donde se utilizan medios sofisticados, sustancias químicas, lanzadores de bombas tóxicas, lo que sí ocurre en Europa y con frecuencia en Estados Unidos sin que la prensa hable de ello.

Cuba ha actuado con estricto apego a las leyes procesales cubanas en el tratamiento judicial de los casos que se detuvieron, e informó que la mayoría de ellos se encuentran en libertad, y han sido multados o están bajo medidas cautelares domiciliarias o sujetos a investigaciones.

Ataques informáticos

El Ministro hizo referencia a la información en internet de que Biden y otros personeros afirman que están colaborando activamente con el sector privado de EE. UU. a que den flujo seguro a información en internet. El obstáculo principal para la conectividad de los ciudadanos cubanos con internet y otras redes digitales es el bloqueo de EE. UU. a Cuba, la manipulación extrema de las redes digitales, la conducta impropia de los grandes emporios que hacen y deshacen y que el Gobierno de EE. UU. en buena medida controla, y esos ataques ocurren en absoluta impunidad.

Reiteró que el Gobierno cubano continuará atendiendo los aspectos de la realidad cubana que concurren en estas situaciones, que se trabaja de manera ingente y consagrada a pesar de las dificultades, carencias  y desabastecimiento, que provocan factores desde el bloqueo recrudecido brutalmente hasta la recesión económica internacional, en el caso de Cuba por la caída del turismo y los gastos asociados al tratamiento y prevención de la COVID-19.

En cuanto al mecanismo Covax, apuntó que era imposible para Cuba porque no se comprometía ni con el 20 por ciento, por sus altos costos, y el mecanismo ha fallado en entregar las vacunas que fueron pagadas y contratadas con las empresas que incumplen los compromisos de entrega e incluyen cláusulas draconianas.

Expuso que la letalidad en Cuba está muy por debajo de la del mundo y de más de 60 países, y agregó que daba pena que el país que tiene más de 600 000 muertos y hoy tiene un pico, como es el caso de la Florida, hablara de ese asunto.

Biden errático con las remesas

El Canciller observó que Biden se ha referido al tema de las remesas de una manera errática, un día dijo que no podían restituirse, otro que se había creado un grupo de trabajo para su estudio y hoy dice que es complejo y se verá con un grupo de expertos. Al respecto se preguntó por qué era complejo si desde Estados Unidos se remiten miles de millones de dólares en remesas a países del mundo, en especial de América Latina.

Detalló que en septiembre de 2019 Washington impuso un límite de mil dólares por trimestre a remesas familiares y suspendió las no familiares. En febrero de 2020 estableció medidas para que la Western Union no envíe remesas desde terceros países y puso obstáculos al reenvío de estas a varias compañías.

En septiembre de 2020 anunció la incorporación de American International Services (AIS), una subsidiaria de Fincimex, a la lista restringida de entidades cubanas. En octubre de 2020 modificó regulaciones para impedir que entidades y personas procesaran remesas.

Mienten cuando dicen que se apropia el Gobierno cubano de parte de las remesas, cuando Cuba no las grava, ni hay aranceles sobre ellas; sin embargo, por cada 100 dólares de  remesas la Western Union cobraba casi cinco dólares de comisión y la tramitadora cubana percibía una comisión de un dólar.

Rodríguez Parrilla definió que utilizan las remesas como un arma política, como un condicionante político, y las secuestran para dañar a quienes las mandan y a quienes las reciben.

El Ministro cubano de Exteriores sugirió a Biden escuchar no solo a los «líderes» de Florida que dice oír, sino también a los cubanos que vivimos aquí en la Isla, y a los que viven en EE. UU. y ese Gobierno discrimina y daña con el bloqueo, en particular con el asunto de las remesas. Y que escuche igualmente, como lo haría un presidente democrático, a los electores que le dieron el voto sobre la base de una plataforma que incluye estos temas, apuntó.

Biden debería escuchar también a los jóvenes cubanos en su justo reclamo de que se ponga fin a la cruel y hostil política de bloqueo contra la Isla. Foto: Roberto Suárez

Presiones y chantaje contra terceros

El titular cubano de Relaciones Exteriores denunció, además, la manera febril en que el Departamento de Estado estadounidense se había dedicado en horas recientes, en particular durante la jornada de este jueves, a ejercer presiones políticas, económicas y de distinta naturaleza, que calificó como brutales, contra un grupo de gobiernos y cancillerías de Europa Oriental, algunos de Europa Occidental y sobre todo países latinoamericanos, en particular centroamericanos, para sumarlos mediante calumnias y chantaje político a «una declaración desvergonzada» contra Cuba.

Se trata, puntualizó, de al menos seis naciones de Europa Oriental y ocho latinoamericanas. Disponemos de toda la evidencia porque concita gran rechazo en esos países, informó.

