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Síndrome Premenstrual: padecimiento real de la población femenina

Cambios de humor frecuentes, fatigas, molestias estomacales y dolores de cabeza son algunos síntomas asociados al denominado Síndrome Premenstrual Pregunte sin pena Sabías que...

Autor:

Mayte María Jiménez

Aunque muchas mujeres se asombran ante el nombre, el Síndrome Premenstrual (SPM) es un padecimiento real, de hecho más del 80 por ciento de la población femenina lo ha presentado alguna vez durante su vida reproductiva.

Esas ganas excesivas de llorar por cualquier motivo, o sin ninguno, y que en apenas unos minutos se convierten en alegría incontenible; la apatía, o esa fatiga insoportable como si le estuvieran absorbiendo toda la energía del cuerpo, ¿a cuántas no les ha sorprendido apenas pocos días antes de la llegada de la menstruación?

Y lo peor es que no termina ahí. Si a eso añadimos los molestos granos que aparecen en esa fecha, el insoportable dolor de cabeza, la tensión mamaria o el vértigo, pareciera que estamos viviendo una pesadilla, donde el despertar se torna difícil.

Incluso hay quienes han llegado a confundirlo con los síntomas del embarazo. Durante esos siete o diez días antes del sangrado, en algunas féminas se presentan trastornos del apetito, antojos por el dulce; retención de líquido, que provoca un aumento fantasma del peso corporal; una sensación de llenura y estreñimiento; hinchazón, o dolores localizados en la espalda y articulaciones; incluso un sueño o cansancio abrumador, y una disminución de la libido.

Hormonas en curentena

A pesar de que la causa no está determinada completamente, muchos especialistas atribuyen esos malestares a los cambios hormonales y las alteraciones de los neurotransmisores químicos que el cuerpo femenino genera, y plantean que puede variar de una mujer a otra.

Por lo general, según estudios realizados, casi todas las féminas padecen algún síntoma premenstrual, que pueden ser de moderados a severos, impidiendo en ocasiones asumir las tareas comunes de la vida profesional y personal.

Es frecuente que después de un embarazo o cuando se dejan de tomar las píldoras anticonceptivas, los síntomas premenstruales se presenten o se acentúen.

Si bien pudieran controlarse los cambios físicos, es el estrés psicológico el que más afecta las relaciones personales, especialmente con el sexo masculino, que no entiende el porqué de los repentinos cambios de humor.

Como respuesta a las variaciones hormonales el organismo reacciona con sentimientos contradictorios. Se viven días intensos de gran hipersensibilidad emocional, por lo que es habitual pasar del amor al odio, de la ira al cariño, de la tristeza a la alegría, en cuestión de segundos.

Y qué decir de las migrañas. Esas jaquecas extremadamente incómodas hacen del preludio menstrual días de agonía; para ellas los expertos aconsejan, como método de alivio, ejercicios de relajación, o la toma de analgésicos siempre con prescripción médica.

Cambiar las costumbres 

Como se puede ver el síndrome premenstrual puede interferir en las actividades diarias. De ahí que un estilo de vida más sano, caracterizado por nuevas costumbres y la ingestión de determinados alimentos pueden hacer de esa etapa un momento menos estresante.

Durante los días previos a la menstruación, se debe evitar consumir elevadas cantidades de alimentos como carne, sal, azúcar, queso, frutos secos o especias fuertes, así como el alcohol o la cafeína.

Según investigaciones realizadas, estos alimentos pueden aumentar el nivel de estrógenos que conlleva la aparición de las molestias, especialmente en los senos.

En cambio una dieta complementada con ensaladas ayuda en gran medida a abastecer al organismo con las sustancias necesarias para afrontar el período menstrual.

También debe beberse abundante agua o tomar infusiones de tilo o manzanilla que favorecen la relajación, y asegurarse de abastecer al organismo con suficientes vitaminas y minerales, que harán falta durante el sangrado.

Por otra parte, se recomienda la práctica de deportes, ejercicios físicos suaves, una caminata o una sesión de nado, que ayudan a sacar el estrés del cuerpo y combatir la sensación de tristeza.

Además; es fundamental que en estos días, como dirían los abuelos, «te tomes las cosas con más calma». La mujer debe evitar situaciones tensas, y propiciar encuentros agradables con su pareja, amigos y familia. Y para completar, un merecido descanso, pues durante estos días el organismo necesita dormir lo suficiente para afrontar los cambios hormonales.

Actitud precavida

Los médicos recomiendan que las mujeres que sospechan padecer severamente este síndrome, practiquen la auto-observación de los malestares y hagan un seguimiento en el calendario durante al menos tres meses.

De esta manera podrá detectarse si los síntomas se presentan o no, en forma cíclica, y si se alivian con la llegada de la menstruación, pues en ocasiones la falta de un diagnóstico o tratamiento adecuado puede provocar una agudización del SPM.

Para cuando la mujer entre en el período de climaterio este precedente deberá tenerse muy en cuenta. Según los especialistas es frecuente que las féminas que han presentado en su vida capítulos de Síndrome Premenstrual, padezcan la menopausia de manera más aguda, y en esos casos es necesaria la intervención médica para aliviar los trastornos y molestias.

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