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Mucho más que una buena serie

ZOOlógico es una serie como para que en las escuelas se debata por la cantidad de conflictos que se puede encontrar en la vida un adolescente, desde la ludopatía, el alcoholismo de los mayores, la incomprensión, hasta la actitud de personas corruptas...

Autor:

Paquita Armas Fonseca

Este es un texto por encargo. Y lo asumo con placer porque ZOOlógico me gusta sobremanera, no solo por su realización, sino por lo que pudiera ser esta propuesta si los educadores la tomaran como «material de estudio» para sus clases.

Quizá alguien que vio la serie en el llamado paquete o la sigue ahora por Multivisión puede pensar que exagero, quizá… pero hacía mucho tiempo que no disfrutaba una obra  protagonizada por jóvenes y para jóvenes que nos enseñara tanto de los colores de la vida: gris, blanco, negro, verde, rojo o azul, hasta el infinito…

El guion de Amilcar Salatti y Yoel Infante se encargó de diseñar un mosaico de personajes creíbles y que muestran una interesante, compleja y contradictoria realidad social.

Se camina desde la marginalidad vinculada al crimen, hasta el hogar integrado por académicos, padres que no entienden que su hijo quiera dedicarse a trabajar con los animales.

Presenta a parejas de profesionales infieles, otra incapaz de enrumbar la vida de su hija adolescente, en fin, en ZOOlógico no hay solo muchos y diversos animales, sino que se muestran (como sucede a nuestro alrededor) envidia, adicciones, timidez, temeridad, irresponsabilidad, y también amor, entrega al trabajo, amistad, todo reflejado en un cuadro de personajes bien incorporados y que hacen de la serie un producto creíble y verosímil.

Daniel Romero (el Martí adolescente de Martí: el ojo del canario, entre otros personajes que ha encarnado) en su papel de Leonardo, un muchacho nacido y  criado en la marginalidad, con  «las leyes del barrio» en la sangre, es capaz de entender que se puede vivir de otra manera. Su romance con Fernanda, bien defendido por Yisell Vargas, es coherente y un atractivo gancho para los adolescentes que creen en el triunfo del amor.

Denys Ramos (Léster), Amalia Gaute (Claudia), Ángel A. González (Terabyte), Abel López (Gabriel) y Claudia Álvarez (Diana), forman el núcleo protagónico que se complementa con los adultos en los que aparece una Ismercy Salomón como Cristina, que logra la aversión del televidente hasta cuando «el destino» le cobra su actitud.

Todo el resto del elenco (Luis E. Carreres, Jorge Ferdecaz, Manolín Álvarez, Mario Rodríguez, Aimée Despaigne, Raúl Enríquez, Dayana Legrá, Yeni Pérez Horta, Yazmín Gómez, Yoel Infante, Germán Alcolea y Keny Cobo) tiene una eficaz actuación.

Alfredo Ureta y Carlos Paiffer, autores de la presentación, se merecen las palmas, porque le adicionan a la buena música de Kelvis Ochoa un excelente montaje de imágenes.

En el resto del equipo están Néstor Cabrera, director de Fotografía; Allan Carral, editor; Beatriz Roussó y Dely Fernández son las asesoras, y Loly Atencio se desempeñó como la productora. Hubo una participación especial de la Compañía Habana Compás Dance, bajo la batuta de Liliet Rivera, y la dirección general corrió a cargo de Richard Abella, acompañado por Heiking Hernández como codirectora.

Algunas personas critican que se transmita por Multivisión. Yo creo que es un horario estelar, así que ¿por qué no? ¿Debía ser en Cubavisión a las seis de la tarde? Si ese fuera el horario estoy segura de que las protestas serían numerosas. Una vez más repito que los familiares que ven series y filmes del famoso paquete, en ese momento no se preocupan si son de sexo o violencia, pero si aparecen en la televisión gritan en contra para todos los puntos cardinales, y con ZOOlógico podría suceder.

En cuanto a Multivisión, fuentes del Centro de Investigaciones Sociales (CIS) del ICRT, me han ofrecido datos interesantes (ver tabla).

Los índices de gusto (IG) están por encima de 90 (menos uno) y los de audiencia (IA) el menor es de 9,5 y el mayor de 20,5. Todos evidencian buenos parámetros. No considero que estos sean números definitivos ni encierren toda la verdad: los primeros especialistas que luchan por mejorar su trabajo son los del CIS, porque tienen que buscar vías para investigar de forma más efectiva y por todo el país. Pero, del lobo, un pelo: por lo menos en las encuestas realizadas en La Habana se han obtenido esos resultados.

Apunto que las imágenes del Zoológico son válidas y actuales de cierta manera, porque con la visita reciente del Presidente de Namibia se recordó la donación de 146 animales de 23 especies, que hizo ese país a Cuba, hecho presente en la serie.

Y vuelvo al inicio de estas líneas: ZOOlógico es una serie para que en las escuelas se debata. La cantidad de conflictos que se puede encontrar en la vida un adolescente desde la ludopatía, el alcoholismo de los mayores, la incomprensión, hasta la actitud de personas corruptas, bien vale para que se vean los capítulos y se discutan.

Quien acuse a la serie de ser escabrosa no ha penetrado en los mensajes de que si bien existe la maldad también hay personas buenas, y que nacer en un barrio marginal, con una madre delincuente, no lleva a que el muchacho (o muchacha) lo sea. No se trata de un obligado final feliz, es que puede ser así.

Válida experiencia

ZOOlógico, que transmite los martes y jueves Multivisión, a las 8:30 p.m., consta de 45 capítulos de 27 minutos cada uno. La idea original partió de Rubén Vázquez, mientras que la serie juvenil fue asumida por la Casa Productora de Telenovelas. Una de las peculiaridades de esta propuesta es que a diferencia de los dramatizados anteriores, ahora se le encargó el diseño de presentación a otros creadores que no forman parte del equipo de realización, en este caso a Alfredo Ureta y Carlos Paiffer. A partir de ese momento se ha convertido en una experiencia que otros han puesto en práctica, como Ernesto Fiallo para En tiempos de amar, quien trabajó con el premio nacional de Cine, Fernando Pérez, y Leonardo de la Rosa.

Música por encargo

Kelvis Ochoa

Con una obra importante convertida en bandas sonoras, como son los casos de Más vampiros en La Habana (2003), Barrio Cuba (2005), Corazón del tiempo (2009), Lisanka (2009), y Habana blues (2005), donde compartió esa responsabilidad, el popular cantautor Kelvis Ochoa disfruta enormemente componer por encargo. Por eso aceptó de inmediato cuando lo convocaron para que escribiera los temas para la serie ZOOlógico, y que él ha agrupado en un disco. «Son canciones muy bonitas a las que les tengo mucho cariño. Cada una es de un personaje de la serie», ha explicado. «Me encanta hacer música por encargo. Me gusta leer los guiones, me da mucha vida, son historias que van entrando en mi cabeza».

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