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Trata de personas, cauces modernos de un mal milenario

Sueños, ilusiones, necesidades económicas, baja autoestima, inocencia, descuido familiar, desconocimiento de lo que acontece a nivel global… Cualquier vulnerabilidad es bien aprovechada por quienes alimentan la maquinaria de la Trata internacional de personas, delito que hoy genera ganancias multimillonarias y del que ningún país logra escapar

Autor:

Mileyda Menéndez Dávila

            Las personas no pueden ser sometidas a desaparición forzada, torturas ni tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes.

 Artículo 51, Constitución de la República de Cuba.

La joven llega con una tarjeta en la mano: un extranjero la detuvo en la calle para elogiar su belleza y le aseguró que haría fortuna como modelo de revistas en Europa. La familia duda, pero no rechaza de plano la idea de que «la niña» se abra camino, así sea en una firma modesta, capaz de apostar a talentos nuevos, «rostros frescos y desconocidos», como dijo el caballero para entusiasmarla.

Recuerdan a una vecinita que «resolvió» por internet un contrato como bailarina, y especulan: «Debe irle bien, porque todavía no ha virado». Pero una amiga sugiere no precipitarse: otra muchacha viajó para un espectáculo circense y la familia está desesperada, sin saber de ella.

La chica fue elegida en un casting organizado en una playa (sin contraparte oficial cubana, pero en ese momento nadie se percató de eso). La apremiaron para firmar el contrato en un idioma rarísimo y luego la «compañía» extranjera costeó los trámites y sacó los pasajes por internet.

Muy tarde descubrieron que era pura fachada para ponerlas a trabajar como contorsionistas en un cabaré, y si no ceden a las «demandas» de los clientes babosos, no reunirán el dinero para saldar deudas y recuperar sus pasaportes.

Sueños, ilusiones, necesidades económicas, baja autoestima, inocencia, descuido familiar, desconocimiento de lo que acontece a nivel global… Cualquier vulnerabilidad es bien aprovechada por quienes alimentan la maquinaria de la Trata internacional de personas, delito que hoy genera ganancias multimillonarias y del que ningún país logra escapar.

Aunque no es el único, la explotación sexual o prostitución forzada es uno de los propósitos de ese sórdido negocio milenario, que sobrevive apelando a los más bajos resortes de la especie humana. Según estadísticas de la ONU, se ceba sobre todo en figuras femeninas, pero no discrimina sexo, edad, cultura o color a la hora de torcer vidas ajenas.

Piel de corderos

La Trata y los desafíos que entraña su erradicación fue el tema central del 13er. Encuentro Iberoamericano de Género y Comunicación, Isabel Moya Richard in memoriam, desarrollado este mes en La Habana.

Voces expertas del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio del Interior, la Unión de Juristas de Cuba y colegas de la prensa nacional y de otros países, aclararon dudas sobre los mecanismos adoptados por los tratantes para penetrar las características socioculturales de cada país, las posibles respuestas de las autoridades dentro del marco del respeto a los derechos individuales, el acompañamiento a las víctimas y el rol de los medios de comunicación masiva y las redes sociales para aumentar la percepción de riesgo en las familias cubanas.

Ante la creciente denuncia mundial, los inescrupulosos cauces que hacen fluir la Trata en todas direcciones han refinado su estrategia para mantener el suministro de «carne fresca», incluso desde países donde hay mayor celo en las fronteras y se protege a la niñez y la juventud.

El acceso generalizado a nuevas tecnologías de comunicación les allana el camino para ganarse la confianza de sus víctimas e incitarles a emplear medios legales en el viaje hacia un destino intermedio. Luego invalidan su capacidad de gestión mediante coacción, fuerza física o abuso de poder, silenciándolas con amenazas contra su vida o la de sus familiares.

Algunas mujeres, aunque se sienten estafadas por sus captores, no llegan a entender la esencia del negocio, que esconde la explotación bajo el velo de una supuesta autonomía, narran los expertos. La presión sicológica se redobla con la retención de documentos y salarios, o mediante sustancias que anulan su voluntad y les generan adicciones autodestructivas.

Prevenir y detectar

En consonancia con la meta 8.7 de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, el Plan de Acción Nacional para la Prevención y Enfrentamiento a la Trata de Personas en Cuba y la Protección a las Víctimas se rige por el principio de tolerancia cero.

Como los protocolos que impulsa la ONU, este instrumento tiene tres pilares: prevenir y combatir circunstancias que propiciarían la articulación de redes de tratantes, proteger a quienes se identifiquen como víctimas y cooperar con otros estados y agencias.

En el informe de 2018 Cuba reportó 21 casos, de los cuales 19 fueron por explotación sexual de mujeres jóvenes y siete niñas. En el debate quedó claro que las autoridades migratorias se esfuerzan por neutralizar posibles tratantes y alertan a quienes viajarán en condiciones que despiertan suspicacia, pero toca a las personas ser más precavidas en el ejercicio de sus derechos individuales.

La atención a las víctimas abarca desde vías para la repatriación hasta acompañamiento sicológico y asesoría legal si se deciden a denunciar, o al menos contar su experiencia para dar fe del fenómeno y prevenir casos nuevos. 

Conceptos claros

La Trata engloba la captación, traslado y recepción de personas para explotarlas con fines sexuales o productivos. A diferencia del Tráfico de personas, las víctimas no están conscientes de su destino: entran en el sistema mediante rapto, fraude o abuso de poder, y no pueden desligarse voluntariamente, ni siquiera cuando hayan cubierto los gastos del viaje o sientan que su vida peligra.

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