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PARÍS, noviembre 3.—El Partido Socialista (PS) de Francia cuestionó ante el Consejo Constitucional la ley de retiros adoptada la pasada semana, al tiempo que los sindicatos ratificaron otra jornada de protestas el próximo sábado, según PL.
Aunque ciertamente el clima de rechazo a la legislación que retrasa en dos años la edad mínima de jubilación, hasta los 62, perdió fuerza en razón de las vacaciones escolares que terminan hoy, el movimiento social pareció decidido a seguir su batalla.
El PS por un lado, como principal fuerza política de oposición en Francia, apeló al derecho de descalificar la ley aprobada en el Parlamento por considerar que "atenta contra el principio de igualdad".
No se espera gran cosa de este paso, si bien el Consejo Constitucional pudiera dar señales de su proyección si ofrece un dictamen en el plazo de ocho días para casos urgentes, o se decide a tomarse el mes habitual de reflexión.
Si como se vaticina da luz verde al impopular texto, quedará listo para la firma del presidente de la República, Nicolás Sarkozy, principal impulsor de la ley.
De todas formas, los gremios en sus bases, en conflicto con sus dirigentes en ciertos casos (CFDT con su líder Francoise Chéréque), analizan como llevar adelante acciones efectivas para seguir enfrentándose a una legislación que entraría en vigor en 2014.
Entre los nuevos recursos del documento casi virtualmente adoptado está también el aumento de la edad de cobro de pensión completa de 65 a 67 años.
No hace distinciones entre los trabajadores (mujeres en maternidad, desempleados temporales o carreras largas), ni tampoco toma en cuenta a obreros que realizan actividades con esperanza de vida inferior a otros puestos laborales.
