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BAGRAM, Afganistán, mayo 19.— Un comando insurgente afgano atacó este miércoles el Mando Central de Estados Unidos en la base prisión de Bagram, y dejó como saldo a un militar muerto y otros nueve heridos, reportó PL.
Portavoces de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) explicaron a la prensa en Kabul que los rebeldes emplearon cohetes, granadas y armas automáticas contra esa instalación militar, a unos 45 kilómetros al norte de esta capital.
La base de Bagram es la principal de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, cuenta con la mayor pista de aterrizaje del país, y sirve al Pentágono como centro de torturas y encarcelamiento de sospechosos desde noviembre del 2001.
La instalación militar es un objetivo de gran valor simbólico para los insurgentes, ya que a ella suelen desplazarse los altos funcionarios estadounidenses que visitan el país asiático, y además, la instalación sirve como cárcel para los talibanes detenidos, explicó EFE.
En el pasado, Bagram ya había sido atacada en varias ocasiones, una de ellas cuando se encontraba en su interior el entonces vicepresidente de EE. UU., Dick Cheney.
Según la versión oficial, un contratista estadounidense y 12 rebeldes murieron mientras nueve soldados resultaron heridos durante el ataque a Bagram, cuyo aeropuerto es utilizado por la aviación de Estados Unidos y la OTAN.
El asalto continuó con disparos esporádicos de cohetes y de armas de fuego livianas fuera de la base. Un cohete aterrizó dentro y causó daños menores, pero ningún insurgente logró entrar, relató Reuters.
Helicópteros artillados sobrevolaban la base, precisó el reporte.
El ataque, que continuaba entrada la mañana, se produjo un día después de que un suicida atacara un convoy militar de la OTAN en Kabul, con el saldo de 12 civiles afganos y seis soldados muertos, lo que podría suponer el inicio de la anunciada ofensiva insurgente contra destacados objetivos extranjeros.
