30
Voluntarios distribuyen máscaras para palear los efectos de un aire enrarecido por las cenizas. Autor: Reuters Publicado: 21/09/2017 | 05:02 pm
YAKARTA, octubre 30.— Una nueva erupción del volcán Merapi desató este sábado el caos en sus alrededores con un saldo fatal de dos nuevas víctimas, cuando todavía la nación no se recuperaba de la última andanada de lava y cenizas del martes pasado.
La gente intentaba escapar de la furia del Merapi, mientras el miedo, la desesperación y la impotencia reinaban en la falda del monte, y hasta la policía apostada en sus cercanías huyó, agravando los embotellamientos y el pánico en las carreteras de Java central.
Según DPA, algunos residentes cercanos al volcán ignoraron las advertencias de las autoridades, pues temían por la seguridad de sus propiedades y permanecían en la zona de peligro. Sin embargo, los pronósticos de futuras explosiones más fuertes convencieron a quienes aún quedaban cerca. Algunos se cayeron de sus motocicletas y fueron atropellados, otros murieron de las quemaduras provocadas por el material incandescente expulsado, que cayó incluso en el aeropuerto Yogyakarta, a unos 30 kilómetros al sur del volcán.
Hasta ese momento ya sumaban 38 las víctimas durante toda la semana, mientras unas 50 000 personas habían sido evacuadas. Los geólogos aseguran que esta erupción fue más grande y ruidosa que la más reciente. Duró 22 minutos y disparó cenizas a 3,5 kilómetros de altura.
«Y vendrá una nueva erupción, pues aún queda magma que se abrirá camino hacia el cráter», advirtió el jefe del Instituto de Investigaciones y Tecnología Volcánica.
Las erupciones de esta semana ocurrieron después de que las autoridades elevaran el lunes al máximo nivel el alerta por el volcán, que tiene 2 968 metros de altura y está situado a unos 500 kilómetros al surdeste de Yakarta.
La anterior ocurrió en 2006 y dejó dos muertos. La peor erupción del Merapi se produjo en 1930 y causó 1 370 víctimas fatales.
La nación asiática vive días de tragedia entre el tsunami que devastó las islas Metawai, y el despertar del volcán.
