Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Continuaremos enfrentando el futuro con optimismo y unidad

Intervención del jefe de la delegación cubana Esteban Lazo en el 61 Período de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas

Autor:

Juventud Rebelde

Señora Presidenta:

Señor Secretario General:

Excelencias:

Tal y como expresó el presidente Hugo Chávez en su brillante discurso, hace tan solo cuatro días concluyó en Cuba la Décimocuarta Cumbre del Movimiento de Países No Alineados. Hoy hablo en nombre del Presidente del Movimiento, Presidente Fidel Castro, cumpliendo nuestro mandato de informar a esta Asamblea las principales decisiones acordadas en la Cumbre de La Habana.

Tal y como señalara en el discurso inaugural el Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, compañero Raúl Castro:

«La actual coyuntura internacional caracterizada por las irracionales pretensiones de dominio mundial por parte de la única superpotencia global, con la complicidad de sus aliados, demuestra la necesidad de estar cada vez mas cohesionados en la defensa de los principios y propósitos que determinaron la fundación de los No Alineados, que son los mismos que consagran el Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas».

Si hace más de cuatro décadas resultó necesaria la fundación del Movimiento, su vigencia en el mundo de hoy no admite duda alguna.

La Cumbre del MNOAL celebrada en Cuba fue un éxito indiscutible, pese a las amenazas y presiones de quienes se oponen a la unidad y al esfuerzo común de los países del Sur.

Se registró un elevado nivel de participación, tanto por el número de países que acudieron, como por la asistencia de Jefes de Estado o Gobierno.

Se desarrollaron profundos y fructíferos debates y se logró un verdadero clima de entendimiento, unidad y cohesión, lo que permitió la adopción de documentos de crucial importancia para el desempeño futuro del Movimiento de Países No Alineados.

Cuba, como nuevo Presidente, recibió claros mandatos y un programa de acción que guiarán su actuación al frente del Movimiento.

Como resultado de la Cumbre, se ha fortalecido el Movimiento de Países No Alineados y, por tanto, la concertación política de los países del Sur. La diversidad y naturaleza heterogénea de la membresía del Movimiento, lejos de debilitarnos, constituyen una fortaleza esencial.

Nos han permitido edificar sólidos consensos que contribuirán positivamente a la solución de los numerosos y graves desafíos que hoy enfrenta la humanidad.

La excelente labor realizada por Malasia al frente del Movimiento en los últimos tres años fue reconocida por la Cumbre.

No hubo causa relevante ni reivindicación de los pueblos del Sur que no hayan recibido la debida consideración y encontrado el apoyo de nuestro Movimiento.

La urgencia de avanzar en la defensa del multilateralismo, de exigir el respeto a la soberanía e integridad territorial de todos los Estados y de asegurar la realización plena del derecho de nuestros pueblos al desarrollo y a la paz, fueron ratificados por la Cumbre como principios del Movimiento. Los Jefes de Estado y Gobierno decidieron trabajar para suprimir los actos de agresión u otras violaciones de la paz y estimular la solución pacífica de controversias internacionales.

Pidieron a todas las naciones que se abstengan del uso o la amenaza del uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado. Promovieron el desarrollo de relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y de la voluntad de los pueblos en su lucha contra la ocupación extranjera.

Exhortaron a profundizar la cooperación internacional para solucionar los graves problemas internacionales de carácter económico, social, cultural y humanitario y a promover el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos y para todos.

El derecho fundamental e inalienable de todos los pueblos a la libre determinación, fue reafirmado en La Habana.

Los No Alineados convinieron en que la paz y la seguridad mundiales están hoy más amenazadas que nunca como consecuencia, entre otros factores, de la tendencia creciente de los Estados más poderosos a recurrir al unilateralismo y a las amenazas de guerras preventivas.

Se enfatizó el compromiso del Movimiento con el logro del desarme general y completo y, en particular, del desarme nuclear, bajo un estricto y eficaz control internacional. Al mismo tiempo, la Cumbre reafirmó el derecho básico e inalienable de todos los Estados a la investigación, desarrollo, producción y uso de la energía nuclear con fines pacíficos, sin discriminación alguna y en conformidad con sus respectivas obligaciones internacionales.