Bruno Rodríguez consideró que el propósito de Washington es desviar la atención de su fracaso evidente tras la intentona de generar inestabilidad y dañar el orden constitucional de Cuba, así como de acentuar los daños humanitarios y a nuestra economía que persigue la campaña política desarrollada básicamente en las redes sociales, y que se inició el 15 de junio y «dura hasta este minuto», para lo que se usan acusaciones insostenibles, explicó.

Se trata, abundó, de disimular su responsabilidad directa en prevenir y sancionar los ataques informáticos contra Cuba, e impedir que continúe la incitación a la violencia y al terrorismo contra nuestro país, desde medios aceptados en la Florida.

El Ministro también comentó las referencias de Biden y su Gobierno, de modo insólito, a los supuestos «graves daños» de salud que habrían sufrido diplomáticos de su país en Cuba, lo que consideró sorprendente después de cuatro años de investigaciones durante los cuales, agencias de  investigación de la ley han dicho a sus contrapartes cubanos que no han hallado evidencias de daño deliberado contra ciudadanos estadounidenses, ni hay explicación para los síntomas de salud que alegan.

Bruno reiteró a Biden y al secretario de Estado Anthony Blinken que, aunque no estuvieron tras las falsas acusaciones, reconozcan al menos que no han encontrado alguna razón. Comentó al respecto que ya sorprende la proliferación de supuestos incidentes de salud que ocurren en otras partes del mundo y hasta en Washington, en los predios de la Casa Blanca.

El Canciller opinó que si lo que busca el Gobierno de EE. UU. es un pretexto para restablecer los servicios consulares a los cubanos desde La Habana —algo que debió hacer hace mucho tiempo— difícilmente obtenga el perdón de la derecha extremista radical de Miami por esas imputaciones.

Igualmente lamentó que un cubano tenga que pagar precios exorbitantes para acudir a un consulado en Georgetown e incurrir en otros gastos cuantiosos para trámites de visado, y lo tachó como una violación de derechos que daña la reunificación familiar.

Hacer que un cubano tenga que viajar a un tercer país en medio de las condiciones difíciles que presentan los vuelos internacionales, es cruel, estimó.

También reiteró las denuncias formuladas desde el 23 de junio acerca de que el Gobierno estadounidense actúa con irresponsabilidad en relación con los temas migratorios bajo motivación política, y volvió a alertar que será responsabilidad de esas autoridades si dicha práctica sigue costando vidas y provoca flujos irregulares hacia EE.UU.

Peligrosa provocación

El Ministro también informó en torno al anuncio de que este viernes una flotilla de medios navales procedentes de EE. UU. llegará hasta zonas próximas a las fronteras del territorio marítimo de Cuba, dentro de la denominada zona contigua, y advirtió al ejecutivo estadounidense que «actúe con seriedad para evitar incidentes que no convienen a nadie».

Respondiendo a preguntas de la prensa en torno al asunto, Rodríguez Parrilla dijo que espera que el Gobierno de EE. UU. garantice que se cumplan sus leyes, y lo previno de su responsabilidad con lo que era ya, este jueves, una grosera violación del Derecho Internacional, porque ese ejecutivo debería impedir dicha flotilla si tuviera el mínimo interés por la situación de nuestro pueblo.

Sorprende, resaltó, que en medio de la pandemia se toleren actividades como esa. Se sabe que existen regulaciones para la navegación en el Estrecho de la Florida, resaltó, y recordó que para que esa flotilla tenga lugar, debe ser autorizada por las autoridades de EE.UU. Sorprende que hayan dado ese permiso en estas circunstancias, apostilló.

En cuanto a la pretendida declaración anticubana a la que EE. UU. presiona a participar a otros países, y en respuesta a los reporteros, el Canciller manifestó sus dudas de que Washington logre ese objetivo.

Habría que suponer capacidad de independencia y soberanía de los gobiernos ante sus presiones, comentó. Todos esos ejecutivos votan de manera tradicional contra el bloqueo, algo ni siquiera recogido por ese papel al que quieren adosar a terceros.

Además, valoró, se sabe que el ejercicio de presiones es un acto de violación del Derecho Internacional.

Vaticinó que EE. UU. quedará otra vez aislado, aun si consiguiera el apoyo de algún otro país que se preste para la maniobra, e informó de lo profundamente molestos que se sienten líderes europeos con los que se comunicó, y que el 23 de junio explicaron sus posiciones.

El Canciller también dio a conocer que estará este viernes en la Conferencia de cancilleres de los Estados latinoamericanos y caribeños, y reiteró su convencimiento de que la tentativa estadounidense solo demostrará el profundo aislamiento de la política del bloqueo.

Antes, al cerrar su exposición, Rodríguez Parrilla reiteró que el Gobierno de EE. UU. persiste con una andanada de acusaciones hoy contra Cuba, lo que constituye un acto de burda injerencia en los asuntos internos de la Isla, dirigido a alterar el orden constitucional y en violación del Derecho Internacional y de nuestras propias leyes.

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