Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Monedita a monedita

William J. Fell, un reparador de parquímetros, ocultó durante un año 170 000 dólares en monedas, que fue llevándose de máquina en máquina, y los guardó en su casa, cerca de Washington, antes de que la policía registrara su domicilio y lo detuviera. Fell vivía solo, y no había gastado ni depositado en el banco nada del dinero robado. Ahora, el depositado fue él... tras las rejas. Menudo problema.

¿Error o milagro? Es la pregunta que se hacen médicos y familiares después de que una joven discapacitada, declarada muerta en un hospital nicaragüense, movió las manos en su ataúd durante el velorio. Según AFP, la resucitada había dejado de moverse en su silla de ruedas, y poco después de arribar al hospital, los médicos certificaron su «muerte». Grata sorpresa la de esos familiares, ¿verdad? (no como la que se llevó el robamonedas de la noticia anterior, al que no dejo descansar en paz...).

Y este de aquí no es Gulliver, sino el chino Zhao Liang, de 27 años, que duerme en dos camas para poder estirar sus 2,46 metros, y que se convertirá oficialmente en el hombre más alto del mundo si acepta que el libro Guinness de los récords homologue su estatura.