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SANTIAGO DE CHILE.— Unos 2 000 estudiantes reanudaron las protestas contra la nueva Ley General de Educación que debate el Senado, y sus marchas fueron reprimidas con carros lanza-agua y gases, con un saldo de al menos 35 detenidos, dijo el periódico El Mercurio.
La marcha, según AFP, se desarrolló de forma pacífica y estaba autorizada por el gobierno siempre que no se acercara a La Moneda, pero un grupo se desmarcó de la manifestación al finalizar los discursos y llegó al palacio presidencial chileno, fonde fueron enfrentados por la Policía, dijo el despacho.
Las protestas ocurren desde hace varias semanas y han contado con el apoyo de los profesores, quienes estuvieron en paro por varios días; pero en muchos centros de estudio de la capital y de provincias, las clases se mantienen interrumpidas.
Sin embargo, las autoridades han dicho que no cederán, al considerar que la ley en discusión es mucho más avanzada que la impuesta por Pinochet antes de entregar el poder, la que, de hecho, fue motivo de fuertes protestas estudiantiles en los últimos años, por considerarse la única en el mundo que dejaba la educación a los vaivenes del mercado.
Profesores y estudiantes opinan ahora que la nueva legislación —que reemplaza la Ley Orgánica Constitucional de Educación de la dictadura— no soluciona los problemas de la educación pública, y piden que se retire de la discusión parlamentaria.
Los jóvenes anunciaron que continuarán con las manifestaciones al menos una vez por semana, hasta que no se tomen en cuenta las temáticas planteadas por ellos, dijo el vocero estudiantil, Amador Sepúlveda.
La ministra de Educación, Mónica Jiménez, ha considerado la Ley General como «un gran avance». Pero la presidenta Michelle Bachelet firmó un acuerdo con su coalición en el que se compromete a elaborar un nuevo proyecto que recoja las inquietudes de quienes lo objetan, y pidió comprensión a estudiantes, profesores y padres.
«Entiendan que la Ley General de Educación no es lo único. Puede que no sea la que ellos quieran en un ciento por ciento, pero es infinitamente mejor que la Ley Orgánica Constitucional Educacional, es un avance muy sustantivo», dijo la ministra.
La polémica Ley General de Educación ya fue aprobada en la Cámara de Diputados y está ahora a debate en el Senado, donde requiere de 22 votos para pasar.
Aunque el gobierno podrá contar —como lo hizo en la Cámara de Diputados— con los votos de la oposición de derecha, persisten dudas sobre la posición de algunos senadores de la gobernante Concertación, que reclaman un mayor compromiso con la educación pública, precisó PL.
