Los bomberos consiguieron avanzar el martes en el combate a dos incendios forestales que amenazan varios barrios de las afueras de la ciudad norteamericana de Los Ángeles por tercer día consecutivo, agravados por los cálidos vientos del desierto. Los helicópteros soltaron agua sobre las llamas próximas a viviendas para impedir que el fuego entrara en el densamente poblado valle de San Fernando, en California. Dos personas han muerto: un mendigo, refugiado bajo una autopista, y un conductor que colisionó en una zona rodeada por el humo. Las llamas han calcinado unas 6 000 hectáreas y destruido al menos 50 edificaciones.