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MADRID, mayo 28.— Cuando faltan diez meses para las elecciones legislativas en España, el derechista Partido Popular, en la oposición desde 2004, fue el ganador en número de votos en los comicios autonómicos y municipales del domingo, pero el gobernante Partido Socialista Obrero Español amplió su poder territorial, informó AFP.
Según los resultados definitivos de los comicios celebrados en 8 111 ayuntamientos, el PP obtuvo el 35,6 por ciento de los votos contra el 34,9 por ciento el PSOE, una diferencia de solo 155 991 votos (0,7 por ciento), pero los socialistas crecieron en poder local, pues obtuvieron más concejales: 24 026, frente a 23 347 el PP (679 más).
Las lecturas del suceso, desde luego, fueron contrapuestas: «El PP ha vuelto a ser el primer partido de España», afirmó el presidente de esa formación, Mariano Rajoy, mientras que la vicepresidenta del gobierno socialista, María Teresa Fernández de la Vega, entendió los resultados como una muestra de «continuismo y estabilidad» a nivel local.
El PP sobrepasó ampliamente al PSOE en Madrid y Valencia, pero perdió el control de diez de las 30 capitales de provincia que controlaba. En cambio, el PSOE podría conquistar —con pactos— varias grandes ciudades en las que gobernaba el PP, como Vitoria, Vigo, Tarragona y Zamora.
A nivel regional, ambas formaciones conservan sus bastiones. El PP se queda con Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla y León, La Rioja, y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, mientras que el PSOE prevalece en Aragón, Asturias, Extremadura, Castilla La Mancha, Andalucía y Cataluña.
En el País Vasco (norte), el Partido Nacionalista Vasco (PNV, moderado) sigue siendo la fuerza más votada, pero se nota un ascenso de los socialistas, lo que se interpreta como un respaldo al proceso de paz impulsado por el gobierno central para poner fin al conflicto de 40 años con el grupo armado separatista ETA.
El incremento del poder territorial de los socialistas quedaría fortalecido con tres nuevas regiones: Navarra (norte), donde tendrían que alcanzar un pacto con los nacionalistas de Nafarroa Bai, que desbancaría del poder a la derechista Unión del Pueblo Navarro (versión local del PP); las islas Baleares, donde la derecha pierde la mayoría absoluta, y las Islas Canarias.
En cuanto a la abrumadora ventaja del PP en Madrid, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, afirmó: «Es evidente que tenemos un problema en el ámbito de esa comunidad, que vamos a abordar».
Madrid se ha convertido en una plaza de la derecha. Los socialistas perdieron hace 18 años esa alcaldía y no han podido recuperarla, como tampoco el gobierno autonómico de la Comunidad de Madrid, que perdieron en 1995.
Visto que, para algunos analistas, los comicios del domingo fueron considerados un ensayo para las próximas elecciones generales de marzo de 2008, el diario El País, en un editorial, analizaba lo arriesgado de proyectar esos resultados sobre la votación del próximo año.
Entre los argumentos citados, nombran «las dificultades de un PP prácticamente sin aliados para gobernar allí donde no alcanza por sí mismo la mayoría absoluta», además de que en este tipo de elección local «factores como la personalidad del candidato suelen ser tan o más determinantes en el voto que la identificación ideológica».
