A.A.: Últimamente peleo mucho con mi novio. Se molesta por todo y yo también soy agresiva para defenderme. Mi novio anterior no era así. Lo dejé porque era demasiado tranquilo, pero este es insufrible y me pregunto si no habré elegido mal. A lo mejor puedo volver con el anterior pero no sé cómo se lo tome este, que es un pesado celoso. Tengo 17 años.
Hay más de un elemento en tu mensaje que sugieren la necesidad de tomar un tiempo para ver la manera inquietante en que te relacionas con este muchacho. ¿Es insufrible tu elección? ¿No lo sufres? ¿Lo gozas? ¿Te defiendes contra él o contra lo que sientes con él? ¿No puedes volver a lo anterior por no saber cómo se lo tome el pesado celoso?
Antes de tomar o desechar a uno u otro, sería pertinente intentar comprender cómo eliges algo diferente de la tranquilidad, aunque pelees. Ambos en un exceso que rechazas. Ya sabes que pelean y puedes ser agresiva, pero no refieres nada sobre la manera en que llegan ahí. Destacas que es «últimamente» y ello sugiere que algo cambió la forma de relacionarse, sin que precises bien qué.
Las relaciones apasionadas no siempre resultan fáciles. Bordean el agujero de lo imposible, aparecen las decepciones por lo que falta, por lo que no se tiene, por lo que no eres; se rompe la idea de ser invulnerable, y eso también señala que hay algo intenso en ese vínculo que espera a ser reconocido y abordado de maneras que hagan más llevadera la relación.
Con 17 años todavía buscas lo mejor para ti y nada te obliga a permanecer con quien no quieres. El fracaso de hoy no debe ser la razón para retornar a lo que tampoco te animó a quedarte. En todo caso, valora tu relación con la tranquilidad y con la inquietud que hasta ahora has elegido.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología clínica.
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