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Los japoneses buscan detalles sobre la volatilidad del gobierno de Abe. Foto: AP
Tokio, septiembre 12.— El primer ministro japonés, Shinzo Abe, renunció este miércoles tras menos de un año de gobierno, en medio de un enfrentamiento con la oposición por la continuación del apoyo logístico a las tropas norteamericanas en Iraq, y tras numerosos traspiés que erosionaron la popularidad de su gestión.El primer ministro ultraconservador anunció su renuncia en una conferencia de prensa, en la que admitió que «la derrota en las elecciones de julio fue grave, pero intenté continuar mi acción de gobierno en la voluntad de llevar adelante las reformas», señala ANSA.
Abe falló hace pocas semanas en su intento de reestructurar el ejecutivo, aunque el número dos de su gobierno, Kaoru Yosano, mencionó «motivos de salud» para la renuncia del premier de 52 años de edad, primer jefe de gobierno japonés nacido en la posguerra, y de quien hasta ahora —comentar ANSA— no se habían mencionado problemas de salud.
Sin dar más detalles, Yosano habló de un «profundo estado de ansiedad» debido a las presiones políticas de los últimos tiempos.
Abe, que llegó al gobierno con intención de relanzar el nacionalismo japonés y abandonar el pacifismo que caracterizó al Japón de la posguerra, fracasó en los últimos tiempos en su intento de establecer un diálogo con la oposición de centro izquierda, que se niega a promover misiones de apoyo militar sin el aval de la ONU.
Durante la conferencia de prensa en que anunció su renuncia, Abe subrayó sus dificultades con la oposición, aunque no mencionó la guerra en Afganistán ni la de Iraq.
La crisis política se ve agravada por las dificultades de orden económico de la que es señalada como segunda potencia mundial: el lunes el gobierno admitió que en el primer trimestre financiero de 2007 el PIB registró la más grave contracción de los últimos cuatro años.
Para el trimestre terminado en junio el gobierno había previsto una sensible expansión, que solo podría cumplirse ahora con un rápido crecimiento en los próximos meses, difícil de realizar en medio de la crisis de las hipotecas de Estados Unidos.
ANSA asegura que la situación de incertidumbre que abre la renuncia de Abe puede incluir a corto plazo un final anticipado de la legislatura, con un llamado a las urnas que puede encontrar a su partido LDP en una posición de extrema debilidad.
Por ese motivo el LDP —que tiene amplia mayoría en la Cámara de Diputados y por eso designa a su presidente como ejecutivo del país— reaccionó con rapidez y al parecer tiene intención de elegir rápidamente al sucesor del premier, contra quien habían surgido ya, tras la derrota electoral de julio, acusaciones de «irresponsabilidad» en las filas de su propio partido.
La agencia noticiosa italiana afirma que los más probables candidatos a la sucesión son Yasuo Fukuda, jefe del ala moderada del LDP; Taro Aso, secretario general del partido y ex ministro de Exteriores; Sadazaku Tanigaki, experto en economía y ex ministro de Finanzas; y el ex primer ministro reformista Junichiro Koizumi.
Por su parte, el presidente del Partido Demócratico, Ichiro Ozawa —principal agrupación política opositora—, ratificó que mantendrán sus críticas al gobierno del LDP.
