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La población del Plan Turquino, el cual abarca a las zonas montañosas de Cuba y la Ciénaga de Zapata, creció desde el 2002 en más de 51 000 habitantes, como resultado de los planes de atención que se ejecutan en este proyecto, que en el 2007 cumple 20 años de creado.
Al exponer las experiencias desarrolladas en estas zonas durante la VI Convención Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo, un panel integrado por expertos de diversos organismos explicó las soluciones implementadas para mejorar las condiciones de vida en esas regiones.
Al respecto, Lázaro Vázquez, secretario de la Comisión del Plan Turquino, argumentó que hoy en los más de 18 620 kilómetros cuadrados que abarca el proyecto viven 728 954 habitantes distribuidos en su mayoría en 1 280 asentamientos poblacionales.
Con el 43 por ciento de la superficie boscosa del país, y una rica diversidad biológica, el Plan Turquino contempla las zonas montañosas de la Cordillera de Guaniguanico, en Pinar del Río; la de Guamuhaya, que se extiende por Villa Clara y Cienfuegos; la Sierra Maestra, en Santiago de Cuba, Guantánamo y Granma; el macizo Sagua-Nipe-Baracoa, entre Guantánamo y Holguín; así como la zona de Bucaranao, entre Sancti Spíritus y Villa Clara, y la Ciénaga de Zapata, en Matanzas.
Todas ellas se benefician con un plan especial que contempla beneficios en la entrega de alimentos, servicios de educación y salud, planes de electrificación, instalación de teléfonos, creación de salas de televisión y video, o introducción masiva de la computación en las escuelas y Joven Club, entre otros.
No obstante, todavía en las montañas es baja la densidad poblacional en la mayoría de las zonas, y persisten dificultades en la vivienda o el empleo. Además es necesario trabajar aún más en el cuidado de la flora y fauna, así como evitar los incendios forestales, que en el 90 por ciento de los casos se producen por negligencias humanas.
