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Argentina: la crisis no está saldada

Reafirman líderes sociales y políticos de esa nación que no hay transición hacia otra cosa que no sea el socialismo

Autor:

Marina Menéndez Quintero

Edgardo Depetri, Luis D Elía y Jorge Pereyra (de izquierda a derecha). Foto: Juan Moreno De «provechosa en materia de ideas» consideran su reciente visita a Cuba, tres líderes del amplio espectro social y político argentino. Sobre todo, porque su presencia aquí tiene lugar «en momentos en que estamos debatiendo en Argentina qué país queremos: si el neoliberal-conservador de los años 90, o una democracia que se plantee que el crecimiento económico sea compatible con la distribución de la riqueza. Es un debate definitorio», afirman.

Al venir, a Edgardo Depetri (Frente Transversal), Luis D Elía (Sociedad Tierra y Vivienda) y Jorge Pereyra (Partido Comunista Congreso Extraordinario), los mueve la solidaridad hacia una nación que ha sido y es solidaria también con sus hermanas de Latinoamérica, y que fue su referente «en los peores momentos del neoliberalismo, cuando se hablaba del fin de la historia y muchos se trasvestían en términos ideológicos».

Frente al neoliberalismo que se imponía entonces en Argentina y que colapsó en diciembre de 2001, «el símbolo del Gobierno cubano, sus perspectivas, fueron muy importantes», afirman. Ahora se proponen profundizar una relación que califican de histórica.

Pero también los trajo el afán de «entender», más allá de la manipulación mediática que desdibuja las realidades. «Ya sabe Ud. que los medios de información deforman».

Luego de una estancia durante la cual caminaron nuestras calles y sostuvieron entrevistas con funcionarios del Gobierno y del Partido, se declaran «felices al comprobar los avances de la Revolución, y confirmar que aquí no hay transición hacia otra cosa que no sea el socialismo».

De otra parte, afirman que la crisis en Argentina no está saldada, a pesar de que consideran la de hoy «una inmejorable situación política, con una interesante reserva de 150 000 millones de dólares. Gracias a la excelente política de derechos humanos ejecutada por el ex presidente Kirchner, no solo tenemos memoria, y justicia para los dictadores, sino un grado de control alto de las fuerzas armadas, que en el pasado fueron verdaderos ejércitos de ocupación», afirma Edgardo.

La depuración emprendida por el ex mandatario en las filas castrenses fue «inteligente y audaz», apunta, y en virtud de ella, pasaron a retiro 54 oficiales superiores que comulgaban con el Consenso de Washington. «Hoy todo ese modelo es cuestionado».

Pero al describir la actualidad, Elía alude, además, a una oligarquía terrateniente con características transnacionales que vincula a los pool de siembra con el sector financiero. También pesa la concentración de los medios de comunicación, «que manejan el 90 por ciento de lo que se produce en materia informativa, y se han convertido en los nuevos ejércitos de ocupación».

Mención aparte dedican al conflicto agrario, que permanece sin solución en la mesa de negociaciones, luego de alzas en los impuestos a la exportación de productos agrarios dispuesta por el gobierno de Cristina Fernández y adversadas por organizaciones vinculadas al campo, que se fueron a la huelga.

Edgardo Petri considera que el paro agrario es político y parte de una escalada iniciada con la asunción de la presidenta Cristina Fernández, y busca convertir en nuevo bloque de poder a sectores de las transnacionales que producen la semilla transgénica, sumados los grandes arrendatarios de Argentina y los grandes exportadores. Estos, dice, sustituyen a las antiguas empresas privatizadoras, y están dispuestos a no permitir que este proyecto redistribuya la riqueza.

Lockout patronal, coincide Edgardo: de dueños de la tierra, chicos o grandes. «Los pequeños productores y los pobres del campo, no están de paro», advierte. Existen 124 000 de ellos que no están nucleados en ninguna de las cuatro organizaciones agrarias y rurales que abrazaron la huelga.

El asunto puede estar en el trasfondo de la decisión dada a conocer por Petri: iniciar el tránsito hacia la construcción de una fuerza política que represente a las organizaciones populares y a todas las fuerzas «dispuestas a confrontar al neoliberalismo, e instalar un nuevo proyecto nacional en la Argentina».

Se trata de proyecto popular unitario que podría convocar a los sectores del Gobierno y del propio Partido Justicialista (PJ) que encabeza el ex presidente Nestor Kirchner, así como al movimiento sindical y social en general, sin olvidar a sectores que no pertenecen al PJ pero quieren los cambios, y representan a la izquierda social y política argentina. «Tenemos que ser parte de las fuerzas de América Latina que confrontan al neoliberalismo».

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