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TEGUCIGALPA, julio 8.— El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, denunció que los golpistas sabotean el proceso de mediación que debe abrirse este jueves en Costa Rica al impedir a sus ministros, en la clandestinidad, viajar hacia la vecina nación centroamericana.
En declaraciones a Telesur, Zelaya explicó que el régimen de Roberto Micheletti se niega a darles salida a los titulares de su gobierno, argumentando que hay orden de captura contra ellos.
Sin embargo, todo lo que los golpistas hacen «es nulo y no tiene validez», remarcó al apuntar que así empieza mal el proceso, pues son las autoridades de facto las acusadas por los asesinatos cometidos.
«La negociación iría así por mal camino, porque ellos tienen delitos de magnicidio, frente a delitos que inventan contra los ministros de mi gobierno», dijo.
Luego de su encuentro del martes con la secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, Zelaya se reunió con la presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Patricia Mejía, quien solicitó una visita urgente de ese organismo a Honduras y aseveró que se mantiene la suspensión de garantías en el país.
Mejía entregó al mandatario los documentos contentivos de denuncias personales y colectivas de hondureños cuya integridad física está en peligro, y quienes atestiguan la masiva violación a los derechos humanos que comete el régimen de facto.
Una vez restituido el hilo constitucional y el estado de derecho, «deben iniciarse las investigaciones para sancionar a los responsables y que se garantice el derecho a justicia de las víctimas», señaló.
Mientras, en Honduras, representantes de los movimientos sociales encabezados por el Frente de Resistencia Popular se mantenían, como habían anunciado, en movilización permanente reclamando el regreso de Zelaya, y destacaban que lo único que debe estar sobre la mesa en Costa Rica es «cómo van a salir los golpistas del poder», según declaró a TeleSur el dirigente de la Federación Unitaria de Trabajadores, Juan Barahona.
A las manifestaciones y marchas de los últimos días en la capital se sumaron hoy los plantones pacíficos para cerrar las carreteras internacionales que unen a Honduras con sus vecinos del istmo.
Por segundo día consecutivo, la primera dama, Xiomara Castro de Zelaya, encabezó una manifestación, que esta vez cortó temporalmente el tráfico de la carretera que conecta a Tegucigalpa con la región oriental de Honduras y fronteriza con Nicaragua, y exigió el retorno inmediato e incondicional del Presidente.
«No nos vayan a defraudar, no vayan a permitir que nuestros derechos y nuestras leyes sean irrespetados», pidió Castro a la comunidad internacional, en declaraciones a EFE, y manifestó su esperanza de que se llegue a un entendimiento de paz, de justicia para que en pocos días, en pocas horas, Zelaya esté nuevamente en el poder.
También Rafael Alegría, otro de los dirigentes de la resistencia, dijo que no aceptarán ningún tipo de negociación con los golpistas, durante una entrevista concedida a Telesur cuando los movimientos sociales evaluaban nuevas estrategias frente a lo que sucederá en San José, dijo la televisora.
Según reportó AFP, el presidente costarricense Oscar Arias, designado mediador, convocó a Zelaya y a los golpistas a su país este jueves, aunque anticipó que las gestiones podrían durar al menos dos días y que se abordarán todos los temas.
Primera voz en EE.UU. que públicamente respaldó a los gorilas, la legisladora republicana Ileana Ros-Lehtinen dio a conocer que ha presentado una enmienda para que se recorten en 15 millones de dólares los fondos que da Estados Unidos a la OEA, con la recomendación de que esa suma se transfiera a la National Endowment of Democracy (Fundación Nacional para la Democracia, NED).
