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CARACAS.— El compromiso de fortalecer y consolidar los equipos regionales de solidaridad, expandirla a todos los espacios de Venezuela, redoblar las acciones para utilizar eficazmente los medios de comunicación alternativos en la difusión de las ideas revolucionarias, y el apoyo a las misiones sociales y a la hermandad y colaboración internacionalista, fueron acuerdos del IV Encuentro Nacional de Solidaridad Mutua Venezuela-Cuba, que sesionó en el Salón Bicentenario del Hotel Alba-Caracas con la participación de representantes de los 24 estados del país.
Lleno de emociones y de intercambios de experiencias, el encuentro acordó un Plan de Acción abarcador del trabajo a realizar durante el 2011 y de la preparación para el 2012, cuando se proponen una victoria popular que consolide el socialismo en la Patria de Bolívar.
La jornada de este sábado estuvo enriquecida con la presencia del presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Soto Rojas, y los diputados y dirigentes del PSUV María León, Darío Vivas y Jesús Farías, quienes destacaron los lazos que unen a la Revolución Cubana y a la Revolución Bolivariana y se pronunciaron con admiración, respeto y cariño por el pueblo cubano y su líder, el Comandante en Jefe Fidel Castro, por medio de anécdotas personales de sus vínculos de lucha con la Isla.
Los diputados firmaron las tarjetas que se enviarán al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, exigiendo la inmediata libertad de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, y apoyaron la iniciativa del Movimiento, presentada por la activista Inés Luigi, de manifestar masivamente el próximo 5 de mayo, en el día mundial El 5 por los Cinco, la solidaridad popular y la de los 98 parlamentarios revolucionarios de la Asamblea Nacional.
Otro punto presente en cada intervención desde el primer día de trabajo fue la condena al bloqueo genocida de Estados Unidos contra la Isla, y fue subrayado el espíritu, la voluntad y la resistencia del pueblo cubano.
En un evento de solidaridad, era imposible pasar por alto la «descarada invasión a Libia por parte de los EE.UU. y sus aliados europeos con la anuencia de la ONU», por lo que exigieron el cese inmediato de las hostilidades contra el pueblo de ese país. También hubo solidaridad para el pueblo de Japón devastado por el terrible terremoto y tsunami.
Se repudió con fuerza mayor la impunidad que goza el terrorista Luis Posada Carriles, protegido por las administraciones estadounidenses.
En las palabras de clausura, Jorge Mayo, encargado de negocios de la Embajada cubana, resaltó el alcance de la amistad, de una hermandad y unión que se prolonga en el tiempo entre los pueblos bolivariano y martiano, en el antiimperialismo que nos caracteriza, y en la solidaridad mutua, que tiene mayor visibilidad en los servicios brindados con amor por los más de 44 000 cooperantes cubanos en Venezuela.