Asimismo, hubo un claro y firme pronunciamiento contra el terrorismo, la aplicación de dobles raseros en las relaciones internacionales, las medidas coercitivas unilaterales contra cualquier país, las tesis de «cambio de régimen» y el incumplimiento por parte de los países desarrollados de sus compromisos en las esferas económica y social.

Los Jefes de Estado y Gobierno del Movimiento reafirmaron su objetivo de alcanzar un mundo pacífico, donde todas las naciones tengan derecho a un futuro mejor, con un orden mundial justo y equitativo, basado en el desarrollo sostenible de todos los pueblos. Afirmaron que, en su forma actual, la globalización perpetúa e incluso aumenta la marginación de los países del Sur y exigieron transformarla radicalmente en una fuerza positiva de cambio para todos los pueblos.

Los participantes reafirmaron el derecho del pueblo palestino a constituir su propio Estado y condenaron al Gobierno de Israel ante la nueva escalada de crímenes y masacres en Gaza y otros territorios ocupados. Igualmente, expresaron su enérgica condena a la despiadada agresión israelí contra el Líbano y las graves violaciones de su soberanía e integridad territorial.

El pueblo y el Gobierno de Bolivia recibieron un decidido respaldo y solidaridad de la Cumbre, ante los intentos instigados por fuerzas externas para desintegrar el país, y se le brindó un firme apoyo al proceso que tiene lugar en esa hermana nación, dirigido a garantizar derechos reales para todos los bolivianos y el ejercicio de la soberanía plena sobre los recursos naturales del país.

El Movimiento consideró con preocupación las políticas agresivas y el incremento de las acciones dirigidas a afectar la estabilidad de la República Bolivariana de Venezuela y respaldó el derecho inalienable del pueblo venezolano a determinar su propia forma de gobierno y elegir su sistema económico, político y social, libre de intervención extranjera, subversión, coerción y restricciones de cualquier tipo.

Los No Alineados se comprometieron a promover y participar en un verdadero proceso de democratización y reforma de la Organización de las Naciones Unidas, como resultado del cual se superen las imposiciones y prácticas antidemocráticas del Consejo de Seguridad y se le otorgue a la Asamblea General el decisivo papel que le corresponde, de conformidad con las funciones y poderes definidos en la Carta de las Naciones Unidas.

He mencionado apenas algunos ejemplos de las posiciones adoptadas por la Cumbre de La Habana sobre los más disímiles temas de la agenda internacional. Los documentos aprobados serán distribuidos de manera oficial a todos los Estados Miembros de la ONU. Varias de las decisiones aprobadas por la Cumbre, comenzarán a tener muy pronto su aplicación práctica en el actual Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General.

Señora Presidenta:

Cuba está consciente de la alta responsabilidad que entraña presidir el Movimiento de Países No Alineados en uno de los períodos más difíciles de la historia de la humanidad, cuando enfrentamos más desigualdad e injusticia que nunca antes.

Trabajaremos sin descanso para que el Movimiento ocupe el lugar que debe y puede desempeñar en las relaciones internacionales, que deriva no solo de su amplia membresía de 118 países, casi dos tercios de los miembros de la ONU, sino de nuestra historia de luchas a favor de las causas más justas.

Hace 27 años, el Presidente Fidel Castro, al inaugurar la VI Cumbre del Movimiento de Países No Alineados en La Habana expresó:

«La lucha por la paz y por un orden económico justo, por una solución adecuada a los agobiantes problemas que afectan a nuestros pueblos se convierte, a nuestro juicio, cada vez más, en la cuestión fundamental del Movimiento de Países No Alineados.

«La paz, con los inmensos riesgos que la amenazan, no es asunto que debe quedar exclusivamente en manos de las grandes potencias militares. La paz es posible, pero la paz mundial solo podría asegurarse en la medida que todos los países tengamos la conciencia y la decisión de luchar por ella. Paz, no solo para una parte del mundo. Paz, para todos los pueblos».

