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NACIONES UNIDAS, septiembre 12.— Naciones Unidas decidió suspender la asistencia que tenía acordada para el proceso electoral en Honduras, como una nueva acción contra los golpistas que se adueñaron del poder en ese país en junio pasado, conoció Prensa Latina.
Esa contribución debía ser canalizada por el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), pero quedará anulada el próximo lunes con un anuncio al respecto, según explicó el embajador hondureño ante Naciones Unidas, Jorge Arturo Reina.
En declaraciones exclusivas a PL, el diplomático precisó que también existe un documento elaborado por los países latinoamericanos para que la ONU declare su no reconocimiento a las elecciones, convocadas por los golpistas.
Se trata de un texto propuesto por la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y asumido por el resto de los gobiernos de América Latina, subrayó Reina.
La crisis hondureña acaparará parte de la atención de los primeros días del 64 período de sesiones ordinarias de la Asamblea General de la ONU, que comienza el próximo martes y entre el 23 y el 30 se septiembre escuchará a decenas de jefes de Estado y Gobierno. Entre ellos estará el presidente constitucional de Honduras, José Manuel Zelaya, quien cuenta con el respaldo de la ONU y de toda la comunidad internacional en su determinación de reinstalarse en el poder en Tegucigalpa.
El embajador Reina detalló a PL que Zelaya respalda el llamado Plan Arias como única vía pacífica para el restablecimiento de su gobierno.
Zelaya vendrá a la ONU para agradecer la solidaridad que ha recibido de parte de la organización y de la comunidad internacional, apuntó el diplomático. La Asamblea General aprobó en julio pasado una resolución de condena al golpe de Estado y al quebrantamiento del orden constitucional y democrático en el país centroamericano y demandó la inmediata e incondicional restauración del gobierno de Zelaya, precisó el despacho.
Mientras, en Honduras, el propio golpista Roberto Micheletti informó que Estados Unidos había cancelado su visa y la de otros integrantes de su gabinete de facto, así como las de empresarios y políticos que apoyaron el golpe, reportó ANSA. Pero, una vez más, Micheletti minimizó la medida y dijo que «la soberanía de Honduras no la puede trastocar nadie».
