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BELGRADO.— La ONU presentó este viernes en Belgrado y Pristina su propuesta para la provincia serbia de Kosovo, de mayoría albanesa, bajo tutela internacional, en la que no menciona la palabra independencia, pero abre paso a la creación de una nueva entidad geopolítica en los Balcanes.
Según ANSA, el plan, de 58 páginas, fue presentado por el emisario de la ONU, el finlandés Martti Ahtisaari, y ya recibió el rechazo de las autoridades serbias.
Si bien no menciona la palabra «independencia», la iniciativa prevé la creación de un ejército de Kosovo, que será «multiétnico». Además prevé la disolución del denominado Cuerpo de Protección Civil, formado en 1999 a partir del grupo terrorista albanokosovar UCK.
En concreto, la ONU propone convertir a Kosovo en una nueva y singular entidad, separada de Serbia pero no totalmente independiente; con su propio ejército, pero con fuerzas de la OTAN custodiando sus calles, y prevé la creación de seis nuevas municipalidades serbias.
Asimismo, se crearán 40 zonas protegidas, que incluyen iglesias y lugares de culto serbo-ortodoxos.
El presidente serbio, Boris Tadic, calificó el plan de la ONU como «inaceptable», y afirmó que abriría las puertas hacia la secesión de Kosovo, mientras que el premier saliente, Vojislav Kostunica, se negó a reunirse con el enviado de la ONU y calificó las propuestas como «ilegítimas».
Según dijo, el plan pone en discusión la soberanía de Serbia sobre parte de su propio territorio «en violación de la carta orgánica de la ONU».
En Pristina, la capital de la provincia de mayoría albanokosovar, el plan fue juzgado como una «casi independencia».
De acuerdo con lo divulgado acerca del plan, Kosovo tendría sus propios símbolos nacionales como bandera e himno, y podría ingresar en organismos internacionales, inclusive la ONU.
Las partes deberán ahora reunirse en Viena el 13 de febrero para discutir el plan.
Desde la agresión de la OTAN contra Yugoslavia en 1999, la provincia está bajo protectorado de la ONU y en ella permanecen fuerzas de la Alianza Atlántica, que no han podido impedir brotes de violencia contra la minoría serbia.
