Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Dolor y placer

Ginecobstetras de varias naciones defendieron en el pasado siglo la hipótesis de que una función importante del placer en su máxima expresión física es preparar a la mujer fisiológicamente para la intensidad del parto

Autor:

Mileyda Menéndez Dávila

El mejor placer de la vida
es hacer lo que la gente
te dice que no puedes hacer.
Walter Bagehot

Aunque existan pocos estudios disponibles sobre el asunto, se ha demostrado científicamente que puede haber orgasmos durante la labor de parto. Este fenómeno fue tildado de mito durante siglos porque en la cultura occidental el parto se asocia al dolor heroico y el orgasmo a un placer de origen externo (así sea auto provocado), por tanto, no es admisible que ambos concurran en un mismo acto sin estigmas degradantes.

En lo biológico las cosas no son binarias, como pretenden sostener las tendencias más conservadoras. De hecho, al estar ambos procesos mediados por hormonas y focalizarse en el área de los genitales (entre el primer y segundo chacra), hay razones para asumir que el sistema nervioso interpreta las señales dolorosas según patrones muy personales, asociados al nivel de tolerancia al dolor físico, las expectativas con ese embarazo y las circunstancias que rodean al parto.

Ginecobstetras de varias naciones defendieron en el pasado siglo la hipótesis de que una función importante del placer en su máxima expresión física es preparar a la mujer fisiológicamente para la intensidad del parto.

En los años 70, el francés Michel Odent promovía acciones para que el nacimiento fuera un momento de alegría, no de sacrificio o vergüenza. Las culturas originarias lo ven así, y hoy se alzan nuevas voces a favor de que el cuerpo actúe según sus ancestrales conocimientos.

Adrenalina, oxitocina, dopamina… Todo un coctel de hormonas se desata durante el trabajo de parto, cada una a su ritmo, y si la mente acepta el derecho de vivenciar el acto de dar vida como placer, las sensaciones pueden ser fuertes, pero fluidas, sin pánico, y ese «permiso» ayuda a interpretarlas sin culpa, en algunos casos con similar goce de lo que para esa mujer es el referente de un orgasmo, tal como ocurre en un acto sexual brusco consensuado.

Nutritiva inquietud

El doctor Odent fue también uno de los impulsores de la lactancia materna en la primera hora de vida del bebé por sus beneficios para la salud de ambos.

Aunque son escasos los reportes formalizados, algunas madres describen algo parecido al orgasmo cuando lactan. Tal es el caso de una lectora matancera de 32 años, quien sugirió incluirlo en la lista de placeres involuntarios porque a nivel físico le resulta disfrutable, pero opina «que moralmente no está bien».

Según cuenta, sus senos siempre fueron muy sensibles y su pareja logra llevarla al clímax solo de estimularlos.Sin embargo, cuando le pasa durante la alimentación de su hijo dice sentirse «incómoda», y le preocupa que ese debate interior le provoque anorgasmia.

Una vez más, son los supuestos culturales los que impiden a esa mujer disfrutar su propio cuerpo en una sensación natural no intencionada con morbo.

A grandes rasgos, la doctora Elvia de Dios, siquiatra de formación y terapeuta del Cenesex (Centro Nacional de Educación Sexual), explica que la succión del bebé desencadena la producción de oxitocina, y esa hormona activa el funcionamiento de glándulas esenciales, como el hipotálamo y la hipófisis, que a su vez facilitan intensas descargas nerviosas que estimulan las contracciones del útero y lo ayudan a regresar a su tamaño y tono muscular habitual.

La lectora que consulta es una mujer privilegiada en la calidad de sus reflejos nerviosos, apunta la experta. No debería inhibir una reacción que no está asociada a ningún pensamiento sexual ni pone en duda su maternidad.

Para consultar inquietudes sobre el orgasmo y otros temas de tu sexualidad o identidad sexual, puedes contactar a la doctora Elvia de Dios en el servicio de consejería telefónica del Cenesex, que ella brinda martes y jueves de 9:00 a.m. a 2:00 p.m. a través del número 7638-8405.

 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.