Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Hablamos claro

Autor:

Mariela Rodríguez Méndez

J.P.: Soy una muchacha bastante joven y tengo una relación con un hombre mayor, que además está casado. Al principio hablamos claro y él me especificó que no quería que hubiese sentimientos profundos. Yo acepté todas sus condiciones, pero con el roce y el cariño que me da siento que lo estoy queriendo y me da miedo demostrárselo por temor a que se cohíba conmigo. Nunca antes he estado enamorada y no sé si ahora lo estoy. ¿Podrían ayudarme?

Demostrar o velar sentimientos pueden ser maneras de disfrutar el vínculo. Si estimula tu secreta satisfacción y aviva el afecto que te da, puedes mantener ese pacto de goce. Si te hiciera daño disimular, podrás decidir si asumes el riesgo de demostrar y que él se cohíba.

Nadie decide lo que siente, aunque sí puede elegir la posición y conducta que asumirá respecto a sus vivencias. Es condición y promesa engañosa esa de excluir sentimientos. Más bien da rienda suelta a su despliegue. Tu cuerpo se encarga de expresar esos afectos incontenibles.

Es posible que esté alimentando ese cariño que continúa dándote, aunque cumplan el pacto de no hablar de algo profundo, que es un eufemismo para la palabra amor. No se puede pretender que una relación quede estancada en su primera etapa. Las posibilidades del principio varían a medida que aumenta o disminuye la complicidad, el placer, la intimidad entre ambos.

Saber si estás enamorada requiere elucidar lo que acallas. Para eso habrás de hablar con tu pareja u otra persona. La relación está condicionada a que tu compañero está casado. ¿Tendrán su pacto y tus sentimientos relación con esto?

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