Las autoridades ecuatorianas decretaron el estado de excepción por cinco días ante la intentona golpista de este jueves, luego de una insubordinación policial que incluyó agresiones al propio presidente Rafael Correa, cuando se dirigió a dialogar con los gendarmes amotinados.
Por su parte, el canciller Ricardo Patiño señaló que la Ley de Servicio Público, supuesto de detonante de la rebelión policial porque verían afectados sus sueldos, solo busca establecer la justicia salarial y laboral
Las operaciones en el aeropuerto internacional de Quito fueron suspendidas tras su toma por los policías amotinados junto al Regimiento número 1.
El Consejo Nacional Electoral confirmó el decreto de los cinco días de excepción y llamó a los sectores policiales involucrados en la insubordinación a deponer su actitud.
Interrogado por Telesur, el ministro de Relaciones Laborales, Richard Espinoza estimó que se trataba de algo preparado de antemano.