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«¡Rusia, ayúdanos!», claman manifestantes serbios ante las tentativas de ver fragmentado su país.
BELGRADO, julio 21.— El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, calificó de «triunfo importante» de la política común de Serbia y Rusia la decisión de EE.UU. y sus alidos europeos de retirar del Consejo de Seguridad de la ONU, por la oposición rusa, un nuevo proyecto de resolución para Kosovo que abriría las puertas a la separación de esa provincia de Serbia.«La retirada del borrador de la nueva resolución que debía preparar la independencia de Kosovo tiene un significado excepcional», indicó el jefe de gobierno en un comunicado.
Kostunica dijo que Serbia está preparada para unas nuevas negociaciones sobre el futuro estatuto de Kosovo, e insistió en que se lleven a cabo bajo el mandato exclusivo del Consejo de Seguridad, «porque solo este órgano, en conformidad con la resolución 1244, tiene el mandato de decidir» el estatuto definitivo de ese territorio.
Dicho texto recoge el plan de paz de 1999 y confirma la integridad territorial y la soberanía de Serbia sobre esa provincia.
El viernes, EE.UU. y cinco países de la UE miembros del Consejo de Seguridad se vieron obligados a retirar un último borrador ante la imposibilidad de superar las diferencias con Rusia, que amenazaba con el veto.
El texto no dejaba de reflejar la voluntad de sus patrocinadores de conceder la independencia a la provincia serbia.
Ahora será el Grupo de Contacto (EE.UU., Rusia, Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido) el encargado de organizar un período de negociaciones de cuatro meses entre albano-kosovares y serbios, para que lleguen a un consenso sobre el futuro de la provincia.
Los albaneses, que son un 90 por ciento de la población de Kosovo, reclaman la independencia como única solución, a la que Serbia se opone tajantemente y ofrece, en cambio, una máxima autonomía.
