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La resistencia continúa. Foto: Reuters La imagen tomada el miércoles 1ro. de julio por Getty Images, en las cercanías de la Casa Presidencial de Tegucigalpa, en medio de la manifestación contra el golpe político-militar-empresarial que mantiene al pueblo en las calles defendiendo a su legítimo Presidente, Manuel Zelaya, corrobora el alerta al pueblo de Honduras y a los dirigentes populares que circulara el martes mediante los correos electrónicos.
Jóvenes hondureños participantes en las protestas han capturado a un policía encubierto, infiltrado entre los manifestantes, y exhiben la pistola 9mm que le han ocupado. ¿Qué aviesas intenciones tenía este sujeto? ¿Cuáles eran las órdenes que debía ejecutar? ¿Acaso atentar contra la vida de los dirigentes populares que mantienen la resistencia a los usurpadores? ¿Iniciar una provocación que «justificara» una represión mayor de las fuerzas militares y policiales? ... Pueden ser muchas más las preguntas y las intenciones.
La denuncia que circuló el martes y nos llegó a la Redacción de Juventud Rebelde decía textualmente:
«Alerta al pueblo de honduras y a los populares»«De fuente fidedigna, de los mismos servicios de inteligencia hondureños y otras dependencias de la policía y del ejército de Honduras, tenemos la información que el gobierno fantoche y el ejército fascista están reclutando y metiendo elementos paramilitares (mercenarios) de manera encubierta dentro del país.
«Estos matones a sueldo tienen como misión penetrar las filas del movimiento popular en las protestas, hacerse pasar como manifestantes supuestos contra el golpe, y su tarea será identificar a todos los dirigentes y activistas efectivos que están en contra del golpe, ubicarlos, ubicar sus residencias y relaciones, y transferir toda la información a la policía y al ejército.
«Que de esta manera, igual a como sucedió en la noche de ayer, con esta información, habrá cateos, arrestos y posibles desapariciones de los dirigentes y activistas mencionados durante la noche de hoy (martes) y mañana (miércoles).
«El objetivo de tal plan es evidente, descabezar el movimiento popular de la protesta y rebajar su fuerza para el recibimiento el día jueves del presidente legítimo de Honduras». (NOTA de la Redacción: El Presidente Manuel Zelaya decidió cumplimentar las 72 horas pedidas por la OEA para las gestiones de esta organización hemisférica, y regresar a Honduras luego de concluida esa misión diplomática).
Recordaban que ese mismo guión fue utilizado en Caracas, durante el frustrado golpe de Estado de 2002 contra el Presidente Hugo Chávez, con mercenarios francotiradores.
Los taxistas de Tegucigalpa por la Cuarta Urna y contra el golpe. Foto: Getty Images Es evidente que los golpistas, en su desespero ante el repudio interno e internacional, están dispuestos a poner en práctica toda clase de desmanes.
La Minga Informativa de los Movimientos Sociales reporta también que las marchas a favor del golpista Roberto Micheletti fueron organizadas por los empresarios complotados que sacaron a sus empleados con amenazas de despidos en caso de no asistir a tales farsas.
La represión aumenta: Los principales líderes del movimiento popular están siendo perseguidos en diversas regiones del país, y el Congreso Nacional, propiciador del golpe al que intenta «legitimar», ha decretado otros tres días de toque de queda.
También el ejército está reclutando en forma obligatoria a jóvenes de las comunidades rurales, lo que prohíbe la Ley hondureña, donde el servicio debe ser voluntario.
La Corte Suprema de Justicia—haciendo uso de una ciega injusticia—, ha emitido órdenes de captura y apertura de juicios a 25 líderes populares.
Pero la resistencia continúa y crece: reportes recibidos confirman que hay 34 tomas de carreteras y los movimientos sociales preparan una marcha todavía mayor para este jueves y para el día que llegue el presidente Manuel Zelaya Rosales.
