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Pyongyang, diciembre 23.—Al manos 800 soldados del Ejército y de las Fuerzas Aéreas de Corea del Sur llevaron a cabo este jueves el segundo ejercicio militar con fuego real de esta semana en la frontera con la República Popular Democrática de Corea, país que advirtió de una guerra santa si continúan las maniobras, reportó TeleSur.
Momentos después de terminados los ejercicios, Pyongyang advirtió que está preparada para una guerra santa con su poder de disuasión nuclear en caso de que Corea del Sur transgreda una ínfima parte de su territorio.
«Para contrarrestar el camino intencional del enemigo de llevar la situación al borde de la guerra, nuestras fuerzas revolucionarias están haciendo preparaciones para comenzar una guerra santa en el momento que sea necesario, basado en un medio de disuasión nuclear», expresó el ministro de las Fuerzas Armadas norcoreanas, Kim Yong-chun.
Ante esto, el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, prometió a la nación vecina una «ofensiva sin piedad» si llegase a ser atacada de nuevo.
Estas prácticas bélicas realizadas en la zona de Pocheon, a 20 kilómetros de la frontera con Corea del Norte representó el mayor despliegue armamentístico realizado por la armada de Seúl.
En las maniobras, que duraron cerca de una hora, se utilizó un gran contingente de unidades mecánicas que operan con tanques, tres decenas de artillería autopropulsada, múltiples lanzacohetes y aviones de combate.
Este lunes, las Fuerzas navales de Corea del Sur efectuaron prácticas militares en el Mar Amarillo con un destructor equipado con el sistema de combate Aegis y aviones de combate.
En esta oportunidad, Pyongyang indicó que ignoraría estos ejercicios y no reaccionaría ante la provocación de Seúl y, además, anunció que aceptaría el regreso de los inspectores nucleares de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El pasado 23 de noviembre las dos Coreas realizaron intercambio de artillería en la isla surcoreana de Yeonpyeong en el que murieron cuatro persona
Este no fue el primer enfrentamiento ocurrido entre las dos naciones asiáticas este año puesto que el pasado 26 de marzo el Gobierno de Seúl acusó a Pyongyang de hundir una corbeta surcoreana, lo que arrojó un saldo de 46 marineros muertos.
La responsabilidad de Corea del Norte nunca se demostró en este ataque.
