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BUENOS AIRES, octubre 11.— Argentina presentó este lunes una protesta formal ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra el Reino Unido, a raíz de la realización de ejercicios militares británicos en las Islas Malvinas.
El embajador argentino ante la ONU, Jorge Argüello, informó que hizo la presentación ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y agregó una copia de la nota verbal de protesta presentada por Argentina al Reino Unido, por medio de la Embajada británica en Buenos Aires, reportó DPA.
«Pedimos también que haga circular la protesta a los países miembros de la ONU», dijo el diplomático, quien reiteró el pedido de que se cumpla «con la gestión de buenos oficios que le fuera encomendada por la Asamblea General, para acercar a las partes a fin de iniciar negociaciones diplomáticas respecto de la soberanía de la islas», afirmó Argüello.
La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner afirmó días atrás, vía Twitter, que la intención del Reino Unido de realizar ejercicios militares con misiles en las Malvinas «es de una gravedad inusitada», y anticipó que se presentarían quejas ante la ONU y otros organismos internacionales, como la OEA y la UNASUR.
El Ministerio de Relaciones Exteriores británico, por su parte, justificó las maniobras militares calificándolas de rutinarias. «Son pruebas que se han llevado a cabo cada seis meses durante los últimos 28 años, más recientemente en abril de 2010», declaró un portavoz del Foreign Office, aunque —dijo— «siempre se emiten alertas para los barcos con antelación».
Según EFE, en una reacción regional, el presidente venezolano Hugo Chávez apoyó este lunes la queja de Argentina al considerar los ejercicios militares británicos como una contradicción con decisiones de la ONU y pidió a la región que los rechace en bloque.
También el canciller uruguayo, Luis Almagro, se pronunció contra cualquier actividad militar en el archipiélago y recordó que «hay varias resoluciones que se vienen arrastrando desde hace décadas, año tras año, y que precisan que Gran Bretaña no puede negarse a negociar diplomáticamente la soberanía de las islas».
