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PRAGA, noviembre 3.— El presidente checo, Vaclav Klaus, firmó el Tratado de Reforma de la Unión Europea (Tratado de Lisboa), texto del que es ferviente opositor, lo cual abre el camino para la reforma institucional de la UE con la elección de un presidente permanente y un «eurocanciller», reportó ANSA.
Klaus decidió firmar inmediatamente luego de que la Corte constitucional de su país emitió una sentencia, según la cual el Tratado no viola el ordenamiento jurídico checo. Praga era el único de los 27 miembros de la UE que faltaba por ratificar el documento.
El Tratado de Lisboa entrará en vigencia en diciembre o enero próximos, indicó el jefe de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, tras conocerse la firma por parte de Klaus.
«Esperaba la sentencia de hoy de la Corte constitucional, y la respeto, pero no estoy de acuerdo con su contenido, la motivación y la forma», dijo el presidente Klaus tras haber firmado. «La sentencia no es un análisis neutral, sino una defensa política tendenciosa del Tratado de Lisboa por parte de sus secuaces», agregó, y fue más allá, al decir que «con la entrada en vigencia del Tratado, la República Checa dejará de ser un país soberano».
Como condición para firmar, Klaus había exigido que su país fuera excluido de la aplicación de la Carta de Derechos Fundamentales del Tratado, porque eventualmente podría obligar a la República Checa a pagar indemnizaciones a los colonos alemanes expulsados de Checoslovaquia en 1945.
El premier sueco y presidente de turno de la Unión Europea, Fredrik Reinfeldt, anunció el inicio de consultas para designar al presidente permanente de la UE y al alto representante de Política Exterior y Seguridad, al frente de un cuerpo diplomático comunitario.
