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Caracas.— Debate esencial para una región que se libera es el que sostienen este fin de semana aquí prestigiosos intelectuales de América Latina, al analizar desde hoy experiencias que develan la pretendida dominación del imperio haciendo uso de los grandes medios, y su permanente injerencia en los asuntos internos de nuestros pueblos.
Cuando la Casa Blanca sigue remisa a aceptar los procesos nacionalistas y revolucionarios abiertos en la región y quiere impedir se profundicen o incluso revertirlos, la denuncia de lo que constituye una de sus principales armas y ha dado en llamarse con razón terrorismo mediático, se torna más necesaria.
Ello explica la trascendencia de la Conferencia Internacional Revolución e Intervención en América Latina, convocada por el Ministerio de Comunicación e Información de Venezuela (MINCI) junto a TELESUR y el sitio web Patria Grande, y al que han confirmado su asistencia analistas de Cuba, Chile, Argentina, Colombia, Ecuador, Francia, México, Bolivia, Canadá, España, Estados Unidos y, por supuesto, de la anfitriona Venezuela.
En conferencia de prensa, Freddy Fernández, vicetitular del MINCI, apuntó que el evento tiene marco en la IV Feria Internacional del Libro en esta capital, y afirmó que los temas a debate se inscriben en la lucha por la independencia y por la democracia que están dando hoy los pueblos latinoamericanos.
El asunto está en el candelero gracias a la misma latente agresión imperialista, solapada tras no declaradas ayudas para promover la subversión, o explícita en el incondicional reconocimiento a la oposición contrarrevolucionaria, y en el cuestionamiento a los triunfos de revoluciones que transcurren bajo las mismas reglas impuestas por Washington.
La constante agresión propagandística contra Cuba desde hace 50 años es buen ejemplo de ese sucio modo de hacer. Pero esta misma semana, el espaldarazo del Departamento norteamericano de Estado al vencido aspirante a la alcaldía de Managua, Eduardo Montealegre, aún a costa de la violencia que estalló con el no reconocimiento de su derrota en las urnas, dio muestras de la misma contumaz injerencia.
Mientras, el papel subversivo de entidades pantalla de Estados Unidos como la USAID (Agencia Internacional de Desarrollo) y la NED (Fundación Nacional para la Democracia) continúa buscando la desestabilización y la implosión de los procesos liberadores en marcha, buscando frustrarlos desde adentro.
Bolivia y Venezuela —país que libra una definitoria batalla en las urnas el próximo día 23— pueden dar cuenta de ello. En reciente intervención ante la Asamblea Nacional venezolana, precisamente, la abogada e investigadora Eva Golinger denunciaba que cinco de esas instituciones estadounidenses apoyan con propaganda y financiamiento las campañas opositoras en Venezuela desde hace tres años.
Golinger será una de las ponentes en la Conferencia, donde se escucharán también las intervenciones de Stella Calloni (Argentina), Carlos Fazio (México), Peter Phillips (EE.UU.), Hernando Calvo Ospina (Colombia), Ángel Palacio (Venezuela), y Fabián Escalante, Roger Ricardo Luis y José Martín Pulido, de Cuba, entre otros. Los obstáculos interpuestos a la refundación boliviana llegará por voz del ministro de la Presidencia de ese país, Juan Ramón Quintana.
Una conferencia magistral del periodista canadiense radicado en Cuba Jean Guy-Allard, abre los trabajos con el tema Espionaje, subversión y terrorismo: Estados Unidos tiene el récord.
Esa es la pura verdad.
