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CARACAS, Venezuela.— Mucho vigor dieron a la Revolución Bolivariana, al pueblo y los líderes que la impulsan, las emociones, sentimientos y compromiso que los presidentes y/o representantes de los países miembros de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) les regalaron este lunes.
Este resultó uno de los momentos más hermosos de la conmemoración «de aquel día cuando la Revolución Bolivariana pacífica y el pueblo comenzaron a hacerse Gobierno».
La celebración aquí de la IV Cumbre Extraordinaria del ALBA fue el mejor pretexto para reencontrarse, pasar revista a lo hecho y tomar nuevos acuerdos que conduzcan a nuestros pueblos por el camino de la verdadera cooperación e integración en los tiempos por venir.
Protagonizaron un homenaje muy singular los presidentes Manuel Zelaya (Honduras), Evo Morales (Bolivia), Daniel Ortega (Nicaragua), el primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, y el primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura.
El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, pronunció emotivas palabras dedicadas no solo a los diez años de la Revolución Bolivariana, sino también a los 50 que recién cumplió la Revolución Cubana.
Chávez no pudo evitar hacer uso de la palabra, «en dos minutos», para cumplir lo que consideró un deber ineludible. «Nunca —dijo— se podría, ni aunque tuviéramos el más maravilloso equipo de analistas, matemáticos y científicos, calcular hasta dónde llega en el horizonte la magnitud del apoyo que la Revolución Cubana le ha dado a la Revolución Bolivariana. Ese apoyo es inconmensurable. Gracias, Fidel; gracias, Raúl; gracias, pueblo cubano».
El primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, José Ramón Machado Ventura, retomó aquellas históricas visitas de Fidel, el 23 de enero de 1959, y el 1ro. de febrero de 1999, muy especialmente el discurso que pronunciara el líder de la Revolución un día después de participar en la toma de posesión de Chávez.
Evo Morales expresó su orgullo por el proceso revolucionario que empezó Cuba, luego Venezuela y que ahora anda por todo el continente.
El primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, y el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, coincidieron al señalar que son muchos los pueblos que han levantado su voz contra la injusticia, inspirados en el ejemplo de Cuba y Venezuela.
«Diez años no se pueden resumir en diez minutos, pero sí se pueden expresar con tres palabras. Ellas son: Revolución, independencia y socialismo. Esas tres palabras, esos tres conceptos, recogen el inmenso esfuerzo que nuestro pueblo ha desarrollado en estos diez años, y que hoy nos permite levantar las banderas de la dignidad, de la independencia». De esa manera, Chávez definió el alcance de esta primera década de Revolución Bolivariana, a su juicio, un proceso colectivo, durante el cual el pueblo comenzó a convertirse en un factor de poder y a construir el poder popular que, como todo proceso, aún está en marcha.
Nuevos acuerdos a la luz del AlbaHaciendo honor a la máxima de trabajar por el bienestar de nuestros pueblos, los presidentes y representantes de los países miembros del ALBA firmaron dos nuevos acuerdos durante la IV Cumbre Extraordinaria, que sesionó este lunes en Caracas.
Primero uno que da cuenta de la voluntad de este mecanismo de integración de ocuparse de la seguridad y la soberanía alimentaria, y un segundo que concreta esa disposición con la creación de una empresa grannacional de alimentos, la cual contará con un fondo inicial de 49 millones de dólares, provenientes del Fondo del ALBA.
Bolívar está en nuestros pueblosNo podía faltar en esta especial conmemoración de los diez primeros años de la Revolución Bolivariana, el homenaje al Libertador, al Padre de la Patria venezolana.
Desde bien temprano en la mañana miles de venezolanos se juntaron en las áreas exteriores del Panteón Nacional para acompañar al Presidente de la República y a los jefes de Estado y de Gobierno, así como jefes de delegaciones de los países del ALBA, que presentaron hermosísimas ofrendas florales ante el sarcófago del Libertador.
En sitio tan simbólico para los hijos de esta nación, Chávez recibió la espada que le fue entregada a Bolívar por la municipalidad de Lima, en 1824, y, luego de explicar a sus invitados acerca de los caminos recorridos por esta, hasta ser puesta por la Revolución en el sitio que debía estar, aseguró que está viva la espada de Bolívar, desenvainada en batallas por la vida de la patria y por la vida de los pueblos.