Unos días después, en esta misma sala, al informar sobre esa Cumbre, el Presidente Fidel Castro dijo:

«El ruido de las armas, del lenguaje amenazante, de la prepotencia en la escena internacional, debe cesar. Basta ya de la ilusión de que los problemas del mundo se puedan resolver con armas nucleares. Las bombas podrán matar a los hambrientos, a los enfermos, a los ignorantes, pero no pueden matar el hambre, las enfermedades, la ignorancia. No pueden tampoco matar la justa rebeldía de los pueblos.»

Los pueblos del Sur trabajaremos unidos por la justicia, la paz y el desarrollo para nuestras naciones y para todo el mundo, convencidos de que un mundo mejor es posible, si todos luchamos por él.

Señora Presidenta:

Tengo ahora el deber de pronunciar unas breves palabras a nombre del pueblo y el gobierno de Cuba.

El ejercicio por nuestro pueblo de su derecho a la libre determinación, enfrenta nuevas amenazas. La Administración Bush ha reforzado su brutal hostilidad anticubana con nuevas sanciones económicas, que endurecen aún más lo que es ya el bloqueo más largo en la historia de la humanidad. También se imponen mayores represalias contra los que comercian desde otros países con Cuba y se persiguen con saña las transacciones financieras relacionadas con nuestro país.

El propio Gobierno de Estados Unidos reconoce que hoy gasta más recursos en perseguir y castigar a quienes realizan negocios con Cuba, que en el control de las finanzas de los que atacaron las Torres Gemelas.

El pasado mes de junio, la Administración Bush aprobó la segunda versión de su más reciente plan de agresiones y dominación contra nuestro país, dirigido no solo a derrocar a la Revolución, sino también a destruir a la nación cubana.

Violando las normas y leyes internacionales, se impulsa una escalada sin precedentes en el apoyo financiero y material a las acciones subversivas dirigidas al derrocamiento del orden constitucional decidido por la libre voluntad del pueblo cubano.

En el referido plan anticubano se ha incluido un capítulo preservado en secreto, decisión que tiene como antecedentes las acciones encubiertas contra la Revolución Cubana y que han incluido invasiones mercenarias, acciones terroristas, introducción de plagas y epidemias y más de 600 planes para asesinar a Fidel. Miles de cubanos han perdido sus vidas o han quedado mutilados de modo permanente como consecuencia de esa política criminal.

En el colmo de la hipocresía y la irresponsabilidad, el Gobierno de los Estados Unidos tolera y protege a los terroristas que desde su territorio planifican nuevos ataques contra nuestro pueblo. Al mismo tiempo que maniobra para poner en libertad a asesinos responsables de monstruosos crímenes, como el notorio terrorista internacional y agente de la CIA Luis Posada Carriles, a quien se niega a extraditar a Venezuela, el gobierno de Estados Unidos mantiene en ilegal e injusta prisión a cinco valerosos luchadores antiterroristas cubanos.

Pero pese a todas las agresiones y al criminal bloqueo, el pueblo cubano no será jamás derrotado. La labor internacionalista de Cuba no se detiene. Más de 30 mil médicos y otros trabajadores de la salud cubanos hoy salvan vidas en 68 países; participamos en la lucha contra el analfabetismo en varios continentes; desarrollamos un plan para la formación de 100 mil médicos para el Tercer Mundo; y contribuimos a que cientos de miles de personas en muchos países recuperen la visión gracias a la Operación Milagro. Con ello solo cumplimos con un elemental deber de solidaridad con todos los pueblos del mundo.

Excelencias:

Cuba avanza y continuará enfrentando el futuro con optimismo y unidad. Su pueblo culto y laborioso, para el que la Patria es la Humanidad, luchará junto a los pueblos que ustedes representan para conquistar el derecho a vivir en paz, justicia y dignidad para todos.

Muchas gracias.

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